Los gunnes y sus relatos de espanto y miedo

Los Gunnes. Comienzan a revelarse secretos.

Los Gunnes. Comienzan a revelarse secretos.

Los días se fueron sucediendo sin mayores inconvenientes, el problema se suscito cuando Lucius se dirigía al juzgado por la audiencia de los Peels. Al ingresar al despacho, solicito la causa.

  • Buenos días – Soy el doctor Gunnes. – Necesito ver la causa imputación de desapariciones y posible homicidio.
  • Si doctor. En seguida traigo el expediente – El despachante, asignó a su empleado público. Al ir de inmediato por aquel, regresó con una suerte de libro. Era toda una causa en formato papel, a pesar de los medios de tecnología no podía ser de otra manera.
  • Muchas gracias

El despachante asintió y fue a su despacho a seguir trabajando frente a una computadora en el cual se estaban cargando unos registros.

  • Vemos desaparición de Emilio Tilte, Eva Suarez. ¿Me pregunto si tendrá que ver con mi amigo? No lo creo. ¿¿¿¿¿¿Y desaparición de Armando Peels???????? ¿¿Señora Peels?? Y ¿¿su hijo?? ¿El mocoso también? – Comencé a transpirar por e asombró y saque mi pañuelo del bolsillo. Los acabo de ver hace unos días
  • ¿Ocurre algo doctor?
  • No..nada.. ¿Puedo preguntarte algo?
  • Si, ¡¡dígame doctor lo que precise!!
  • ¿Hubo algún movimiento, o nuevos rastreos del terreno, o algo en especial…nuevas desapariciones?
  • ¿Se refiere a las personas?
  • En efecto
  • Para nada.. son todas las personas que están marcadas desde el comienzo
  • ¿Cómo no lo vi antes?
  • Pero.. me parecía que había menos personas. Los Peels
  • Esa familia hace tiempo que desapareció, sino me equivoco fueron los primeros
  • ¡¡¿Qué rayos está sucediendo?!!
  • Doctor lo noto pálido.. ¿Se siente bien? ¿Quiere un poco de agua?
  • ¡Eh! ¡¡Si por favor!!

El despachante salió de repente, y se encontró con el empleado público. Ambos conversaron algo y me miraban, no se asemejaba al sentido de traerme agua

  • ¡¡Je!! ¡¡Je!! Algo hermoso está ocurriendo--¡¡Ji!! ¡Ji!!
  • ¡¡Siiii!! –Vamos Lucius haz lo tuyo. Elim…
  • ¡¡Bastaaa!! – Me remordía los dientes y saqué del bolsillo del saco el frasco de pastillas, para abrirlo y tomar una. -¡Uf! Listo.

El despachante regresó con el agua. Bebí del vaso y le agradecí. Bueno regresaré para ver si hay novedades en unos días

  • Bien doctor…. Regresé cuando lo desee – Expresó con una voz siniestra y unos ojos maldecíos.

Eso me causó un susto. Resolví ir al terreno de los Peels, aunque debía darles aviso previamente, pero no lo creí necesario sin embargo pasé por su casa con el automóvil para verificar algo que me causaba un poco de curiosidad. El patio estaba con el pasto mucho más alto que de costumbre. Y en un retoque de vendaval del viento del sur, se dejó ver una cinta color amarillo. ¡¡Precaución!!.

  • ¿Cómo no pude verla?

La casa estaba completamente cerrada y sin ánimos de vida.

  • ¿Yo estuve en su casa no hace mucho tiempo? ¿No puede ser que haya sucedido algo tan recientemente? ¡¡Estaban en el expediente!!
  • Vamos Belle. No quiero llegar tarde
  • Ya avanzaremos, solo quiero recoger estas muestras.

Belle y Rebe habían ido a recoger unos elementos necesarios para continuar las investigaciones de su trabajo. De inmediato realizaron todo. Belle se mantuvo inquieta. Unos animales se peleaban por un pedazo de carne podrida. Eran unos perros.

  • Es increíble – Expresa Rebe –
  • Si..no me imagine que algo así sucediera por aquí.
  • Lucius.. seguro se habrá percatado
  • Es un tanto despistado, pero en cuanto se de cuenta es muy probable que quiera que nos vayamos de aquí
  • ¡¡Pensé lo mismo!! En cuanto concluyamos, regresaré a la ciudad
  • Estoy de acuerdo.

Los animales de los alrededores no poseían la normalidad propia y heredada de la naturaleza. Más bien, su comportamiento y fisonomía daba mucho que analizar al punto de que todo se estaba nublando con una sensación de calidez en el nombre de la mortalidad innata de lo que ya no están, sino como parte de otro mundo. El hedor siempre era el mismo entonces. Ellas subieron al vehículo, y mientras Rebe conducía, otro vehículo pasaba cerca de aquel a toda prisa.

Al llegar al terreno Lucius se percató de que unas aves, posiblemente cuervos rasgaban un pedazo de carne de lo que podría ser un conejo.

  • ¡Desagradable! Aunque es normal en la naturaleza. Los gusanos se estaban amontonando en el ir y venir respiró entre el hedor un perfume. – ¡Bueno! Es algo diferente a tanta pudrición – él, pensaba ir de inmediato a donde estuvieron la última vez con los Peels - ¿Un momento? ¿Perfume de mujer? ¿Alguien ha estado aquí? en un terreno privado – Se dijo.

Fue directamente al llamado cementerio de rocas que habían visto con Armando Peels.

  • No puedo encontrar nada de nada.

Belle y Rebe llegaron a tiempo y la puerta de la casa estaba abierta

  • Mira Belle
  • Si, tal vez Lucius ha llegado. Deja los elementos en la cajuela por las dudas
  • Ejem.. Asiente ella

Al estacionar en la vereda de un pequeño campo que poseían los Guunes, y descender del carro, ingresaron directamente

  • ¡¡Querido llegamos!! - Saluda Belle sin respuesta - ¡¡Querido!! – La puerta al sótano estaba abierta
  • ¡¡Ohh!! ¡¡Dios noooo!! – Al verla se asusta Belle – Vamos
  • ¡¡Si..!!

Ambas fueron de inmediato. Se oía una voz parecida a la de Lucius

  • Estoy por aquí –
  • Lucius – Belle, enciende la luz del sótano - ¿Estas allí?
  • ¡¡Sí!!
  • ¿Estaba en el primer cuarto no? – Se pregunta Rebe
  • Así parece ser .. ya vamos allá
  • No..no vengas
  • ¡¡No, diablos!! – ¡¡Nos va a descubrir!!

Ellas descienden poco a poco, intentando ver que estaba sucediendo. Al verificar. No encontraban nada comprometedor.

  • ¡¡Querido!! - da aviso Belle - ¿Dónde te encuentras?




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