Capítulo 20 : El camino

Sasha necesitaba saber la verdad , era todo confuso para ella.

Entre los fantasmas y los vivos no había tanta diferencia.

Mucho de los que están vivos están en constante dolor por muchas problemas de la vida y lo que están muertos por su parte, solo encuentra la pena al ver a su alrededor.

Por ejemplo, Sasha Lewis nunca pudo conocer a su padre biológico. Cada vez que le hacían preguntas a su madre, siempre le respondía lo mismo :"El no existe"

Cuando Sasha encontró una imagen de su madre con otro hombre, supo que era su padre.

La imagen era casi clara. Estaban en un paisaje como la de un sueño.

Árboles a su alrededor, el celestes cielo que los alumbraba y la delicada sonrisa de su madre que dejaba en Sasha la curiosidad..

¿Era feliz con él? ¿Por qué nos dejó? ¿Me aparezco a mi padre? . Se dijo ella una vez, pero sus respuestas jamás llegaron. Y con el tiempo sus propias preguntas no encontraban sentido alguno.

Varias de las tantas veces, la pequeña Lewis oía a sus compañeros charlar sobre la sobre los regalos que sus padres les hacían por días de festejo. Albergaba en Sasha más pena que una sonrisa.

—¿Qué te compro Carrie? — dijo una compañera de primaria.

—Una muñeca, es muy linda. ¡Y además tiene accesorios!

—¡Qué genial! — contestó otra.

«¿Qué es lo que tanto hay en un regalo?» pensó Sasha.

— Mamá también me compro cosas— dijo otra niña que luego de sacar un par de muñecas de plástico, dejo que las chicas a su alrededor la jugarán.

Desde ese entonces ella reprimió varios de sus pensamientos y olvido todo lo que tenia que ver con su padre.

A pesar del tiempo, Sasha ya se había convertido en una chica solitaria del que apenas conversaba con sus compañeros del colegio.

Su curso la considera extraña y misteriosa, ya que no decía casi nada. Pero aún así ella permaneció siendo una chica inteligente y pérdida en su mundo.

Hasta que conoció a dos chicos que cambiaron su vida...

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Cuando apenas Mark alcanzó a ver a Sasha, corrió hacia ella pero al hacerlo, tocó el timbre.

Las personas salían a montón desde los salones. Impidiendo a Mark saber donde se entraba Sasha y aquel chico. Los intentos de llegar a ella fueron inútiles ya que al llegar a la puerta. Ella se había ido.

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Mientras tanto, Ellias seguía en la casa de su prima Paula.

Ella lo miraba, cansada. Ellias no cambiaba su comportamiento, varias veces no quería comer o dormir.

—Ellias....— suspiro mientras se le acercaba— Al menos bebe algo, te lo pido por favor.

El miro por encima de su hombro como si hubiese alguien detrás de ella.

Paula volteo, no había nadie.

—¿Lo harás?

— Está bien—dijo él al rodear sus ojos.

Después de irse, Ellias miro al rincón de la habitación.

Había un fantasma, distinto de los que veía Sasha.

—¿Quién eres?

Aquel fantasma tenía la misma estatura de él y llevaba una aparente edad del que tenía Ellias.

Este le sonrió y se le acercó lentamente mientras Ellias permanecía en el lugar.

Sasha seguía al lado de Esteban pero noto que había algo diferente en él, como si su propio ser lo indicará.

—¿A donde me llevas?

— Tranquila sólo tardará unos cuantos minutos.

— Es que mucha confianza no te tengo.

Me detuve.

Esteban volteo al instante.

— Sólo espera, estamos cerca.

—¿Cerca de donde?

El lugar de donde estaban era parecido al que una vez llevo Alison a Sasha a un campo pequeño del que frecuentaba los chicos de Washington.

Había árboles ya marchitos y el pasto seco. Los juegos que ya se encontraba oxidados.

—¿Conoces este lugar, Esteban?

—Antes de que construyeran este parque, había una casa. Debió ser destruida.

—¿Y para que quieres mostrarme este lugar? ,¿Qué tiene que ver con lo que tienes que decir?

Esteban miro como si no tuviera respuestas, pero al fijar su mirada en un montón de matorral . Camino hacia ellas y luego me hizo señas de que lo siguiera.

—Ya deja de tanto misterio, dime que quieres.

El apoyo su mano sobre el suelo y luego dibujo algo.

—Aquí fue donde veía a Claris , cuando la conocí y luego me ayudó a enfrentar mi vida pasada.

Sasha lo escucha con atención, hasta que hizo una pausa.

— Mi propia familia me había abandonado— dijo al mirarla con tristeza— Se alejaron apenas vieron la oportunidad.

De repente todo lo que veía Sasha de Esteban no era sólo pena, sino culpa. Todo este tiempo pensaba que él tal vez era el enemigo. Pero no podía pensar con claridad, la imagen de Esteban, postrado en el suelo. Sus ojos perdidos en el mismo...

«¿Era nostalgia o le misterio lo que veía en los ojos de Esteban Arnold?» , pensaba Sasha.

No encontraba la salida...