Lo que queda después del invierno. Un lugar para renacer

PREFACIO

Lo que queda después del invierno. Un lugar para renacer🍃

Hay historias que no se escriben con tinta, sino con cicatrices.
Historias que florecen en el silencio, cuando todo parece marchito.
Esta es una de ellas.

No nació de una trama perfecta ni de personajes impecables.
Nació de las grietas. De las pausas.
De esos días en los que el alma no encuentra salida,
pero aún así decide abrir una ventana.

Antonella no es una heroína.
Es una mujer como tantas,
con una rutina milimétrica que le sirve de escudo,
con heridas que no se notan a simple vista
y con un corazón que ha aprendido a hablar bajito.

Noah no viene a salvarla,
ni ella a llenar su vacío.
Ambos están rotos a su manera.
Ambos han perdido tanto que el amor les parece
más una amenaza que una promesa.
Y sin embargo, se encuentran.

Este libro es un susurro.
Una invitación a mirar hacia dentro.
A permitirnos sentir aunque duela,
a abrazar la pérdida, el miedo, la incertidumbre,
pero también el perdón, la ternura… la esperanza.

Porque hay inviernos que parecen eternos,
pero incluso en ellos
la tierra se prepara para florecer.

Y si algo he aprendido mientras escribía estas páginas,
es que siempre —siempre—
queda algo después del invierno.
A veces, eso que queda… somos nosotros, renacidos.

Bienvenidos a esta historia...




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