Lorna tenía una vida plena
Loba y humana, una vereda
Corría en los prados en luna llena
Era las dos caras de una moneda
Pero una cara se opacó
Cuando menos lo esperaba
Un hechizo el mago lanzó
Quitándole lo que más amaba
Ya no tuvo libertad
Fue vendida en el mercado
Tuvo que darle su lealtad
A quien la había comprado
Pero muy poco duró
Lo que a obedecer la obligaba
Aún así, no lo atacó
Pues descubrió que lo amaba.
El hombre una hija tenía
Que por el abandono triste estaba
La madre la dejó en su día
Suficiente no la amaba
Lorna trajo alegría
A la niña que lloraba
La acogió como a una cría
Y del peligro la alejaba
Cada día sin excepción
Lorna extendía su pata
Pidiendo liberación
Del grillete que la ata
Pero el hombre ve en la sombra
De la loba una mujer
Más tiempo con ella compra
Alegando no poder
Liberarla de la prisión
A la que el grillete la condena
Pues por frágil corazón
Su hija moriría de pena
Sólo una justificación
Para engañar su propia Alma
La verdadera razón:
Se enamoró de un fantasma.