La tenue luz de las velas era lo único que acompañaba a Ula en aquellos momentos, escribía con parsimonia cada página de lo que algún día esperaba fuera el libro de las sombras más completo, esperaba que toda la información que plasmara en aquellas páginas fuera suficiente para ayudar a sus futuras generaciones a combatir contra el mal y sus despiadados enviados.
Llevaba largos meses dedicándose a esa labor en secreto, se dedicó a dibujar y plasmar en letras todo lo que se conocía de los diferentes demonios y también de las nuevas criaturas que poco a poco comenzaban a dejarse ver en diferentes partes del mundo. Esta era una labor difícil y de mucho cuidado, la información tenía que ser completamente cierta o podría poner en peligro a quien alguna vez utilizara el libro.
Una helada agito la flama de las velas, Ula levanto su cabeza y miro a su alrededor, se levantó y camino a la ventana para cerciorarse de que se encontraba cerrada. De pronto sintió frio a pesar de que la chimenea ardía en la habitación, se ajustó el camisón y regreso a su mesa para continuar escribiendo.
Su labor se vio interrumpida en el momento que detecto el movimiento de una sombra a su espalda, se giró de inmediato pero ahí no había nada. Volvió a sentir aquella presencia a un costado, luego el frio se intensifico en la habitación y un fuerte viento azoto el cristal de la ventana rompiéndolo en cientos de fragmentos, las velas y la chimenea se apagaron al mismo tiempo dejándola sumida en sombras amenazadoras.
_ ¿Quién está ahí?_ Cuestiono Ula con autoridad._ Muéstrate de una vez.
Una riza malévola resonó a su espalda, la sangre se le helo en las venas pero aposto por el valor de su corazón y se giró para darle la cara a quien quiera que fuese el intruso. Una niebla oscura se levantaba desde el suelo tomando la forma de una silueta sin rostro pero con dos lumbreras rojas que parecían un par de ojos.
_ ¿Pero que eres?
La sombra estiro sus brazos como una especie de garras y atravesó el pecho de Ula en una estocada limpia y rápida. La líder de los Fuath no tuvo oportunidad de gritar, cayó al suelo sosteniendo su pecho con ambas manos y agonizando a los pies de aquel maléfico ser de las sombras.
_ Tu gente ardera._ Le dijo la sombra con voz gutural._ Su sangre cubrirá la tierra y sus almas divinas nos pertenecerán.
Ula tuvo la certeza de que no sobreviviría para volver a ver a su hija así que utilizo lo que le quedaba de fuerza para escribir sus últimas palabras con la tinta de su sangre, quizás fuera la única oportunidad que tendría para advertir a los suyos de la fuerza maligna que se comenzaba a cernir sobre ellos.
***
Los gritos de dolor se escucharon en toda la isla, el cielo se cubrió de nubes grises y los relámpagos rompieron el cielo haciendo caer la lluvia en forma de lágrimas. Gallagher intentaba contener a Una contra su pecho pero ella no paraba de luchar buscando la manera de zafarse de sus brazos y así poder correr a reunirse con su amada madre.
_ ¡Suéltame!_ Gritaba con desesperación._ ¡Maldita sea, suéltame!
La lluvia comenzaba a entrar por las ventanas sin cristales, las cortinas se movían bruscamente con el azote inclemente del viento mientras los hombres de Gallagher intentaban recoger todo aquello que les diera un indicio de lo que había ocurrido con su líder.
_ No pienso soltarte.
_ Gallagher, suéltame, déjame ir con ella._ Sollozo Una dejando su alma desgarrada expuesta para él._ Déjame decirle adiós.
Gallagher la dejo ir de sus brazos, la vio caminar tambaleándose hacia el cuerpo inerte de su madre para luego caer de rodillas abrazándola contra su pecho y sollozando dolorosamente. El guerrero en su interior se sintió impotente y furioso por no haber estado con su líder en el momento que le necesitaba. Se sintió culpable e inútil para Una.
_ Gallagher, ven._ Una miraba algo en el piso._ Ven, rápido.
Gallagher fue directo a ella y se apoyó en una rodilla a su lado, bajo el vestido blanco de Ula había un mensaje escrito con sangre. El mensaje era muy breve pero suficiente para saber que su muerte resultaba ser el ataque de demonios.
_ Las sombras volverán._ leyó Una._ Cuidado. Gallagher, ella protegió con su cuerpo este mensaje para nosotros, incluso en su momento más difícil pensó en nosotros, en su pueblo.
_ ¿Una, sabes lo que significa?
_ Significa que vengare la muerte de mi madre, que perseguiré al causante de esto hasta el mismo infierno si es necesario y lo hare pagar por su ofensa.
_ Mi señora._ Los interrumpió Iker, la mano derecha de Gallagher._ Encontramos esto.