Los Hijos de Anac y las Marcas Sagradas

Capitulo 10

Permanecer molesto con Caeli significa mucho esfuerzo para Kayden pero había llegado a su límite, estaba cansado de su carácter tan impetuoso y de todas sus ideas que solo terminaban metiéndolo en dificultades. Desde su infancia era igual, ella siempre los metía en grandes líos a todos y nunca se acoplaba completamente como una más del equipo, pero lo que más le molestaba era que siempre le perdonaba todo por su estúpido e irracional amor por ella, un amor que de seguro terminaría dándole más problemas, o quizás incluso provocándole la muerte.

_ Ya no soporto estar en esta cama._ Dijo Owen con el ceño fruncido y mirando fijamente a Kayden, era como si intentara leer sus pensamientos más profundos.

Kayden no pudo evitar reír con los alegatos de su amigo, sabía que más pronto de lo que el padre Jorge suponía Owen se levantaría de la cama y escaparía de la enfermería y de sus cuidados, simplemente odiaba estar postrado en una cama sin hacer nada.

_ No puedo creer lo de Balar.

_ Ni yo, esto es demasiado frustrante.

_ ¿Qué han dicho nuestros padres?_ Kayden negó._ ¿Y dónde está Caeli?

Kayden bajo la cabeza y guardo silencio, ya no quería hablar sobre Caeli, lo lastimaba enormemente cada cosa relacionada con ella.

_ Tienes que hablar con ella.

Owen conocía los sentimientos de su amigo por su hermana, nunca platicaban sobre eso pero no era necesario, él podía notarlo en su mirada y en como reaccionaba cada vez que ella entraba en la habitación. También conocía los sentimientos de su hermana aunque esta fuera un poco confusa la mayoría de las veces ella también le quería, a su loca manera pero le quería.

_ Puedo pelear con un ejército de perros del infierno pero me tiemblan las piernas cuando se trata de Caeli._ Kayden suspiro derrotado._ Ella simplemente es imposible.

_ Habla con ella._ Insistió Owen.

_ Quizás cuando todo esto termine._ Dijo Kayden tratando de escapar de lo inevitable.

_ Esto no va a terminar, por lo que dices puede que sea el inicio de una guerra y puede tardar años…

En ese momento un golpe en la puerta interrumpió a Owen, ambos muchachos miraron a la puerta mientras se abría dándole paso a Caeli quien vacilo al ver a Kayden sentado al lado de su hermano.

_ Entra, no te quedes ahí como una piedra._ La animo su hermano.

_ Me tengo que ir._ Kayden se levantó y como ya era una costumbre huyo de Caeli.

Caeli dejó escapar un suspiro, sus hombros cayeron como señal de derrota y sintió como las lágrimas comenzaban a quemar en sus ojos. Ya no soportaba tanta indiferencia de Kayden, ya no.

_ Ve tras él, tonta._ La sorprendió diciendo Owen._ Arreglen ese mal entendido ahora.

Sin pensarlo más Caeli salió como un rayo tras Kayden, ella no podía seguir viviendo con el rechazo del único hombre que le importaba más allá de su hermano. Podría morir en alguna batalla, podría sacrificarse por su hermano si fuera necesario pero jamás podría vivir con el rechazo de Kayden, eso suponía un castigo demasiado doloroso para soportar.

Lo siguió de lejos hasta la sala de entrenamientos, Caeli entro silenciosamente para no alertar a Kayden de su presencia y así evitar que volviera a escapar de ella. Lo observo mientras se quitaba la camisa y dejaba al descubierto su perfecto torso, era hermoso sin ninguna duda como moldeado por un artista. Kayden envolvió sus manos con vendas y comenzó a golpear un saco lleno de arena que colgaba del techo, pronto el sudor resbalaba por su piel y Caeli sintió como un nudo se le formaba en la garganta. Poco a poco fue acercándose hasta que él la pudo sentir justo a su lado, se detuvo y no quiso mirarla.

_ ¿Qué quieres?_ Pregunto tan secamente como le era posible.

_ Te estaba buscando.

_ Ya me encontraste ¿Qué quieres?

Eso era más de lo que ella toleraría, tomo por el codo al muchacho y lo giro hacia ella con fuerza, sus ojos brillaban con rabia.

_ No podemos seguir así._ Le dijo Caeli mientras apretaba su brazo con toda su fuerza._ Ya no puedo soportarlo.

Entonces soltó su brazo, bajo la cabeza con tristeza para ocultar las lágrimas que se estaban acumulando en sus ojos. Algo en Kayden cambio al momento de verla tan frágil, Caeli era una mujer fuerte, una guerrera en toda la extensión de esa palabra pero justo en ese momento parecía tan indefensa. Kayden extendió la mano y la tomo por el hombro jalándola hacia su pecho, la rodeo con sus brazos y ella se aferró a él por la cintura, ahora que por fin lo tenía así de cerca se aferraría a él tanto como le fuera posible.




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