Los gunnes y sus relatos de espanto y miedo

Criaturas de la criptozologia y mitológicas – historias – leyendas  - Parte tres – Leyendas de todo el mundo

Criaturas de la criptozologia y mitológicas – historias – leyendas - Parte tres – Leyendas de todo el mundo.

Chupacabras.

Uno de los crípticos más famosos de Latinoamérica sea el comúnmente llamado chupacabras. Una suerte de reptil de un metro veinte que ataca a otras especies. Sobre todo animales de corral como el ganado. Su aparición fue en la década de los noventa. ¿No se sabe a ciencia cierta qué clase de criatura es? Para la ciencia no existe tal anomalía, sin embargo se han realizado innumerables estudios, ¿Y nada parece indicar que és? Lo han confundido con un perro salvaje, otros con una suerte de murciélago por sus ataques. Pero la descripción es la de un reptil con rostro alienígena. Lo inusual es que sus ataques luego se expandieron en otras partes del mundo como Rusia, o China. Ganado mutilado en varias partes con cortes perfectos. ¿Imposible que una criatura pudiera hacerlo? Y nacieron leyendas errantes. Monstruos de otros mundos, o incluso experimentos fallidos de algún gobierno que suele esconderse.

Ben, fue quien dentro de sus posibilidades cuidaba el rancho Forest allí por esos años. Había salido a fumar un cigarro en la plena noche de campo. Algo con rapidez se había movido de tal forma que insumió en el miedo, aunque también en la curiosidad. En definitiva era el sereno de aquel sitio. Notó además la inquietud de algunos animales. Entre ellas las gallinas que despertaron a pesar de la oscuridad.

Al encender la luz del gallinero, encontró varias gallinas descuartizadas.

  • ¿Qué demonios paso aquí? – Tenía su escopeta firme y lista para aniquilar a cualquier zorro, o peor aún algún que otro leopardo, o puma.

Los perros comenzaron aullar, y fue a otro sector. Era como un ataque múltiple. Y sin huellas. Se dirigió entonces a las cercanías de los pastizales. Algo como una figura jorobada estaba deglutiendo un pedazo de carne. A su lado parte de una cabra que aún estaba con vida gimiendo por el dolor. Sacó su móvil para alumbrar. Unos ojos verdes lo impactaron. La cosa se lanzó sobre él. Se oyó un disparo al aire.

Ben corrió en otra dirección opuesta. Se sentía intimidado por la situación. No alcanzó a ver aquella criatura, aunque algo le decía que debía correr. Sentía sus pasos detrás de alguna bestia que se desplazaba como bípedo con gran empeño –

  • ¡¡Debo salir de aquí!!..¡Debo salir de aquí! - Se decía y se metió en un establo de chapa con una gran ventana. Fue de inmediato hacia la pared entre el heno y algunas ramas. Había cierto alboroto en la granja. Comenzó escuchar ruidos en el techo de chapa, y luego en los contornos. Su cuerpo temblaba y apuntaba hacia donde fuera que el sonido se dirigía. Pronto desde la luz de la luna, la ventana reflejó una sombra atroz. Una suerte de humanoide se presentaba como queriendo encontrar algo. Y la sombra se movía de un lado al otro, direccionando su cabeza al más nimio sentido. Ben hizo una pausa de su agitación, para calmar el nerviosismo. Luego de unos minutos la criatura se alejó de allí con un gran salto. Ben estuvo toda la noche encerrado allí, sin hacer nada. A la mañana siguiente lo encontraron unos hombres interesantes y se lo llevaron. Nunca más se supo de Ben.

El yeti.

Es el simio más buscado del mundo. Algunos los llaman yeti, kunk en los andes. Yowie en Australia. Migoi en el Himalaya. Mide dos metros y es carnívoro. Según la ciencia es una especie que debería ser un antepasado de los orangutanes, o gorilas. La cuestión es que solo se han encontrado huellas, y restos óseos que no se han podido documentar, como informes oculares. La realidad es que aún nadie sabe nada de aquel gigante bípedo que habita las planicies de los bosques y montañas. Se han hecho expediciones especiales para tal efecto. En ciertos lugares del Tíbet, varios monasterios guardan elementos que aseguran corresponden al criptido.

Varios fueron los intentos en demostrar su existencia. Hoy en día se esconde su leyenda en las tierras gélidas de muchas partes del mundo.

Igor Rustov y su grupo de escaladores se encontraban en la frontera del techo del mundo en Nepal. Rustov huía descendiendo de una de las cimas. Había visto las huellas de cuarenta y cinco centímetros. Y se separó de su grupo. Al regresar encontró algunas ropas y calzados en los suelos. Levantó uno para saber que era un pie humano cortado recientemente. Luego escuchó el bramido de alguna bestia, por lo que se alejó en dirección al campamento. Al llegar solo había algunas carpas. Y nadie respondía sus llamados. Había huellas de pies en una dirección, y otras huellas en la siguiente. Optó por un camino concreto. Una ventisca se levantó de la nada y el frio comenzó a calarle los huesos. Una cueva cerca fue el refugio indicado.

Al ingresar encontró una enorme bola gigante que no tardó en darse vuelta. Eso fue lo último que pudo avistar. Había documentado algunos datos antes de su desaparición. Unos aldeanos jerpas, hombres de las montañas del Tíbet, informan que se los comió el hombre gigante y peludo. Que son muchos y que suelen entrar en conflicto por la comida. Solo encontraron algunas viseras y partes de manos o pies. Aunque no saben manifestar si era Rustov, y sus compañeros.

El alerta es que eviten las montañas a las afueras del Everest.




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