La imagen de Kayden y Caeli abrazados despertó muchos recuerdos en la memoria de Gabriel, abría sacrificado cualquier cosa con tal de volver a tener a su amada Thea entre sus brazos y cuando miraba en los ojos de su hijo encontraba esa misma determinación a dar hasta la propia vida por esa jovencita. Era amor lo que ellos dos guardaban en sus corazones, un amor que solo profesaban en silencio, que guardaban únicamente para ellos estando solos. Una vez su amor por Thea lo había hecho débil y vulnerable, esto también haría débil a su hijo.
Pero existía algo más que incomodaba a Gabriel en relación a los sentimientos de su hijo por Caeli, no tenían futuro, no estaban destinados a estar juntos y el corazón de Kayden jamás seria reclamado por el de ella. Ese amor no solo amenazaba con hacerlo débil, también con destruirlo.
Gabriel cerró los ojos e invoco una oración al cielo para que su hijo se liberara de las cadenas de ese sentimiento que sin duda lo conducirían a la muerte. Un gran destino lo aguardaba y para poder alcanzarlo su hijo debería dejar ir a Caeli y darle lugar a un amor que lo hiciera probarse a sí mismo y a la vez lo fortaleciera.
Dejo de observarles y comenzó a caminar en su dirección, esto no era lo que deseaba pero si lo que se tenía que hacer.
_ Caeli, podrías dejarnos un momento a solas._ Ambos saltaron asustados, ninguno había sentido a Gabriel acercarse._ Tenemos una charla pendiente.
Caeli asintió, le dio una rápida sonrisa de despedida a Kayden y salió corriendo del salón de entrenamiento. Su corazón latía con mucha fuerza presintiendo que de algo importante se trataba aquella misteriosa conversación, se habría quedado oculta tras la puerta para poder escuchar pero eso sería impropio, además tenía que ir a ver a Niall y averiguar cómo se encontraba.
_ ¿Qué sucede padre?_ Kayden tomo su camiseta y se la coloco de nuevo.
_ Es el momento de que conozcas la verdad sobre tu destino.
Kayden levanto la mirada asombrado e intrigado.
_ Siglos atrás, después de que Metatron fuera exiliado del cielo se nos envió a la tierra, se nos dio forma humana para mezclarnos y así combatir a Metatron en su cacería por las almas de los hijos de Adán. _ Gabriel podía recordar muy bien cómo fueron aquellos tiempos donde se sentían lejos de la gracia y acorralados por el miedo a no poder cumplir su misión._ Nos preocupamos por no ser capaces de cumplir con lo que se nos había encomendado, no sabíamos cómo manejar nuestros nuevos impulsos, éramos ángeles pero sentíamos como hombres. En un impulso de desesperación atacamos directamente y una horrorosa batalla inicio en la tierra, miles de almas de inocente se perdieron y al final no conseguimos nada.
Kayden podía escuchar como su corazón latía fuertemente en su pecho, sentía su respiración pesada y algo dentro de su interior comenzaba a arder con impaciencia.
_ Estábamos avergonzados por nuestro actuar._ Los ojos de Gabriel estaban fijos en los de su hijo pero sus pensamientos estaban en el pasado._ No regresaríamos al cielo hasta que nuestra misión fuera completa, nos mezclamos con los hombres y nos unimos a mujeres ungidas con un don buscando un descendiente con la fuerza necesaria para erradicar el mal completamente, seria nuestro sucesor, nacería bajo la luz de la estrella Urgula durante la luna azul._ Gabriel se detuvo y miro fijamente a Kayden que cada vez estaba más asombrado.
_ Tu eres ese elegido, con tu nacimiento también surgió una espada, la espada que deberás levantar para erradicar el mal. _Gabriel coloco sus manos sobre los hombros de su hijo, miro dentro de sus ojos verdes tan expresivos y cristalinos como los de su madre._ Cada uno de nosotros luchara a tu lado, por ti los siete Arcángeles volverán a elevar sus espadas y lucharan contra la oscuridad pero tú serás el único capaz de terminar con la serpiente.
_ El cazador de serpientes._ Murmuro Kayden.
Gabriel asintió.
_ Siempre hemos sabido que tú eras el cazador de serpientes, ese era tu destino marcado desde el día de tu nacimiento._ Ambos se miraban con intensidad._ Hay un ritual que debes cumplir, se te debe dar la marca sagrada.
_ Pero no sobreviviré, solo los Arcángeles son capaces de aguantar las marcas. _ Un pequeño destello de miedo cruzo por la mirada de Kayden._ ¿A menos?
Su padre volvió a asentir ante el reconocimiento de su hijo.
_ Te convertirás en un guerrero supremo, uno con la misma fuerza que un Arcángel, el único hijo de Anac con la fuerza para portar la gracia y la fuerza de la Fuente otorgada por las marcas.
_ ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser un hijo de Anac? Ustedes son más fuertes, deberían ser ustedes los que pusieran el final a esta guerra y no yo ¿Por qué se me va a dar tal fuerza y responsabilidad?