Juicio Instantaneo

Cerca de la hora de comer, el jefe de dirección técnica, un empleado ejemplar y meticuloso, tuvo que salir un momento por la puerta de atrás, dejando sobre su escritorio en un descuido su celular, muy valioso pero peligroso de alguna manera.

El confiaba en sus compañeros y subordinados de la misma manera en la que ellos confiaban en él, por lo tanto, no le preocupaban mucho sus descuidos.

Aun así, advirtió que habría un juicio instantáneo para quien se lleve el aparato más lejos que de un radio de 10 metros de su escritorio, de esta manera y teniendo esto en cuenta, sus compañeros no se sorprendieron al ver que lo había olvidado otra vez.

Pasado cinco minutos, un tipo entro rápidamente por la puerta del frente, tomo el celular y salió corriendo ante la mirada atónita de los presentes.

Como no tuvieron tiempo a reaccionar, empezaron a buscar la manera de justificar este asalto.

Pensaron: "Es su culpa por descuidar algo tan valioso" o "no tuvimos tiempo para detener a ese hombre"

Mientras aun deliberaban sus excusas, volvió el jefe por la puerta de atrás, miro su escritorio y dijo.

— No está mi celular, Como les dije, comenzara un juicio instantáneo.

Dicho esto, se escuchó una gran explosión a lo lejos y el jefe prosiguió.

— Felicidades, el juicio ha terminado, no son culpable de robo, pero quien sabe si de asesinato por negligencia.