Capítulo 3

Al día siguiente...

Lorena se preparó rápido pars cumplir su labor, dejó a su hija de 13 años en casa despierta porque tiene que ir a la escuela  como siempre Adele se levantaba sin ganas de nada.

Lorena tomó en autobús cerca de su casa, este la dejaba justo al frente de su trabajo no tenía que caminar mucho, ni tomar otro transporte con el bus era más que suficiente.

Llegó a su trabajo, caminó hacia su casillero para dejar el bulto que llevaba su comida, tomó su abrigo se lo puso, y fue a cumplir su labor.

En el pasillo escuchó murmuraciones acerca de los jefes, ella no le daba importancia porque opinar podría traerle problemas futuros. 

De pronto se acercó su supervisor.

— Buenos días Lorena — le saludó el supervisor Simón.

— Buenos días Simón — dijo Lorena.

— ¿ Todo bien ? — le preguntó.

— Sí, todo bien — respondió.

— Bien, la jefa quiere saber si usted quiere hacer horas extras en la noche — le comentó Simón.

— No, gracias — le respondió Lorena.

— ¿ Segura ? — le preguntó.

— Sí, segura — le respondió.

— Bien, que tenga buen resto del día — se despidió Simón y se marchó.

— Ni loca me quedo a trabajar en las noches — murmuró Lorena.

Recordó que tenía que buscar algo en el almacén fue en seguida, una vez abajo, se sintió extraña, como si algo estuviera ahí, se le erizó la piel. Salió de ahí inmediatamente.

Subiendo las escaleras sintió que le aruñaban la espalda, dio un grito inesperado.

— ¡ Auxilio ! — gritó.

Corrió lo más rápido que pudo, llegó a su lugar trabajo asustada, se sentó un rato, cerró los ojos y puso su mano derecha en su frente y el codo en una mesa.

En un rato aparece una compañera al verla se extraña.

— Lorena ¿ Qué te sucede ? ¿ Te sientes bien ? — le preguntó, al ver que no responde la toca por la espalda y le pasa su mano sobre ella.

— Ven te llevaré a enfermería — dijo la compañera.

— No, estoy bien, no te preocupes, sólo es sueño — le respondió.

— ¿ Segura ? — le preguntó.

— Sí,  descuida — le respondió.

La compañera se movió a tomar agua cuando terminó se marchó a su lugar de trabajo. Lorena se retiró de allí y fue al baño, ahí se recostó un rato para olvidar el momento.

Cuando llegó la hora de partir se movió, recogió sus cosas que estaban en el castillo, paso a buscar a Laura y se retiró para su casa. No le dijo nada a Laura de lo que le había sucedido.