Capítulo 10

Ya era hora de descansar Julia y Lorena se retiraron a descansar. En la noche salieron a cenar luego regresaron. Leo y Alex se percataron de que iban hacía adentro traspasando la puerta principal de hierro que rodeaba el edificio. Alex topó a Leo.

—Leo mira ahí viene Julia la mujer que le gusta a Marcos, se la está tratando de entablar una relación con ella pero él dice que se le ha hecho difícil —comentó Alex —. Esas mujeres difíciles son un dolor de cabeza.

Alex miró de reojo a Leo.

—Sé lo difícil que es —lo reconoció Alex —. Yuri está en las mismas.

Leo se rio.

—Sólo tengan paciencia, las mujeres son asi, nunca quieren nada queriendo. Que te diría yo a ti de Josefa, siempre me decía que no y al final aceptó —se expresó airosamente.

Ambos se callaron hasta que Julia y Lorena le dieron las buenas noches. Gesto y saludo que ellos correspondieron. Luego ellas entraron y se quedaron en el piso donde laboraban en una oficina que no habían pisado les tocó laborar. 

Después de unos minutos Julia sintió que le estaban moviendo la mesa, no entendía la razón, pensó que tal vez fue un temblor o que la mesa ya se estaba descomponiendo. Después de unos minutos no soportó la situación y se trasladó hacia la mesa de Lorena. Cómo en dos horas las luces se apagaron. Ambas se asustaron.

—¡Julia no hay energía eléctrica! —exclamó Lorena. 

—Cálmate los técnicos arreglarán las fallas —dijo Julia con el fin de animar a Lorena.

—Esto me da miedo —dijo Lorena temblorosa. 

Cuando de pronto vieron como un portal que se abría era como un círculo ovalado iluminado de luz blanca. Lorena se estremeció, su corazón se le salía por la boca. Julia no sabía que hacer. De pronto vieron como personas Salían de allí y transpasaban las paredes. 

Cuando el círculo se cerró la luz energética regresó. Y continuaron laborando ya que era su responsabilidad aún con miedo.