Los Caminos Del Valle Nocturno

I. El Vacío

    Los días nublados me recuerdan a los sueños. ¿Acaso has visto alguna vez un sueño a color? Yo he visto un rostro color púrpura y un par de hojas de un vívido color amarillo entre el montón de la copa de un árbol. He visto muchos tonos de gris, como un día nublado.

    En la segunda mitad de abril, con el cielo cayendo al mar, noté que no tenía idea de cómo llegué a la playa en la que me encontraba. También me di cuenta que había terminado la universidad hace diez meses. ¿Por qué me perdí de un evento tan importante? Analizando la forma del agua, es decir, los trazos que las olas dejaban en la arena, concluí que había estado soñando en el mundo equivocado. Si bien los sueños son tema aparte, sentirse en un estado de sueño mientras se vive es horrible. ¿Lo viví o lo imaginé?¿Realmente hice aquello?

    No lejos de esa playa, un acogedor hostal se escondía entre la vegetación de una montaña. Un magnífico legado que le pertenecía a mi tío Merlín y su esposa Alba. Sobra decir que alguien como yo nunca podría, ni en cien años, adquirir un pedazo de tierra. Los tiempos han cambiado, eso es indiscutible. No obstante, dejó de ser un lugar acogedor cuando se convirtió en mi lugar de trabajo.

    Admito que mis tíos fueron una gran ayuda cuando estaba estudiando, me dejaron una habitación a cambio de ayudar en su hostal. Por supuesto, desde su punto de vista, yo no era más que el voluntario que puede usar aquella habitación de esquina mal construida y que no se puede alquilar por su aburrida vista a una sucia pared.

    También debo admitir que yo debí haber conseguido un empleo antes de graduarme. ¿Por qué tuve que ser el tipo de persona que no conoce a nadie? Por lo tanto, me convertí en un empleado más del hostal quien escuchaba dos o tres veces a la semana la misma pregunta de Alba:
    —¿Para qué estudiaste si no planeabas ejercer? 
    —Simplemente es difícil encontrar un trabajo. —se escuchaba decir a alguien.
    —¡No es eso! Trabajo hay, pero mira la carrera más inútil que estudió.

    Posteriormente, Alba solía hacer una dolorosa comparación con los hijos de sus amigas. ¿Por qué me veía como un holgazán que desperdició sus estudios? Tal vez era envidia, sus propios hijos tuvieron un final desagradable antes que ella conociera a mi tío, y eso no era mi problema. 

    Cada recuerdo de los últimos días estaba mezclado con mis delirios nocturnos y la voz de Alba disminuyendo mi valor en el mundo. En este punto de mi vida, bien podría decir que lo soñé todo y no estaría equivocado. Particularmente, el sueño que tomó posesión de mis pensamientos mientras estaba sentado en la arena fue el siguiente:

    Después de un hermoso día en la escuela con mi viejo amigo Lorenzo, esperábamos impacientes el autobús. Preocupado por algo, regresé a la escuela donde me esperaba un casillero abierto, cuya luz rojiza llamó mi atención. Al verlo más de cerca, se notaba que era un casillero más alto de lo normal, tan alto que entré sin problemas y éste se cerro tras de mí. 

    Me encontré de pronto en un pasillo, la luz de la salida se hacía visible a medida que avanzaba por los estrechos muros de aquel camino. Al salir, me cegó una intensa luz que finalmente se disipó en forma de bruma. Escuché el sonido del mar y el de las gaviotas. Detrás de mí se cerró el camino, ahora con la forma de un árbol. ¡Vaya sueño! No era la primera vez que podía darme cuenta que estaba dentro de uno, pero ese día aquel sueño parecía muy extraño. 

    El árbol en medio de la playa, tenía muchas ramas esparcidas en la arena. El ruido de las gaviotas sobrevolando un bulto activó mi instinto y empuñé una rama que bien podría tomarse como una daga. Por supuesto, no tardé en estar frente a frente con lo que me esperaba, la luz azul que emanaba del bulto me invitaba a tocarla con mi mano. Sin embargo, use la rama en su lugar para darle piquetes hasta que se volvió oscuridad. 

    Consciente de mis sentidos durante este sueño, me tomé el tiempo de observar el bulto cuando la luz se volvió un espeso humo. El bulto no era más que un hombre sin rostro y a través de su estómago se abría un camino oscuro. ¿Sería posible entrar? No dudé ni un segundo en sumergirme como si de agua se tratara y me recibió del otro lado un magnífico palacio de mármol y cristal. 

    Parecía que había abierto una trampilla, o más bien, una loza en el piso por la que salí. Escuché murmullos que se acercaban mientras salía de aquel agujero. Finalmente los murmullos estaban tan cerca que pude escuchar bien.
    —¿Desde cuándo tenemos que preguntarte? Haz lo que se te pide, no eres imbécil para tener que repetirlo y que lo entiendas —decía una voz.
    —¡No entiendo esta jerarquía! Hasta donde sé, deberías hacer exactamente lo que hago yo, estoy seguro —replicaba otra voz.

    Pasos apurados se acercaban a mi posición. Con pánico, me escondí detrás de una columna en medio de una sala con dos entradas enormes sin puertas. Los pasos se acercaban y algo me tomó de la pierna. Mi corazón se aceleró como si estuviera despierto hasta que vi el animal verde y blanco que me estaba examinando con una de sus patas. La confusión entró para reemplazar el pánico dentro de mí, traté de identificar al animal pero nunca había visto nada parecido. Su comportamiento era el de un gato más grande de lo normal, quizás un tigre muy pequeño, ¿por qué era verde? Seguro que estaba admirando su almuerzo porque en sus grandes pupilas vi que deseaba dar el primer mordisco hasta que fue interrumpido por la llegada de un hombrecillo descalzo a la sala.

    Del feo gato verde se extendieron un par de alas raquíticas y su pelaje se erizó. Huyó por una de las entradas y el hombrecillo que recién había llegado se encontraba sin aviso justo a mi lado. No dijo nada, sacó de su bolsillo un silbato y se lo llevó a la boca. Me alejé de él tratando de salir de la sala pero mi cuerpo se empezó a sentir pesado. Me llenó un presentimiento agobiante, me sentía fatigado y hacía calor. Corrí hasta llegar a otra sala y vi una enorme ventana abierta con una vista asombrosa.



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En el texto hay: fantasia, misterio, sueño

Editado: 10.06.2024

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