Capitulo 20

Los Arcángeles estaban preocupados, los líderes de las ciudades perdían la paciencia y Kayden no dejaba de sentir un fuego abrazador consumiendo todo su ser desde muy adentro de su corazón. Su espalda continuaba palpitando, el dolor había desaparecido pero la sensación de que algo grande estaba cobrando vida en su cuerpo no desaparecía.

_ Escucharemos a Raziel._ Anuncio Mikael._ Pero antes debemos decirles que el elegido esta frente a ustedes._ Mikael dirigió una mirada a Kayden._ Y está listo.

_ Siempre sospeche que se trataba de él._ Comento Ula._ Su mira fiera, su fuerza, valor y lealtad siempre me cautivo dándome la impresión que de todos sus hijos Kayden debía ser a quien esperábamos.

Todos los líderes miraron a Kayden y con una leve inclinación de cabeza le mostraron su respeto.

_ Habla Raziel._ Le dijo Mikael al ángel de los secretos.

_ Deben dejar que Metatron abra la puerta del purgatorio._ Anuncio Raziel de golpe.

Todos en la sala se levantaron aturdidos por lo que Raziel había dicho ¿A caso se estaba volviendo loco? ¿Los estaba traicionando? Permitir que Metatron llevara a cabo su cometido implicaba la muerte de sus hijos, de sus descendientes y la de los futuros líderes de sus castas y eso era lo único que ellos no permitirían.

_ ¿Pero de que hablas, Raziel?_ Pregunto Cappi aterrado._ Son nuestros hijos de los que estás hablando, no los dejaremos morir.

_ No pretendo sacrificar la vida de Quinn, nunca.

Gabriel volteo a ver a Mikael y luego a todos los Arcángeles, ninguno comprendía lo que Raziel estaba proponiendo y al igual que los lideres comenzaban a pensar que el ángel había tenido que enloquecer.

_ Lugh no morirá y tampoco sus hijos._ Zadquiel le dio una mirada fría a Raziel._ ¿Cómo puedes, Raziel?

Raziel se levantó y camino hacia donde la espada de Urgula permanecía clavada en una piedra, la tomo y camino con ella entre sus manos situándose en medio de todos.

_ Para llevar a cabo el ritual Metatron necesita una gota de sangre de los siete hijos de la isla, no les puede matar por que si el ritual es marcado con muerte la puerta no se abrirá y se sellara para siempre. _ Raziel se giró y camino directo a Kayden._ Si su intención es matarlos lo hará hasta después de haber recuperado sus alas._ Cuando estuvo frente a Kayden le extendió la espada que ahora brillaba con gran intensidad. _ Él debe recuperar sus alas para que los Arcángeles tengan de vuelta el permiso para elevar sus espadas.

Raziel miro fijamente a Kayden y le entrego la espada, mientras el joven la tomaba Raziel se alejó regresando a su antiguo lugar frente a los líderes.

_ He a ahí al Cazador de Serpientes. _ Les dijo el ángel mientras Kayden ardía en luz.

Una enorme luz se apodero de la sala, todos se cubrieron los ojos para protegerse, aquella luz era demasiado fuerte y ardía, se sentía como fuego rozando su piel; sin embargo no producía dolor. Lentamente la luz fue cediendo y todos comenzaron a descubrir sus ojos, su sorpresa fue abrumadora cuando finalmente miraron a Kayden frente a ellos con sus alas de luz extendidas, las más grandes y asombrosas alas que jamás habían visto.

Kayden no podía salir de su asombro, no entendía lo que sucedía solo había tocado la espada y en ese momento sintió una fuerza incontrolable desbordándose de su cuerpo, había escuchado a la espada hablándole, guiándole para que él supiera que debía hacer en ese momento. Ahora también la escuchaba, lentamente bajo la espada y sus alas fueron desapareciendo muy lentamente y la misteriosa fuerza comenzó a retroceder dentro de él hasta que nuevamente la sintió atrapada en su pecho.

_ No debemos evitar que se lleve a cabo el ritual, no debemos evitar esta guerra, lo que nos corresponde es luchar esta última batalla al lado del elegido.

_ ¿Qué pasa con nuestros hijos?_ Pregunto Tristán.

_ Ellos también son elegidos._ Le respondió Raziel._ Tienen una misión en esta última batalla y no podemos evitar que la cumplan, son jóvenes inteligentes y fuertes, los más fuertes de sus clanes.

_ ¿Pero cómo podemos solo dejarlos?_ Tristán parecía aterrado con la idea de dejar a Arwen por su cuenta.

_ Tienen que demostrar su valor._ Le dijo Raziel._ Serán los próximos líderes y necesitan demostrar cuan fuertes, valientes y capaces son.

Todos guardaron silencio, solo se podía escuchar el sonido de sus respiraciones y de sus corazones latiendo sin control.

_ Tienen que recuperar sus espadas._ Raziel miraba a los Arcángeles._ La hora se aproxima y deben estar preparados.