La automatización de la seguridad.

Por cuestiones de emergencia la ciudad estaba en un estado de sitio. Se tomaron medidas drásticas a la ola de vandalismo que se había propagado. Habían aumentados los crímenes de toda coyuntura. Lo que decidió el gobierno es el programa automatización. A los efectos de detener la delincuencia con armamento a base de robots de inteligencia programada. Pronto el delito ante el uso amplio de ello se redujo.

El sistema perfecto iba ser la clave para reducir toda situación. El primer hecho se gestó en un ómnibus. Unos malvivientes ingresaron

- vamos a pasar !ja! !Ja!– Concluyó riendo

Una mujer. Única pasajera, sentada comienza a recibir el cortejo de uno de ellos de manera violenta

- Nena..te vas a divertir hoy con nosotros

- !Déjenme! – Grita.

El ómnibus paro y ascendió. Un hombre extraño que apoyó la palma en el aparato de boletos. Detecto la imprudencia y fue a ellos.

- Oye! ¿Y a tí que te pasa? – Y lo golpeo en el mentón. – ¡Auch! – El dolor en su mano se sintió.

Regresó la mirada en un reflejo. Antes de lo dicho cortó su cabeza.

- ¡¡Ahhhh!! – Fue el grito de la mujer.

- ¿Qué? ¿Qué fue eso?

La cabeza rodaba como pelota. Al siguiente personaje, lo destripó con el mismo que tenía la sangre.

- ¡¡No!! ¡¡Aguardé!!

Él último fue cortado en dos partes

La mujer no comprendía nada. Al despertar en un hospital en la televisión anoticiaban la persecución de tres hombres peligrosos. Así eran todas las noticias. La ciudad tenía ahora más miedo, pero estaba tranquila.