Capítulo 1: El despertar

Una tarde tranquila y normal como cualquier otra, el viento soplaba de manera relajada, se podía escuchar las risas y el murmullo de los jóvenes que divagaban por los largos pasillos de la escuela secundaria Pearl, la emoción de los jóvenes era grande en su último día de clases.

En uno de estos pasillos se podía escuchar una charla en particular, dos jóvenes estudiantes de tercer año, tenían una conversación, casi como discutiendo entre ellos.

Johan: Acaso ¡¿no has escuchado los reportes?!

Chris: ¿Sobre personas con "habilidades especiales" y que la Destinencia, una corporación que supuestamente no existe trata de ocultarlo? Sí, creo que me hablas de eso a veces... solo a veces.

Johan lo veía con cara de molestia, mientras apretaba unos libros que traía en su mano derecha mientras a su vez apretaba los dientes.

Johan: Yo más que llamarlos gente con habilidades, los llamaría con poderes. ¿que acaso solo yo me doy cuenta? La Destinencia nos oculta información...

Chris con cara escéptica solamente podría hacer una risa burlona y girar los ojos en señal de incredibilidad, casi sin poner atención. Ya que su mirada estaba en un conflicto que se está formando a unos cuantos metros de ellos.

Johan: ¡Oye! ¡Chris!

Dijo Johan dándole un empujón a Chris, haciendo que este se sorprendiera y dirigiera su vista hacia él.

Johan: Préstame atención hombre, sé que quizá no me consideras tu amigo, pero para mí tu si lo eres, además de ser de los pocos que le atraen este tipo de cosas, entiendo que no es divertido ser el único nerd de la clase.

Chris sorprendido y con cara de desacuerdo alza las manos antes de responder.

Chris: Que tenga buenas calificaciones no me hace un Nerd. Cállate un momento y mira lo que sucede por allá. Al parecer a Damián no le va muy bien que digamos.

Lo que distraía a Chris era nada menos que una discusión de una pareja, donde se podría escuchar al chico casi rogar por la atención de la chica, esta solo lo ignoraba y después de unos momentos de querer alejarlo se apartó de su lado y se acercó a donde se encontraban el par de jóvenes. Aferrándose al brazo de Chris, como si se conocieran de siempre.
Este preocupado al ver que la chica lo tomaba de brazo, empezó a sudar y sentía como que el aire le faltaba al saber lo que se aproximaba, Damián con una cara de "mil demonios" se acercó a ellos.

Jessica: Así es Damián, la razón por la que no aceptaré salir contigo es porque estoy con él, así que será mejor que me dejes de molestar de una buena vez.

Jessica miraba a Chris con una cara de preocupación que gritaba "ayúdame".
Chris solo podía verla aún con asombro, para luego girar su cabeza y ver la cara roja de furia de un Damián que fuertemente apretaba los puños y fruncía el ceño de mala manera.

Damián: ¿Con este perdedor? ¿Es en serio que usas a este tonto como escudo? Sabes que podría molerlo a golpes si lo quisiera.

Cosa que era irrefutable, ya que Damián era un joven alto de unos 1.82 metros, de piel bronceada, hombros anchos y brazos musculosos, capitán del equipo de fútbol, era admirado y respetado por todos sus compañeros, no era un tipo bravucón, pero sí perdía fácilmente la cordura, lo que lo había hecho ya varias veces acabar en castigos, además también de lesionar a sus compañeros en el equipo del fútbol.

Por otro lado, Chris era un joven alegre, de piel blanca, ojos cafés y cabello negro, complexión delgada pero hombros anchos, era el menor de su clase y a la vez el mejor estudiante de ella, aunque no se consideraba un nerd, tampoco era muy fuerte físicamente.

Chris: Oye, ¿no podríamos hablar de esto?

Con una sonrisa forzada en su cara, y voz temblorosa, buscaba consuelo en la mirada en su compañero, el cual se había marchado al ver el gran problema que se estaba formando.

Chris: (Si, muy amigos ¿no?)

Todo esto lo único que provocó fue que Damián lo arrancara de los brazos de Jessica, estrellándolo contra los casilleros, mientras lo tomaba de la camisa.

Damián: Sabes que nunca me meto con los demás para que ellos no se metan conmigo, así que desaparece de aquí y trata de terminar entero tu último día de clases.

Jessica con preocupación tiraba del brazo de Damián para que soltara a Chris, pues se sentía arrepentida por haber metido en ese problema a ese pobre chico.

Jessica: ¡Ya Damián! No hagas esto, déjalo ir.

Chris miraba con terror a Damián, mientras este lo soltaba bruscamente, y se dirigía nuevamente hacia Jessica.
Chris solo giró su cabeza, tragó grueso y procedió a retirarse, no obstante, al dar cinco pasos, en su subconsciente se cuestionaba de su acción.

Chris: (¿En serio? ¿en último día de clases te harás el héroe?, incluso aquel tonto escapó al no más ver a Damián, parece que es más listo que yo después de todo)

Chris: ¡Oye tú! Déjala en paz de una vez, ya te dijo que no le interesa nada que venga de ti.

Damián: ¡Metete en tus asuntos, cerebrito y déjame en paz de una vez!

Chris: La verdad creí que tenías más cerebro y orgullo para entender cuando te han rechazado, pero al parecer si eres nada más que músculo.

Estas palabras ocasionaban la burla de los compañeros que se encontraban cerca del pasillo, lo cual ponía a Damián en una situación vergonzosa.

Acercándose a él, como León sobre su presa, con una mirada fulminante e inflando su pecho, nuevamente Damián empujó contra la pared a Chris, este último alcanzó a ver entre los pasillos una silueta conocida y empezó a gritar.

Chris: ¡Esta bien Damián te daré mi dinero, pero no me golpees!

Damián: ¿Qué? De que dinero estas...

Director Cortes: Disculpe señor Leonhart, me gustaría saber la razón por la cual necesita el dinero del joven Faith, yo le podría sugerir destinos gratuitos, como un castigo en mi oficina, por ejemplo, pues empezaba a sentirme solo en ella.

Director Cortes: En tanto a usted señor Faith, recuerde la entrega de medallas que dará inicio en unos minutos, me dijeron que fue el puntaje más alto de su clase, ojalá el joven Leonhart le pidiera un poco de cerebro en lugar de dinero.