ILENA
Una vez había terminado con todo, salimos de su casa rumbo a la mía para buscar a los chicos.
-Como se conocieron?-pregunto Tom.
-Nos metimos en una pelea- dije.
-porque pelearon?.
-porque ellos estaba en un grupo de malandros, y se habían metido con alguien importante para mí, entonces yo fui y les una lección de modales; Al final ellos fueron los únicos que lograron salirse se eso.
-y se hicieron amigos después de eso?.
- Si, supongo, bueno no les di mucha opción más bien los obligue a hacerse mis amigos.
-Siempre obligas a las personas a ser tus amigos?- bromeo.
-Que¡?, claro que no, piensas que una persona como yo necesita obligar a alguien para que me quiera- me hice la ofendida.
-Me consta que no lo necesitas- dijo con un tono más serio.
-de que hablas- pregunte sin entender.
-de nada- dijo con simpleza.
-desde la mañana estas raro- dije acusatoriamente entrecerrando mis ojos mientras lo miraba a la cara, el bajo la mirada y sonrió divertido.
-solo son tus paranoias de señora- dijo para después reírse de su propio chiste, que por cierto a mi no me hizo gracia, el que al ver que yo no reia dijo más serio- estoy bien, no tienes que preocuparte- dijo y pasó su brazo por mis hombros acercándome a él, dejo un beso en mi frente y dijo- gracias por preocuparte por mi, lo aprecio mucho.
-no es nada- dije tratando de sonar normal pero la emoción solo hizo que hiciera una mueca rara, el rió y me apretujo más hacia el.
Lo miré emboba, y sentí como el calor subió a mis mejillas cuando el bajo la mira y me encontró mirándolo, este me dedicó una linda sonrisa para después dar un golpecito en mi nariz con uno de sus dedos lo cual me hizo sonreír, rodee su cintura con mis brazos y andamos abrazados hasta llegar a mi casa.
Abrí la puerta, y me hice a un lado para dejarlo pasar, cerré la puerta y dejé mis llaves en el mueble del recibidor.
-CHICOS- grité para que me escucharan.
-YA VAMOS- grito syrma desde el piso de arriba. Unos minutos después bajaban (muy acalorados a mi parecer).
-chicos- anuncié- el es Tom, Tom ellos son lesath y syrma- dije
-mucho gusto lu-
-el no sabe los que somos, ¡silencio!- lo interrumpi.
-mucho gusto, soy lesath- se precipitó lesath.
-mucho gusto- dijo estrechando la mano del mayor.
Syrma se encontraba en su lugar con la cabeza agacha y haciendo con sis labios hacia pucheros.
-syr- lo llame- no es tu culpa cariño, olvidé decírselos, no te preocupes- dije tranquilizandolo. El asintio.
-que les parece si nos vamos- dijo lesath.
-esta bien - asenti y cuando Tom salió de la casa le hice una seña con la cabeza a lesath para que hablara con el menor mientras yo salía fuera de la casa con Tom.
-ya salen?- pregunto.
-si, están revisando si todo está correctamente cerrado- le conteste.
-esta bien- unos minutos después ellos salieron.
Caminamos hacia el centro, los chicos iban unos metros delante de nosotros cuchicheando entre ellos de vez en cuando nos daban miradas rápidas poco disimuladas y volvían a voltear rápidamente.
-que les pasa a esos- pregunte cuando voltearon otra vez.
-ni idea, si tu no sabes yo menos- informó- Son novios?- pregunto de repente.
-shhh, te van a escuchar.
-no creo están muy lejos.
-ni tanto además tienen muy buen oído.
-pero igual estan muy lejos- dijo- nadie normal por muy buen oído puede escuchar a esa distancia.
-creeme, te van a escuchar.
- esta bien- dijo mi seguíamos caminando, hasta llegar a un bufé del pueblo.
Almorzamos, y luego fuimos a elegir ropa, tom ayudó a los chicos mientras yo veía cosas paea mí.
-me gusta eso- dijo mi mate por el vestido que estaba mirando- te quedaría maravilloso.
-tu crees?- dije examinado detenidamente la prenda- creo que se vería mejor en amarillo.
-te queda mejor el blanco.
-si pero me gusta más el amarillo- informe.
-lo tendré en cuenta para el futuro.
El tomó el mismo modelo de vestido pero en amarillo y lo llevó a la caja unos segundos después el se acercaba a mi con una bolsa.
-aqui tienes, es un regalo de mi parte- lo miré sorprendida y cogi la bolsa.
-Vaya, no era necesario, muchas gracia Tom.
- no es nada- dijo el sonriendome.
Pasamos el la tarde juntos; los chico y Tom se llevaron bastante bien, aunque tengo que decir que congenio mejor con el Moreno; para syrma y para mi fue agradable ver como ellos debatían sobre temas variados y hacían chistes entre ellos.
Llegamos a casa los cuatro y entramos a descansar después del recorrido que hicimos para buscar el estilo de ropa que al menor le gustaba.
-quieren algo de beber- pregunté yo.
-Agua, por favor- respondió mi mate.
-yo igual- respondió el Moreno.
-voy a ayudarte- dijo el menor levantándose.
-vale.
Servimos el agua con trozos se hielo en una jarra, syrma por su parte opto por un jugo de durazno y yo por un café.
Volvimos junto a ellos y nos sentamos. Una amena platica empezó; yo me relaje que en mi lugar y los observe, por primera vez después de mucho tiempo mi casa estaba llena, y no era un profundo silencioso y ese se sentía simplemente maravillado.
-estas bien, Lena- pregunto mi mate.
-si, por qué?.
-estas muy callada.
-estoy bebiendo mi café y no se habla con con la boca llena- me excuse.
-esta bien.
Las horas habían pasado y para nosotros en un abrir y cerrar de ojos la noche había bañado todo con su manto obscuro.
-bueno, tengo que irme- dijo mi mate levantándose de su lugar.
- te acompaño- dije yo imitando si acción
-no es necesario, Lena.
-tengo que revisar las baterías, vamos!- insisti empujandole a la puerta.
-espera, adiós lesath, adiós syrma- se despidió con rapidez.