Lo que pasó

Prólogo

En algún lugar de la Universidad de Linston, Lía dormía intranquila, gotas de sudor se deslizaban por su rostro mientras pequeños gemidos salían de sus labios. Abrió los ojos de golpe, para encontrarse un cuchillo rozando su cuello, unos ojos negros le devolvian la mirada justo antes de que el arma blanca corte en horizontal, llenando las sábanas blancas de sangre, un grito ahogado sale de su garganta y sus manos van a la herida intentando detener el sangrado. El cuchillo cayó al suelo con un golpe sordo y el culpable se fue corriendo de la habitación dejando a la joven desangrándose en su cama.

Un piso más abajo, Jasper no podía dormir, llevaba ya unas horas dando vueltas en la cama, cuando escuchó un sonido extraño rompiendo el silencio de la noche. Miró su despertador, las 3:27 de la noche. Como no tenía nada mejor que hacer, subió por las escaleras de incendios, pero a la mitad del camino, una persona lo empujó, tirandolo al suelo. Dirigió la mirada a su mano al notar algo viscoso entre sus dedos. Era sangre, pero por como corría, no era de la persona, se quedó unos instantes mirando a la nada antes de recordar lo que estaba haciendo antes de que apareciese la persona misteriosa.

Corrió las pocas escaleras que le quedaban, ya en el piso de arriba, se dirigió a la zona en la que estaba su habitación en el piso de abajo. De una de las habitaciones escuchó un leve gemido, pero no parecía el gemido que hace una persona teniendo sexo, por lo que se dirigió a esa habitación. Abrió la puerta de golpe, encontrándose con una escena espantosa, Lía Jackson cubierta de sangre que resbalaba por la cama hasta el suelo inundandolo.

Se acercó corriendo a la joven, ella estaba pálida y medio inconsciente, iba a morir.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.