Los Hijos de Anac y el Jardin del Eden

Capitulo 2

Las pequeñas gotas de sudor resbalaban por el rostro de Alisa y caían a la tierra dejando un pequeño rastro de cansancio, sus manos se aferraban a la barra de combate y su mirada se fijaba con fuerte determinación a la mirada marrón de Kilian. Se había tomado muy en serio su entrenamiento y se esforzaba para merecer su lugar en el Clan de los Jӓger. Ya no volvería a encontrarse indefensa ante criaturas como los Dearg-Due. Aquella chica desamparada que fue salvada por Arif y acogida por Tristán ya no existía; y su lugar ahora lo ocupaba una valiente y esforzada guerrera que buscaba ser el orgullo de un hombre que la dejo sin decir adiós.

Arif estaría orgulloso.

Su recuerdo le golpeo dolorosamente en el centro de su pecho, le extrañaba y al mismo tiempo le odiaba por haberla abandonado cuando le prometió que estaría a su lado para ayudarla y apoyarla en todo el camino. Él solo desapareció, no se despidió, él le dejo sola. La rabia burbujeo en sus venas y sin pensarlo avanzo hacia Kilian y lo ataco con fiereza y arrebato.

Kilian bloqueo su ataque y resistió todo lo que Alisa le daba, de pronto había perdido el control y había dejado a un lado sus cuidadosos movimientos. Ambos se miraron fijamente y reconoció el destello de rabia en sus ojos creciendo sin medida a punto de explosionar contra él. Movió un pie entre su piernas y consiguió hacerla perder el equilibrio, empujo contra ella y ambos fueron directo al suelo.

Su cuerpo se cernía sobre el de Alisa y una extraña corriente de calor los envolvió completamente, la miro directamente a sus ojos verdes y por un momento se olvidó de todo. Solo existían ellos dos en esa pequeña burbuja, un mundo ajeno a todos los demás pero la decepción lo golpeo en la cara al recordar su realidad.

_ ¿En que estabas pensando?_ Le increpo un poco enojado._ No puedes perder el control de esa manera, la ira no te conducirá a nada.

Alisa no respondió, se limitó a voltear su rostro en otra dirección. Eso solo enfureció aún más a Kilian quien la tomo por la barbilla y la obligo a mirarlo.

_ ¿En quién pensabas?_ estaba tan enojado que era imposible ocultarlo._ Responde.

_ En Arif._ Le grito Alisa. Le dolía tanto la ausencia de ese estúpido hijo de Anac.

Kilian hizo una mueca y se levantó, le tendió la mano a Alisa y la ayudo a levantarse del suelo. Ambos se miraron por unos minutos sin decir nada, sabían lo que pasaba entre ellos pero la idea era tan ridícula como imposible.

_ Esto es ridículo._ Suspiro Kilian pensando en Arwen y en todo lo que la amaba. No conseguía entender por qué se sentía tan débil con Alisa.

_ Exacto, es ridículo._ Afirmo ella sacudiéndose el polvo de la ropa._ Si él estuviera aquí esto entre nosotros jamás hubiese ocurrido.

Kilian la miro con el ceño fruncido.

_ ¿Por qué?

_ Por qué le quiero Kilian, piensas que esta rabia que siento por él es solo porque no cumplió su promesa de estar para mí en estos momentos. Le odio porque le quiero y si algún día lo vuelvo a ver lo pateare y después…

_ Ya lo entendí._ La corto Kilian con malestar._ Entonces, ¿Esto es el resultado de su ausencia? Jamás habrías sentido algo por mí si Arif no hubiese desaparecido.

Alisa se cruzó de brazos y frunció el ceño enojada._ Sentí algo por ti en cuanto te conocí, pero Arif me hacía sentir a salvo y aplacaba cualquier sentimiento por ti. Esto entre nosotros es imposible y lo sabes, amas a Arwen porque ella es tu alma gemela y es perfecta. Ambos son perfectos, no lo arruines conmigo.

Kilian suspiro profundamente entendiendo los argumentos de Alisa. Amaba con cada parte de su cuerpo y alma a Arwen, era su alma gemela y deseaba pasar el resto de su vida con ella, amarla era un regalo del cielo pero esos extraños sentimientos por Alisa lo confundían demasiado y en ocasiones solo quería salir corriendo y lanzarse de algún risco.

_ ¡Basta, Kadar! _ Las risas de Arwen lo sacaron de sus pensamientos y en segundos estuvo alerta sobre los pasos aproximándose a ellos.

_ Ahí están._ Alisa señaló a Arwen y Kadar que se aproximaban por el sendero.

Una punzada de celos estallo en la cabeza de Kilian al ver a su prometida riendo tan complaciente con su mano derecha. Admiraba a Kadar, su trabajo y sobre todo apreciaba su apoyo desde la muerte de su padre pero de un día para otro su cercanía con Arwen comenzó a incomodarlo a tal punto que deseaba cortarle la cabeza cada vez que los vía juntos.

_ Eso se llaman celos._ Murmuro Alisa a su lado._ Terribles y espantosos celos.

_ ¿Te estas burlando?_ Le increpo aún más molesto que antes._ Ya veo que esto es divertido para ti.



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Editado: 24.04.2018

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