Los gunnes y sus relatos de espanto y miedo

Los Gunnes. Algo no salió como se esperaba.

- Teniendo presente que tu casa tiene vida propia, no creo que nos interrumpa con nuestras obligaciones

- Es solo recreación

- Dile eso a los patrocinadores. Belle, como lograremos tal efecto.

Belle, pensó en unos instantes. Había elementos guardados en su mente que no comentó por cierto asunto a su amiga Rebe.

Belle siempre desde pequeña añoró el sentimiento de creación. Observaba todo lo que fuera su alrededor. Y estudiaba todo tipo de libros, hasta que un día se topo con quien fuera su mentor. Quien poseía un grupo especializado de alumnos. No impartía clases a cualquiera. Solo a los indicados. Y Encontró en Belle el potencial preciso. Las claves concretas. Ella en su anonimato, nunca especificó de donde venia. Aunque a su maestro no le importó. Allí conoció a Rebe. Quien ahora está frente a ella intentando ambas dar un paso fundamental en la historia.

Lucius, se encontraba pensativo con relación a los elementos encontrados, aunque no estaba convencido. Pensaba que los Peels quienes fueran dueños del terreno en el cual encontraron un cuerpo, podrían estar implicados en un asesinato, sin embargo al encontrar ese pastizal con figuras y rocas colocadas como una suerte de anfiteatro de ritos, lo descolocó. Recordó también en su descuido que debía tomar una de sus pastillas especiales. No quería entrar nuevamente en desesperaciones.

  • Ese policía parecía muy extraño al observarme, como si hubiera visto un muerto viviente. Ni modo. Los Peels, parecían estar a salvo ante su mirada pétrea. Quizás tengan algún acuerdo con aquel, o con todos los oficiales. Al final de cuentas los Peels son poderosos en cierto aspecto.

Al regresar a la casa. El niño estaba inquieto.

  • ¿Ocurre algo? -Pregunta la señora Peels

El pequeño niega con la cabeza y sale corriendo a su cuarto.

  • ¿Habrá visto un fantasma? – Me pregunte a mí mismo.
  • Doctor, si la audiencia se retrasa. ¿Será otro día?
  • Si descuide. Me interesaría regresar en algún momento a esos terrenos
  • Siempre y cuando las autoridades los permitan
  • Perfecto. ¿Podría usar su baño?
  • Claro..adelante – Expresa Armando.

Al ir por el corredor pase por la habitación. Tenía un ligero mareo.

  • Vamos..vamos a darle un poco de sabor a éste lugar -. Se oían las voces. Generé un gesto de acto reflejo en mis ojos y toda la musculara facial. Con mi mano derecha palpé la pared al costado. Tenía la entrada del baño. Presentí que algo se movía y que pasaba por sobre mí.
  • Ohh.. tenemos amigos por aquí
  • ¡¡Si tenemos amigos!! – Decían las voces. Y algo alrededor pasó rápidamente sin que pudiera notarlo.

No quise alarmarme por si alguien me siguiera. Entré de inmediato en el baño e hice mis necesidades. Al concluir y voltearme al tocador, abrí el grifo del agua que salía turbia. Color marrón como si no tuviera uso alguno. Frente al espejo estaba mi rostro un tanto demacrado.

  • ¡Wow! Debo dormir un poco más – Medité al respecto, y parpadee – Dos figuras palidas con cabello largo y con partes de sus cuerpos carcomidos estaban detrás de mí - ¡¡Ahhhh!!! – El susto me apaciguó y ya no estaban.
  • ¡¡Ohh!! ¡Joj! Hay ..hay visitantes – Dice la voz
  • Si hay visitante…-
  • ¡Basta! – Les dije y tomé el recipiente para sacar de su interior girando la tapa una de mis pastillas. Al principio las manos me temblaban y cayó al suelo. – Soy un tonto
  • ¿Qué ocurre? – Otra voz

Al agacharme alguien estaba allí

  • ¡¡Ahhhh!! – Otro susto y recogí rápidamente la pastilla
  • Visitantes..si visitantes… - Y otra voz. Al tomar aquella me tranquilicé, sin embargo el ambiente era hostil y salí rápidamente de allí. Era como si me persiguieran

Regresé de inmediato y los Peels estaban mirando televisión.

  • ¡¿Qué extraños que son?
  • ¡Ah! Bienvenido – Dijo la señora Peels.
  • Gracias.. debo irme
  • Pero si acaba de llegar
  • ¿Qué?
  • No es nada.. – Y me acompaño a la puerta
  • En la semana los llamaré..eh tiene una casa muy especial
  • Gracias – Me saluda con una sonrisa diabólica tanto él como su esposa y luego su hijo.

Al voltearme sentí ciertas implicancias en mi interior. Ya he visto esto en alguna parte. Y me agrada, sonreí con cierta risa macabra.

  • Ya vamos terminando todo. – Debó ir a realizar unas compras comenta Rebe
  • Ve tranquila.
  • ¿Te quedarás?
  • Si.
  • ¿Seguro no precisas ayuda?
  • ¡¡Ejem!!.. No pasa nada-
  • ¡¡Bueno!! ¿Llámame si ocurre algo?

Ella se retiró y me mantuve realizando algunas tareas. Luego concluí con unas anotaciones. Todo estaba saliendo a la perfección.

Abrí la compuerta de la puerta. Y aún estaba allí. Deje algo para que no fastidiara y la cerré de inmediato, aunque intentaba salir, lo prohibí. Era bastante complejo para todos.

Los ruidos se intensificaron y se manifestó una serie de ruidos allí dentro. Volví abrir la compuerta y no estaba.

  • ¡¿Qué ocurrió?! - No quise meterme, pero alumbré aquel sitio y podía notar que había otro agujero más - ¡¡la casa es una caja de Pandora!!

Cerré aquella y analicé que mientras no salga, no habría problemas. Solo me tenía preocupada aquel evento extraño ocurrido con las puertas del placar de nuestra habitación. Ascendí por las escaleras y pasé llave a la puerta del sótano. Mientras otra llave se pasaba por la puerta de entrada.

  • ¡Ya llegué! – Era Lucius.
  • ¡Buenas tardes amor! – Al ir abrazarlo y darle un beso. Presentí un aroma. Era el mismo que escaba del placar.
  • ¡Buenas tardes vida! - Belle, poseía un hedor como rancio que he percibido en algún sitio

Los dos son una pareja muy normal. Eso dicen.

Al llegar a su hogar Lucius tomó las rocas y comenzó a mirarlas cuidadosamente. Algo llamaba su atención por color y un cierto calor que se asemejaba a darle vida.

  • ¿Esas piedras?
  • Las encontré en el terreno de los Peels?
  • ¿?
  • Unos clientes que corresponden a la audiencia que debía tener en el día de hoy, aunque al final no se llevó a cabo.
  • Ah! Son cuestiones de tu trabajo.
  • ¿Cómo estuvo tu día?
  • Algunas compras y ponernos al día con la información con Rebe.
  • ¿Trabajo?
  • Algo así… - Ella estaba un tanto inquieta y no sabía cómo preguntarle – ¿ Lucius..?
  • ¿Si? – éste estaba insumido en la manifestación de las dos piedras que depositó en la mesa.
  • ¿Has tenido en la casa la sensación de que hay alguien más?




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