Los 3 Niveles de la Mansión Morgan

26 - Piña colada

 


[ D I R H A M ] 

 

Salimos fuera de la habitación de de Jack, 
para respirar aire fresco, ya que a dentro 
se estaba poniendo tenso el anbiente.

 


—Por un momento sentí lástima por Jack, 
pero después recordé todo lo malo que ha 
echo y se me pasó.

 

—Las torturas  por las que paso no justifican 
las matanzas que a echo.

 


Tiene razón Zayn, no por que lo allán 
lastimado en el hospital mental, tiene 
derecho de matar a las personas.

 


—Por qué mejor no nos vamos a tomar un 
trago, para olvidar esta locura por un momento.

 

—Solo si tu invitas —dijo caminado hacía la salida.

 

 

                      ...........................

 


Al llegas al bar Zayn, decido quedarse en la 
mesa, esperando a sus víctimas, mientras 
yo me dirigi ala barra, solo espero que no 
les hable sobre los 10 trastornos mentales 
más comunes, alas nenas.

 


—Buenas noches agente —me saluda 
Scarlett —¿el rubio que dejaste en la mesa 
es tu novio?.

 

—Es mi compañero Zayn—le respondo 
dando una pequeña sonrisa—¿ y tu tienes 
novio?.

 

—No —dice mientras acomoda las botellas 
de alcohol en el estante.

 

—Entonces me dejarías invitarte un 
trago —preguntó.

 

—No soy de beber, pero una piña colada si 
te puedo asectar.

 

—No se si en este lugar tenga piña colada.


—No me ofendas hermano —interrumpe 
Nick —acá tenemos todos las bebidas 
alcohólicas, que te puedas imaginar —dice 
entre balbuceos.

 

—Por qué mejor no te llevó al depósito para 
que descanses.

 

—No, no es hora de dormir, la fiesta resien 
en pieza —le cuesta estar de pie.

 


Lo tomó de la cintura llevándolo al depósito 
de bebidas, lo recuesto al costado de las 
cajas de ron, poniendo en su cabeza una 
cojín que encontré tirado e un rincón.

 


Salgo del depósito y me doy cuenta que Zayn, 
esta con una nena en cada brazo, eso de ser 

psicólogo debe de tener sus ventajas, 
solo espero que no les pida, que dibujen 
el hombre bajo la lluvia.

 


—Veo que tu novio se está divirtiendo, 
sin ti —Scarlett, tiene en la mano su piña 
colada, pone el sorbete en su boca, 
mirándome  fijamente.

 

—No quisieras absorber algo más 
rico —le digo  acercándome hacia ella.

 

—No croe que sea más rico que mi piña 
colada —dice sentada encima de la barra, 
pero aún rincón.

 

—Tendrás que probarlo, para 

averiguarlo —me pongo entre sus piernas, 

sin acercarme mucho.

 

—Ahora estoy trabajando, no quiero que mi 
jefe me despida —pone su mano en mi hombro.

 

—Tu jefe esta inconsciente, tirado en el 
depósito —pongo mi mano en su 

pierna —no tendrás un cigarrillo.

 

—Si, espera —se para encima de la silla 
poniendo su abdomen en la barra, estirado 
sus brazo a bajo de esta, sacando una 
cajetilla de cillarillos con el  encendedor.

 


Teniendola  en esa posición medeja ver, 
apliamente  todo su culto, sus piernas que 
no son tan gruesas, ni tan delgadas. 
A sí es como me gustan, pero lo que sí se 
está poniendo grueso es mi pene.

 


—Me gustaría que te quedaras, a sí toda la 
noche —le digo ayudándola a sentarse 
en la barra.

 


Me pongo el cillarillo en la boca y le hago 
una señal para que ella lo encienda. 
Scarlett, prende el encendedor, pero se 
queda viéndolo fijamente la llama por 

unos segundos, chasqueo mis dedos para 
sacarla de sus pensamiento, ella reacciona 
y estira el brazo llegando a encender mi cigarrillo.

 


—Toma —meda el encendedor, mientras 
toma un poco de su bebida.

 

—En qué nos quedamos —le digo pasando 
mi mano entre su pierna derecha.

 

—Creo que nos quedamos, en que me 
contarías cobre el caso —habré un poco 
sus piernas.

 

—Primero sirbeme un trago o mejor la botella 
de whisky.

 

—No, lo que tu quieres es verme el culo 
cuando me de la vuelta—se apoya en mi 
hombro bajando de la barra.

 

—No, como crees eso —le digo quiñando un ojo.

 

—Me ayudas a subir —pregunta poniendo 
la botella de whisky en la barra.

 


La tomo de la cintura, mientras que ella me 
rodea con sus piernas, la siento en la barra 

quedándonos cerca fente a frente.

 


—Me prestas tu vaso.

 

—Pero si me dijiste que tomarías de la botella.

 


Habro la botella tomó un poco, hasta 
llegar ala altura de la etiqueta, ella me mira 

sorprendida, yo solo le quiño el ojo y la toma 
de la cintura llevándola cargada al deposito.

 


La echo encima de las cajas bacias, que 
están en el piso, bebo un poco de whisky y 
me acerco hacia ella dandocelo en la boca.

 


—Tendrás que beber conmigo, de la botella.

 

—Estas bien, pero no debemos estar acá, 
mi jefe se puede despertar —cierra sus piernas.

 

—Tranquila, se ve que el dormirá por un largo tiempo.

 


Pongo mis manos de bajo de su vestido, 
haciendo a un lado su ropa interior, 
introdusco mis dedos, sintiendo su humeda 
y caliente vagina, todo está bien resbaloso 
allá adentro, con el dedo pulgar rozó  su 
clitoris mientras la sigo penetrando con 
mis dos dedos. 
Scarlett, se tapa la boca, tratando de que 
no se escuche sus gemidos, pero no puede 
evitar su respiración agitada.

 




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