Capítulo 7

Abrí mis ojos cuando la alarma sonó, me levante de la cama y comencé a  organizar lo último que me faltaba para el viaje. Después de haber terminado con la maleta, saque una muda de ropa del armario, unos jeans de color azul medio oscuro y una blusa de color verde de tiritas, las coloque sobre la cama, tome una toalla y me fui a bañar. Adoraba mi baño, era lo suficientemente grande como para tener una bañera, una regadera y los demás elementos de un baño.

Después de salir del baño, me cambie rápido y  baje a desayunar. Estaba ansiosa por ir a buscar mi auto y claro también ir a pagar por los daños ocasionados.

Tome un taxi y me dirigí al taller donde tenían a mi auto. No sabía si el primo de Andrea estaría también en el taller del concesionario, como cosa rara sentía el estómago extraño, me sentía un revoltillo cada vez que pensaba en él y no sabía el porqué. Baje del taxi preparada psicológicamente para el llanto de mi bolsillo, entre al taller y me asombre de cómo había quedado el auto, parecía como nuevo. Pase a la oficina con el encargado, el me dio la factura.

-¿Me está tomando del pelo? ¿Dónde está la cámara oculta?

-¿Qué? ¿Se encuentra Bien señorita?

-Pues acá sale cancelado el pago y yo no he hecho eso.

-El señor Beckham pago por los gastos de su auto y del suyo.

-Pero que le pasa a este lunático…. –suspire no le pondría más problemas al señor-. Está bien déjelo así yo arreglo con él.

Recordé el viaje que tenía por delante con mis dos mejores amigos y me sentí emocionada.

Cuando finalmente sali del taller me dirigí al apartamento de Sara. Llegue en corto tiempo, estacione el auto en el espacio para los invitados y me baje. Salude al vigilante y me dirigí al ascensor, presione la techa y en poco tiempo el ascensor abrió sus puertas, de ella salió una pareja, la mujer era alta, de cabello rubio y tenía unos ojos azules mientras que el hombre que la acompañaba  además de ser alto, tenía el cabello de color negro y sus ojos eran de color verde, eran una pareja muy bonita, ambos salieron del ascensor tomados de la mano.

Mientras entraba al ascensor sentí un poco de envidia, ellos podían disfrutar del amor y de vivir cómodos y tranquilos mientras que otros luchaban para mantener a otra especie bajo control. Ese sentimiento se disipo cuando me recordé que yo era una de esas personas que ayudaban a la causa de mantener todo bajo control y los demás tuvieran una vida tranquila.

Presione el botón con el número siete y espere a que el ascensor me llevara hasta el piso donde vivía Sara. La música que sonaba era relajante en cierta manera, cuando el ascensor abrió sus puertas sali de él y me dirigí a la puerta 703 que era la de Sara y toque.

Pasaron unos minutos hasta que Sara me abrió la puerta.

-Hola –le dije mientras la saludaba dándole un beso en la mejilla.

-Hola –me dijo, estaba un poco agitada.

-¿Que paso?

-Tú sabes cosas de última hora, estoy terminando de empacar.

Entre y camine hasta la sala, Sara tenía un sillón largo en el que se podía dormir y en él estaba sentado Daniel. Me quite la chaqueta que me tapaba el tatuaje y me senté al frente de él.

-¿Tienes tiempo de haber llegado? –le pregunte al ver su cara de aburrimiento.

-No, llegue hace poco.

-No he visto tu auto en el parqueadero del edificio.

-No lo traje, he venido en taxi.

Sara salió de su habitación con una maleta mediana, nos quedó mirando y se acercó.

-Perdón por la demora, es que me había quedado dormida al principio y no termine de alistar todo.

-Tranquila, ya tendremos tiempo en el trayecto de componer las cosas.

Salimos del apartamento y entramos en el auto de Sara, a ella le gustaban los autos grandes, el suyo era un Chevrolet Traverse del 2015 de color negro, colocamos nuestro equipaje en la parte trasera del auto y arrancamos. Sara tomo por toda la avenida circunvalar y después doblo por la vía de la cordialidad, pasamos diferentes pueblos que unían a una ciudad con la otra, llegamos en corto tiempo a Cartagena y buscamos un pequeño hotel, apartamos una habitación para cada uno, todas contiguas. Descansamos un poco después del viaje que habíamos hecho, a las doce bajamos a almorzar y después subimos a mi habitación a preparar todo.

De las dos maletas que había llevado una era ropa y la otra era de equipos y armamento. La maleta la había guardado debajo de la cama así que me toco arrodillarme un poco.

Después de sacarla, la coloque sobre mi cama temporal y la abrí. Comenzamos a sacar todo los equipos y a organizarlos.

-¿Estas segura de esto? –me pregunto Daniel.

Asentí.

Entre al baño y me coloque el vestido que había comprado con Sara la vez anterior, cuando sali abrí una cajita y me coloque una mini grabadora que tenía forma de arete, era curioso porque no se parecía en nada a una mini grabadora, También tome mi pistola y la guarde en la entrepierna, me coloque un collar que tenía forma de flor y en su interior tenía una mini cámara, Me deje el cabello suelto y me reuní con Sara y Daniel que estaban en dos computadores.