Los gunnes y sus relatos de espanto y miedo

Los Gunnes. Cosas de la familia. Desapariciones. -

Algunas situaciones se fueron suscitando en el medio de la noche, sin embargo los Gunnes dormían plácidamente. Belle nuevamente se incorporó de su cama. Caminó hacia el mueble donde se guardaba la ropa y quedó firme allí. Estaba como hipnotizada. Luego abrió la puerta, y allí dentro estaban las pertenencias de ambos. Colgadas sobre perchas dos ambos de color negro, y un vestido. Luego caminó hacia la mesa de luz del lado donde dormía Lucius. Estaba firme e impoluta en su postura, observando del lado de ella la ventana. Quien devolvía su mirada era el búho nocturno que se posó en un árbol para intentar divisar alguna presa. Ella ahora agacha la cabeza hacia Lucius que comenzó a roncar. El ruido de una chicharra maltrecha comenzó un escándalo.

Ella recogió un de la mesa de su pareja unas llaves y la colocó en punta en dirección a él que continuaba en su sueño. La llevó con su mano muy lentamente a la boca de éste y luego la regresó a ella. Dio media vuelta en dirección a la puerta de entrada de la habitación. Sus movimientos se asemejaban al de los un robot que tenía una sintonía determinada. Llegó a la cerradura y colocó la llave, sin éxito en sus movimientos, debido que no pertenecía. Un movimiento de acto reflejo y regresó al sector de la mesita de luz de Lucius para colocar allí las llaves, y luego lo contempló nuevamente con una siniestra manera de actuar. El búho se lanzó a su presa. Ella regresó a la cama y en dos movimientos rígidos se acostó y cerró sus ojos rápidamente.

  • ¡Ohh! – Se estira ella al despertar. Lucius estaba en el baño lavándose los dientes – ¡Que sueño! No pude dormir bien.
  • ¡Querida! Ya salgo. Prepararé el desayuno - Lucius, estaba vestido de oficinista. Debía ir a una audiencia en su profesión de letrado. Hoy era clave, para un arreglo practico con los Peels, una familia muy particular de la zona. Fueron clave en la desaparición de un hombre de mediana edad, al que apodaban el simio, por su contextura física. – tener que ir a la audiencia, si logro un buen acuerdo, podría quitarlos del caso, aunque algo en ellos no está bien. No importa lo que haya sucedido, al final todos tenemos una amenaza dentro. – Abre girando la manija del refrigerador y encuentra cerca de la botella de la leche, tapada con cuidado un redondel característico. – ¡Mmm! ¿No recuerdo haber dejado aquí esto? ¿O sí? No sería bueno que lo viera Belle
  • ¡Querido! – Lo toca detrás belle con un objeto punzante.
  • ¡¡Auchh!! – él se da la media vuelta a ella – No me asustes de esa manera. Ella apuntaba aquel efecto hacia el estomago de su novio. – Ya quita eso de aquí -
  • No digas tonterías. ¡Déjame pasar!. – Y lleva aquel objeto; cepillo de dientes a su boca, cepillando cada parte de sus dientes. Algunos de ellos bien afilados. –
  • ¿Qué vas hacer?
  • Quiero tomar la botella de jugo
  • Bueno … - Se dijo pensando Lucius –
  • Ya hazte a un lado – Ella pasó por sobre él y giró la manija de la heladera. Al verlo se sorprendió – Es mejor que tome rápido la botella y que no se de cuenta – Se dijo en sus adentros. Pudo divisar algo detrás, justo en donde se encontraba la botella de leche. - ¡Je! ¡Je! Solo quiero un poco de jugo. ¿Ya te irás?
  • ¡Uff! - Respiró hondo – En unos momentos - Y fue a preparar unas tostadas y café con leche –

Luego de preparar todo, se sentaron en la mesa a desayunar tranquilamente. Un mensaje de texto de la amiga de Belle.

  • Tenemos que vernos – Expresa. Belle, lo recoge y le responde de inmediato, y luego recibe otro – Es por ese asunto
  • No te preocupes nadie debe saber –
  • ¿Es Rebe?
  • Si quiere que nos veamos
  • ¡Qué mujer extraña! Siempre parece que oculta algo
  • Buenos tus amigos, son iguales – ¿Por cierto y Ernest apareció?
  • ¡No!, para nada. La policía lo sigue buscando
  • Estas muy tranquilo. Incluso, los extraños de tus amigos
  • ¿Tranquilo? ¿No te he dicho que Floy también se encuentra desaparecido?
  • Estem… - Piensa ella como dudando de las situaciones – No lo sabía
  • De hecho la policía está muy activa en los barrios, e hicieron una búsqueda de los campos aledaños y los bosques.
  • Es lo malo de estar en una ciudad en medio de la floresta. ¿Quién sabe lo que lo puede suceder a las personas? Ritos, fantasmas, zombies, ¿Quién sabe?
  • No comiences con tus delirios de lo paranormal. Aunque podrían ser ovnis, o monstruos. Un científico loco
  • Es posible que sea un asesino en serie
  • Que descuartiza cuerpo
  • Y los entierra en algún sitio inhóspito
  • Fuera de la ciudad
  • En su casa.
  • Rayos hay que desconfiar de todos – Se dijeron ambos mirando a todos lados
  • ¿Hoy llegarás tarde? – Expresa Belle
  • Posiblemente
  • Me veré con Rebe. Hace tiempo que no estamos juntas
  • Es tu vecina.
  • El tiempo es extraño.
  • Así es… Bueno es hora de irme – Se incorpora de su asiento y le da un beso profundo de despedida. Ella lo devuelve nuevamente.
  • ¿Te volviste romántico hoy?
  • Puede que te haga una sorpresa
  • ¡Tonto! Ya no es sorpresa.
  • ¡Bien!.. ¡Perdona, por ser tan ansioso! – Confiesa con Sarcasmo -.
  • ¡Ja! ¡Ja! – Se ríe y le devuelve el beso
  • Así se ríen las brujas.
  • Y así hablan los asesinos herejes.
  • Demasiados apelativos. Ya hasta actúas misteriosa
  • Y tu aún más, aunque eso me gusta - Confiesa y le da un último beso mordiendo el labio superior produciendo una pequeña herida.
  • ¡Auf! Eso dolió - Y tocó su rostro acariciándolo – Esa piel es interesante
  • Puedes hacer un traje con ella, por cierto su sangre sabe muy bien.
  • Ya es hora de irme
  • Vuelve pronto y saborea

Lucius, abre la puerta principal en un día soleado, y ella lleva los elementos a la cocina para lavarlos. Un toc toc suena nuevamente. Ambos miran a los alrededores como despistados. -




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