Poco a poco, los guardias que fueron trasladados a planta baja por Brett fueron capturados por los escoltas y soldados que consiguieron infiltrarse ahí. Los limpiadores, médicos, enfermeros y personal en general, fueron acorralados. Ante el temor de la presencia de la corona de ambos reinos, dijeron todo lo que sabían sobre Roger y su mecanismo de reclusión para que nunca nadie se animase a traicionarlo.
Y es que, en su mayoría, los sirvientes provenían de orígenes humildes. Y tras ser reclutados por los sicarios contratados por Roger y su equipo proveniente del “Viejo Mundo”, éste les prometió que no tocaría a sus hijos si se mantenían calmados y seguían sus órdenes.
Mientras interrogaban a la gente que trabajaba en la vieja fábrica, el escolta del duque Aaron recibió un mensaje de su señor, que decía:
Mi hermano Eber y yo estamos detenidos en el subterráneo. Descuida, no nos harán daño si mantenemos la calma. Por ahora, enfóquense en capturar a Roger y esperen más instrucciones.
El escolta del duque Abiel, en cambio, recibió otra indicación de su señor:
Ya rescatamos a mi hermano Rhiaim y estamos contactando con la reina Panambi para que nos rescate. Mi hermano Brett está recorriendo los pisos superiores, junto con la ex reina Aurora, para enviarles a los guardias de Roger en la planta baja. Cuando los capturen, busquen a mi hermanito que sospecho que está planeando otra de sus locuras y DETENGANLO.
Ambos escoltas dieron un bufido por recibir indicaciones tan contradictorias.
El guardia se acercó al caballero Luis, le explicó la situación y éste dijo:
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Eber y Aaron seguían detenidos en el subterráneo. Como sus captores estaban armados con rifles, prefirieron mantener la calma y esperar a que el resto siguiera con la misión de rescate.
Aaron manipuló su dispositivo. Un guardia lo miró y, riéndose de él, le dijo:
Eber, quien comenzó a mirar hacia el techo, se preguntó en voz baja:
Ambos hermanos volvieron a permanecer en silencio. De vez en cuando, miraban sus dispositivos. Como desactivaron el sonido, debían verificar a cada tanto que recibieron algún mensaje. En eso, Aaron encontró una nota que pertenecía a Rhiaim, diciéndole:
Soy Rhiaim. Me encontré con Abiel y Brett. Estamos contactando con la reina para que nos rescaten. Brett y la ex reina se están encargando de persuadir a las personas que están inconformes con Roger para que nos apoyen. Por favor, ténganos paciencia. PD: Me enteré que golpeaste a Brett. ¿No te acuerdas que te dije que no golpearas a tus hermanitos porque eres ridículamente fuerte? ¡PUEDES REVENTARLOS, DEMENTE!
Aaron palideció y tragó saliva ante la advertencia de Rhiaim. Al final, murmuró resignado:
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Mis escoltas me avisaron que ya tienen a los guardias detenidos en la planta baja. Te esperamos en la terraza, ya enviamos un mensaje a la reina. Cuando estés con nosotros, veremos de capturar a Roger y rescatar a nuestros hermanos sin que nadie salga herido. Por favor, no te entretengas ni te expongas innecesariamente al peligro.
Brett dio un suspiro tras recibir el mensaje de su hermano Abiel. Comenzó a recorrer los pasillos vacíos, intentando no alarmarse por el estado deplorable del edificio.