La noche se desvanecía dándole entrada a un nuevo día; pero en un oscuro lugar, al lado de sus recuerdos, una vos lo llamaba, cada vez más fuerte, una voz que resonaba por todo el lugar, una voz ensordecedora y a la vez seductora, no podía dejar de caminar hacia ella, sus pelos estaban de punta, las manos le temblaban, sus ojos puestos completamente hacia delante, cada paso que daba ponía más en alerta sus sentidos, su corazón palpitaba velozmente, el aire llegaba lentamente a sus pulmones, sentía un calor agotador y en su mente solo se preguntaba.
¿porqué no puedo dejar de acercarme?
Nuevamente estaba allí, ese lugar que ya se había vuelto tan familiar, ese lugar que conocía muy bien pero aun le daba temor visitar. Una vez allí pudo al fin comprender lo que decía aquella voz.
???: ¿QUIEN ERES?
Esas palabras se escucharon como un trueno, y se sintieron como un choque eléctrico en su corazón y cerebro.
Chris: ¡¡Aaahh!!
Chris: Otra vez, ese sueño. una y otra vez...
Con sus manos en el rostro con el corazón aún alterado se repetía la misma pregunta, de pronto una dulce maternal voz se escuchaba.
Abuela: ¡Chris! ¿Estás bien?
Estos gritos se escuchaban de una amable ama de casa que desde la cocina hablaba con su nieto que aún en se encontraba en su habitación.
Chris: Si abuela no te preocupes, solo fue una pesadilla.
Abuela: ¿Otra más? Bueno descansa otro rato si gustas, dentro de un rato haré el desayuno, así que duerme otro poco.
Chris: Esta bien abuela.
De repente, entre los quehaceres de la casa, se escuchó que alguien llamaba a la puerta, la humilde señora se movió a la mayor velocidad que su viejo cuerpo le permitía para atender al llamado. Al abrir la puerta, se llevó una sorpresa, un hombre con un sombrero y un gran saco café la esperaba.
El silencio invadió la casa, el miedo a dormir lo hacía retorcerse en la cama, y el hecho de querer hacerlo le daba ansiedad, finalmente se rindió al ver la hora que era.
Chris: *bostezo*... Demonios no creo poder dormir más, además ya son las diez, la abuela dijo hace rato que ya haría el desayuno.
Chris: Mmm... es raro que no me haya llamado aún.
Tomándose su tiempo, procedió a ordenar su habitación y salir de ella, en su corazón sentía que algo estaba mal, que algo faltaba; al bajar las escaleras, sus dudas de aclararon.
Chris: ¿Abuela?... ¿abuela?...
Chris: (Que raro, ¿habrá salido? No es normal que deje así de desordenada la casa.) ¿Eh? Una nota.
Nota: Hola Chris, mi jefe y tu tienen unos asuntos pendientes, así que te hago la cordial invitación, a las 4 de la tarde, en los varios bajos de la ciudad, más específicamente en el llamado "pueblo fantasma".
Te estaré esperando.
Psd: Espero no te hagas el listo, ya sabes por el bien de tu abuela.
Firma: M.M.
La mente de Chris se paralizó un momento, creyó por un segundo que le estaban jugando una broma, que quizá seguía dormido. Miraba el techo de la casa y estuvo así durante unos cuantos minutos, sin pensar en nada, al leer la nota por segunda vez, pudo pensar más claro y ver la seriedad del problema, lo habían encontrado, ¿cómo era esto posible?
Su corazón se llenó de enojo y su mente de preocupación. En una abrir y cerrar de ojos pasaron las horas y el tiempo de partir para su encuentro con este extraño comenzaba.
Saliendo de su casa, con una hora de anticipación a la hora pactada, se dirigió a tomar el autobús, pues sabía que no podría llegar a su destino tan fácilmente, básicamente vivía "en la esquina opuesta" a este lugar.
Durante su viaje en autobús, su cabeza daba vueltas y vueltas, la preocupación, lo hacía imaginar mil y un cosas, se sentía impotente, culpable, pero también furioso con este misterio personaje, pero aún está furia no lo hacía dejar de pensar, ¿a que me enfrentaré esta vez?
Pues desde el suceso de Rayo hace unos días, no había tenido más problemas y ahora de repente esto.
Tanto pensar y pensar, lo hizo quedarse dormido en su asiento.
????: Tranquilo, todo estará bien. Yo estoy aquí.
Despertándose de golpe después de haber escuchado esta voz, volteó a ver su alrededor y notó que era el único en aquel autobús, y que su parada estaba por venir. Aún luego de bajarse del autobús, debía caminar un par de kilómetros, pues hablábamos de una zona olvidada por la humanidad, o al menos así llamaban a ese lugar.
Chris: Vamos, ya casi llego, creo que es primera vez que vengo por aquí.
Aquel lugar completamente deshabitado, con casas destruidas y olvidadas, le hacía pensar en aquellas películas apocalípticas que tanto veía. El aire era frío, al punto de hacer que su aliento se hiciera visible, los techos sonaban y silbidos se escuchaban al aire entrar en los tubos, la neblina se hacía notar pero solo al nivel del suelo, solo llegaba a cubrir los pies de una persona. Se decía que la noche llegaba primero a ese lugar que a él restó de la ciudad, pues aún eran las 4 de la tarde y la oscuridad de aquellas calles se hacía notar.
Adentrándose, empezó a buscar entre las calles y callejones, a aquel que era su anfitrión en este lugar. Solo unos pocos bombillos funcionaban y el hecho de buscar sin encontrar nada, lo hacía desesperar, hasta que finalmente se detuvo.
Chris: (¿Donde rayos esta? ¿Para qué demonios me llamo a este lugar?)
???: Hola Chris, me alegra que hayas aceptado mi invitación.
Desde sus espaldas se escuchó este saludo, que lo hizo voltearse de inmediato y pudo notar a quien las había dicho. Un hombre con un saco y un sombrero.
Chris: ¡¿Quién eres?! ¡¿Dónde está mi abuela?! Déjala en paz ella no tiene nada que ver en esto.
Maximun: Mi nombre es Thomas Smith, mejor conocido en los barrios bajos como "Maximun". Y tienes razón, tu abuela no tiene nada que ver en esto, solo fue un incentivo para hacerte venir, y puede calmarte, ella está bien.
Chris: ¿Qué rayos quieres?