ILENA.

Una vez más había tenido la suerte de dormir a su lado, la noche anterior fue de excesos tanto así que incluso a mí me retumbaba la cabeza, tengo que admitir que no era muy responsable de mi parte descontrolarme de esa manera, ya que si bien mi fuerza había retornado, luna aún seguía cansada, belsabed me advirtió que le tomaría una semana a lo mucho para recuperar las energías, también habíamos descubierto el porqué de la fisura del vínculo entre ambas, el hecho de haber dejado de lado mi naturaleza y la discusión sobre marcar a Tom nos habían debilitado sin darnos cuenta. El rubio soltó un suspiro sacándome de mis pensamientos, me acurruqué a su lado y el pasó su brazo sobre mis caderas, si despertaba sólo fingiría estar dormida, hundí mi nariz en el hueco de su cuello e inevitablemente dejé un beso en esa zona, él se removió haciendo que me quedara completamente estática pretendiendo estar dormida, sentí como él ajustaba su agarre en mi cadera pegando más su cuerpo al mío, sentí leves caricias en mi pelo y luego lo escuche susurrar "que bonita" mientras él dejaba un beso en mi hombro.
Sentí las mejillas calientes, su olor se impregnaba en mi nariz: menta, azúcar quemada y el alcohol de anoche.
Sus labios pasaron de mi hombro a mi cuello y de mi cuello a mi mejilla, el corazón estaba a punto de explotarme, se acomodó para mirar mi rostro y su rostro se llenó de terror cuando vio que tenía los ojos abiertos. Sonreí, acerqué mi rostro al suyo y mime su nariz con la mía (¿qué es lo peor que podría pasar?) Me pregunte y con mi mano en su nuca lo acerqué a mí para después besarlo. Él respondió de inmediato ajustando su agarre en mis caderas, inclinó su cuerpo sobre mí,tenía una de sus manos en mi mejilla y la otra me sostuvo por la espalda, nos separamos, ninguno de los dos dijo nada solo nos dedicamos a mirarnos, sus ojos brillaban de una forma maravillosa y con mi mano aprisionada en su pecho pude sentir que su corazón latía casi tan aceleradamente como el mío. La voz de syrma nos sacó de nuestro mundo.
-el desayuno está listo -dijo del otro lado de la puerta. Tom suspiró -ya vamos -respondió y cuando escucho que syrma se alejaba volvió a mirarme, pero no dijo nada simplemente se me quedó viendo.
-esto no es un sueño por si te lo preguntas -dije tratando de romper el silencio.
-lo sé, si lo fuera ya no tendrías ropa.
-que? -dije sorprendida, él sonrió divertido -que es lo gracioso, niño -dije con reproche.
-no me digas así.
-o que? -pregunte yo con todo desafiante.
-o no me haré responsable por mis acciones.
-vuelve a decir que me quieres sin ropa y yo tampoco lo haré -dije acercándome a su boca para tentarlo, tomo mi nuca y estampó sus labios contra los míos, poco a poco fue metiéndose entre mis piernas, acarició mis muslos, subió hasta mis caderas, sus manos se colaron debajo de mi blusa y subieron hasta mi cintura.
Presionaba su cuerpo contra el mío, sus besos se volvían más intensos y mis partes bajas se humedecían. Sus labios bajaron a mi cuello haciendo que soltara un jadeo, dejaba pequeñas mordidas en esa zona, bajó el tirante de mi blusa para besar mis hombros y clavícula, enterré mis dedos en su pelo mientras suspiraba de placer. Me abracé a su cuello, el dejo un camino de besos desde mi cuello hasta mi mandíbula y desde mi mandíbula a mis labios, baje mis manos acariciando su espalda y metí mi mano bajó su remera para acariciar su abdomen. Enrede mis piernas en sus caderas para acercarlo más a mi cuerpo, las consecuencias ya no importaban, mi cabeza ya no era capaz de tomar decisiones coherentes, nos separamos agitados.
-lo siento, fui muy lejos - dijo en un murmullo sentándose en la cama aun entre mis piernas.
-fui yo quien te beso primero.
-si, pero no es excusa para ponerme en ese plan.
- yo te seguí y además -dije incorporándome buscando su mirada -soy bastante grandecita para detener este tipo de situaciones si no es de mi agrado lo que me hacen -dije con una sonrisa.
-deberíamos bajar a desayunar -dijo manteniendo su mirada en mis labios.
-sí, deberíamos -dije acercándome a él instintivamente,acortó la distancia uniéndonos en un suave y cálido beso.
-chicos -volvió a llamar syrma, ambos suspiramos, quería matar a syrma.
-ya - grité yo de vuelta.
-adelántate -dijo acomodando sus caderas lejos de mí.
-lo siento -dije al comprender.
-no te preocupes es una reacción natural de mi cuerpo, la causas todo el tiempo -dijo restándole importancia, mis mejillas se calentaron la naturalidad con la que decía eso me había dejado sin palabras, él aprovechándose de mi sorpresa me robo un beso, salió de la cama y caminó medio abierto hacia el baño.
Bajé desganada hacia la cocina, al entrar le dirigí a syrma una mirada de pocos amigos y me deje caer en la silla. Lesath le dio un codazo en el brazo al menor y murmuró un "te lo dije".
Unos minutos después Tom bajaba las escaleras, ya caminaba normal. Yo que tenía la cara apoyada en la mano mientras que con la mano libre me llevaba a la boca la banana troceada con miel, me le quedé viendo, su andar tranquilo y desenvuelto era algo digno de apreciar, la sonrisa coqueta que me dedicó hizo que me enderezara en mi lugar, tomó el asiento a mi lado y se dispuso a desayunar. Podía sentir su olor mezclado con el mío en mi nariz y de vez en cuando le lanzaba miradas furtivas mal disimuladas que el noto, y muchas veces me atrapaba mirándolo, una sonrisa divertida se formó en sus labios que el trató de disimular llevándose el vaso de jugo a los labios.
- bueno -dijo Tom una vez que habíamos terminado de limpiar la cocina después de desayunar todo -debería irme, ya abuse demasiado de su hospitalidad, me acompañas a la puerta Lena? -pregunto dirigiéndose a mí.
-si, seguro -dije deshaciendo el nudo del delantal y dejándolo sobre la isla y camine detrás de él sin despegar la vista de sus bonitas y redondas nalgas, reprimí en impulso de soltarle un manotazo.
-nos veremos luego?