Parte I Capítulo X

Lorena se levantó y salió corriendo hacia la entrada del enorme edificio, mientras Marcos seguía sentado petrificado.

¿Qué había sido eso?

Se levantó y se limpió las piernas por detrás, levantó la mirada y sopló un mechón de pelo que tenía sobre la cara, fue entonces cuando vio a Liv, andaba despacio y su experiencia le decía que no era buena señal.

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Liv se limpió las lágrimas y se dirigió al baño, allí estaba Lorena. Una muchacha de tez morena, pelo castaño y ojos claros, que tenía ocho años y aparentaba doce.

―Hola―saludó Lorena arreglándose la coleta―deberías saber que el que entra es el que debe saludar―Liv rodó los ojos y Lorena soltó una carcajada―¿en serio te crees lo del baño?―Liv la ignoró―que sepas que si esa niña acabo ahogada en su propia orina fue por un motivo. No te voy a ahogar por no saludarme ―Lorena salió del baño y Liv suspiró.

―Ojalá te vayas y no vuelvas nunca―murmuró Liv antes de marcharse.

Lo de Marcos le había afectado, no podía negarlo. Ella había sido antipática y malhumorada porque quería que Marcos la dejara en paz y no insistiera en besarle o algo por estilo.

Pero cuando lo vio besarse con otra supo que estaba tomando la decisión equivocada, por mucho que te alejes de él él no se irá de su corazón. Porque ella se había enamorado de Marcos y ese era un problema.

Suspiró y una lágrima se deslizó por su mejilla al saber que lo suyo con Marcos es algo imposible, él tiene a Lorena y ella tiene que tener a Jordi. Ya no le gusta, nada de nada.

El otro día se lo demostró cuando le obligó a un novato tragarse unos espaguetis por el culo, cuando la pobre Valentina se acercó a él, cuando Val se quiso alejar y él le envió al hospital.

En ese momento supo que las acciones tienen sus consecuencias y que tuvo que haberlo pensado dos veces antes de acecarse a Jordi, antes de alejar a Marcos, sin saber que ese error le costará demasiado caro.

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Jugaron a juegos de mesa hasta la hora de la comida, todos cogieron su bandeja. Algunos comían la comida que sus padres les habían traído de fuera, otros como Marcos comían las sobras de la cena de ayer.

―Lorena―le llamó Marcos aprovechando que no le prestaban atención, algunos ya habían terminado de comer y otros estaban entretenidos hablando entre sí. Lorena se giró dedicándole una sonrisa de boca cerrada, Marcos suspiró. Tenía miedo de que estuviera enamorada de él y romperle el corazón―¿por qué me besaste?―Lorena entreabrió la boca sorprendida y pestañeó varias veces antes de responder.

―Yo...pues...emm―dio un trago del vaso de agua y volvió la mirada a Marcos―porque me lo pediste ―Marcos frunció el ceño sin entender.

―Yo no te dije nada―Lorena rio.

―Sé leer entrelíneas, dijiste que esa persona era mucho para ti―se señaló con orgullo de arriba a abajo cerrando los ojos―que empezaba por L...

―No me refería a ti―adelantó a responder Marcos, Lorena abrió los ojos sorprendida y se levantó de un salto.

―¡Qué!―gritó con notable indignación llamando la atención de todos, Marcos se levantó y miró a todo el mundo con un poco de vergüenza al sentirse tan vigilado, le coloco las manos sobre los hombros intentando tranquilizarla.

―Tranquilízate―le pidió Marcos y Lorena le apartó las manos con brusquedad dando un paso atrás, se rio y luego se cruzó de brazos.

―¿En serio quieres que me tranquilice?―Marcos asintió temeroso―¿te beso y así me lo pagas? ¿diciéndome que me he equivocado?―Marcos volvió a mirar al "público" y dio un paso hacia delante―¿por qué no me hiciste la cobra? ¿ehh?

―Yo emm...―no sabía que responder ¿por qué lo hizo? No estaba seguro del todo―¡no lo sé!―gritó―¡me besaste y yo estaba en estado de shock! ¡no me lo esperaba! ¿en serio crees que si me lo esperara me hubiera dejado besar por ti?―se fue acercando más a Lorena que se sentía muy avergonzada―¡por favor!―exclamó con una mueca de asco―¿quién querría besarse contigo?―Lorena asintió y salió corriendo del comedor, llorando por la crueldad del niño que le empezaba a gustar.

Marcos sonrió victorioso y se giró dispuesto a sentarse de nuevo, fue entonces cuando se acordó de que no estaba solo y de que todo el comedor lo miraba fijamente, excepto Liv.

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Liv no quiso girarse, sin embargo, había escuchado todas y cada una de las palabras que se decían Marcos y Lorena. No pudo evitar sonreír al saber que a Marcos no le gusta Lorena, aunque esa sonrisa se formó a una mueca porque aunque le gustara ella, ellos no podrían estar juntos.

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Marcos suspiró y negó con la cabeza, iba a meterse un tenedor de brócoli cuando Mario le da una patada por debajo de la mesa y se le cae el brócoli. Le echa una mirada de reproche mientras Mario se cambia de sitio y se sienta a su lado.

―Escuché vuestra conversación ―Marcos asiente dando un trago del vaso de agua.

―Tú y todos―Mario negó con la cabeza.

―La discusión no, la pre discusión ―Marcos alzó una ceja sin entender ―¿quién es tu crush que empieza por L?―a Marcos casi se le salen los ojos de las órbitas al escuchar a Mario, él suelta una carcajada mientras le da un mordisco a su lasaña casera.

―Emm...pues...no es que últimamente esté muy amigable...

―Di el nombre, joder―le mandó Mario tras una larga pausa de Marcos, él suspiró y asintió susurrando.

―Liv, Olivia―Mario escupió la lasaña sorprendido y le preguntó con la mirada si era cierto, a lo que Marcos solo asintió.

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