Capítulo 8

Al día siguiente Alex se sintió motivado por las revelaciones que Marcos le había dicho a Alex de Yira. Este antes de partir cuando Yira llegó a trabajar se inclinó a conquistarla sea como sea. Alex vio que ya ella había tomado su lugar de trabajo, llegaba temprano y era provecho para él sentarse a hablar un poco con ella. Se aproximó con elegancia y cara de niño bueno de hecho Alex era joven de 28 años y Yira de 25.

—Buenos días princesa. ¿Cómo haz amanecido bella? —pregunté Alex. 

Yira lo miró con una sonrisa, dejando unos segundos en el aire.

—Buenos días Alex, estoy muy bien ¿Y tú cómo estás?

—Gracias preciosa, estoy feliz de verte una vez más aquí como siempre.

—¿Ya te vas?

—Casi me voy pero no podría despedirde de tu hermosura bella —pausó —. ¿Será qué podemos salir un día a comer, o a pasear? Digo si quieres; claro.

—Lo pensaré.

—Mi amor, no tienes por qué pensar mucho a esa pregunta, sólo dime que sí, mi vida —con sus dedos acarició la mejilla de Yuri.

Yuri quitó la mano de él.

—Alex sabes que aquí está prohibido las caricias y besos —le recordó Yuri.

Alex puso sus manos sobre su cabeza.

—Oh lo siento, verdad. No quiero que me pasé lo que le sucedió a Manuel —recordó Alex —. Pero no voy a descansar hasta que me des un sí. ¿Está claro?

Yuri sacó un papel y un bolígrafo enseñándoselo a Alex

—Déjame tu número aquí y después hablaremos —demandó Yuri.

Alex sonrió.

—Gracias mi amor —respondió Alex, le envié un beso.

Tomó el bolígrafo y escribió su número. 

Después hablaron un poco y Alex se marchó.