A través de sus propios ojos deberán estar pensado muchas cosas, pero de seguro no se les ocurrió que, lo que veían eras espectros del más allá.
Alison , mi madre, no podía mencionar nada. Su boca quedó sellada cuando me oyó decir: "Ellos son nuestra familia".
Desde luego no pensó ni interpretó lo que había dicho. De igual modo, Ellias se acercó a uno de ellos, ya que al parecer le recordaba a alguien.
—¡Hijo, no!
Trató de sostenerlo.
Ellias dio pasos firmes hasta llegar a Albert. Cuando se detuvo, lo miró desde el lugar de donde estaba.
—¿Tu eres el que mi hermana me dijo una vez?...
—Así es, pequeño.
Sonreí al ver que de alguna forma él ya lo conocía.
—¿Y quién es él? —señaló al muchacho del otro extremo.
— Me llamo Steve, supuse desde un principio que sabías de nuestras presencias.
—¿Eso es posible?—pregunté.
—Puede ser, tú descendiente era vidente—dijo Steve.
—¿Cómo es que lo sabes?.
—Por qué, una persona que no se encuentra aquí. Lo sabe.
—¿A quién ...te refieres?
Steve señaló a donde se encontraba a mi madre, pero ella ya no estaba.
—¿Mamá? —llamó Ellias.
«¿En dónde se metió?»
De repente escuche el susurro de una voz.
—Por favor, ayúdenme....¡Tengo espíritus en mi casa!
Cuando llegué al comedor, mi madre utilizaba el teléfono.
Volteó con rapidez.
—¿A quién llamas, mamá?
—A la gente para que nos ayuden.
— Pero ellos son fantasmas pacíficos.
— Los fantasmas son espíritus que solo atormentan a mucha gente. Ellos nos asustan y lastiman. Debemos irnos.
—Estas loca—dije enojada, fui directo a la sala de estar— Chicos deben irse, mi madre los echará de manera esforzada.
—No lo ha entendido— dijo Janice al acercarse.
— Tu sabes por qué estamos aquí—musito Albert.
— Para ayudarlos a ver la luz, sufrieron bastante.
Mi madre apareció cuando les hablaba .
—¡Hija!
—No.
— Ven aquí.
—¡No!
Me aleje hasta donde estaban, Ellias me abrazo fuerte en la cintura, mientras Steve y los demás me rodearon.
— No quería decir esto pero...¡Te estás volviendo una mala influencia para tu hermano! ,¡¡¡Ven en este instante Ellias!!!
Era la persona que nos apoyaba en todo y ahora, pensaba mal de mi...
—¡Maldita sea Ellias, soy tu madre!...¡¡¡Hazme caso!!!— se acercó de una manera amenazante.
— Lo siento Sasha, pero Alison está poseída por él— dijo Janice de repente.
—¿Por él ? .....¿De Esteban?
—No, de otro ser más oscuro.
Alison ya estaba por agarrar a Ellias, cuando yo la empuje hacia el suelo.
Tome a Ellias en mis brazos, fui a mi habitación, allí nos encerramos. Puse como traba una silla.
Ella pateaba y golpeaba con fuerza lo que no era propio de ella.
—¿Ustedes poseen humanos? —pregunté a Janice.
—No, somos almas sin cuerpo pero no fuimos creados con ese propósito. Nosotros podemos influenciar el ambiente pero solo hay seres que logran llegar a manipular en sí, el cuerpo de un humano. Los demonios...
—¿D-Demonios? —dijo Ellias con temor. Me abrazó con más fuerza.
— Tranquilo— susurre—Pero...eso significa que Esteban también fue manipulado.
— Él se dejó manipular, quiso más fuerza— dijiste Janice.
— Es una lástima que no recuerde nada— musito Steve entre la charla.
— Cuando te hice la promesa , la cumpliré. Pero algo se, tú fuiste el novio de Claris Lewis.
Steve quedó impactado.
—Lo vi en una visión , ella te prefirió a ti. Pero...Esteban era otro pretendiente suyo. De lo que después supe...—mire a Janice—Qué te asesino por locura o quizás por que el demonio.
—Sólo sé que apenas de dejar de ver la luz, ya estaba muerta— dijo Janice al agachar la cabeza.
— Lo sé, lo vi con mis propios ojos. Lo lamento de verdad, Janice.
Mientras estábamos en el lugar, mi madre, dejó de golpear.
—¿Qué ocurre...por que se detuvo? — dijo Ellias.
— No lo sé.
De repente las luces de toda la casa se apagaron.
Se escuchó un grito, lo que asustó a mi hermano.
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Editado: 20.09.2022