Los Hijos de Anac y las Marcas Sagradas

Capitulo 24

El viento comenzaba a soplar con fuerza, el cielo estaba encapotado con nubes negras y pequeñas gotas de agua comenzaban a caer sobre la gran explanada. Clío dio un largo suspiro, se sentía no solo atrapada, sino también, ajena a todas aquellas personas. Nadie les quería, todos desconfiaban de ellos y los miraban como si fuesen a matarlos de un momento a otro. No los culpaba, el haber nacido bajo la protección y tutela de Metatron los convertía en el enemigo; aunque sus corazones no le siguieran.

Todas sus vidas siempre fueron así, destinados a ser temidos y odiados desde la cuna de su nacimiento. La ironía en toda la historia es que ninguno de ellos lo deseaba. El gran Metatron, el magno ángel caído, el origen de todo mal, él despiadado, tenía hijos que solo deseaban la paz o en el peor de los casos una oportunidad de huir.

Nadie jamás les creería, es más; nadie nunca lo sabría porque tampoco se acercarían lo suficiente como para ver en sus corazones. Estaban solos, eran únicamente ella y Niall contra el bien y el mal. ¿En que los convertía eso? No deseaban formar parte de esa guerra, no elegirían un bando, ellos estaban en medio ¿Eso los convertía en algo? Y si era así, ¿En qué?

_ ¿Estas lista?_ Kilian se sentó a un lado de Clío. Tenía mucho tiempo observándola y se encontraba muy intrigado._ Hace mucho estas aquí sentada sin moverte.

Clío lo miro con desconfianza._ No sabía que tenía permitido moverme con libertad, se supone que soy una prisionera.

_ Claro, pero iras con nosotros y tienes que prepararte para cualquier cosa que podamos encontrar a dónde vamos.

El ceño de la chica se frunció, no lograba comprender que intentaban hacer con ellos. Primero los trataban como escoria, viles traidores hijos de Caín y dos minutos después les mostraban amabilidad. Podía ser miedo, después de ver de lo que ella era capaz parecían más cuidadosos, pensaban antes de hablarles y en sus ojos crecía la sombra de la incertidumbre. Disfrazaban su temor con amabilidad y eso hacía que Clío se enfureciera aún más.

_ No necesito nada_ Respondió cortante.

_ ¿Una espada? ¿Un arco?_ Kilian seguía insistiendo. Trataba de conseguir algo más de ella pero era como una caja de acero sellada con siete candados sin llave._ No veo que lleves…

_ No necesito ningún arma._ La mirada de Clío lo atravesó y sintió como si su alma le estuviera dejando el cuerpo._ Deja de molestarme con eso.

_ Yo solo trataba de ser…

_ ¿Amable?_ Lo interrumpió verdaderamente molesta._ ¿Por qué? somos sus enemigos.

Kilian guardo silencio y bajo la mirada a sus manos, pensaba ¿si ellos eran sus enemigos porque no los sentía de esa manera? No le agradaba Niall porque era demasiado arrogante y sarcástico para su gusto, pero no sentía odio. Miro de reojo a Clío. Ella incluso le caí bien, le recordaba a Arwen y a su carácter indomable.

_ Me recuerdas a alguien._ Kilian lo dijo sin pensar.

De pronto Clío se sintió mal, ella no era mejor que ellos. Tampoco estaba intentando ver en sus corazones o comprender que los inspiraba para luchar.

_ Fue secuestrada por los demonios que sirven a tu padre._ La mirada de Kilian se fijó a la de Clío. La joven se estremeció con lo que vio en su oscura mirada, no había resentimiento, solo una gran ausencia de amor y melancolía._ La extraño.

Todo dentro de Clío se retorció dolorosamente ¿Qué estaban haciendo? ¿Por qué colaboraban con aumentar el dolor y la angustia de esas personas? Ella y su hermano sabían lo que era el sufrimiento, vivir con la incertidumbre de si el futuro traerá luz y la angustia de que la muerte los llegara a separar. Nadie tenía derecho a jugar con la vida, los sentimientos y la fragilidad de otros.

_ Yo…_ quería disculparse ¿Pero de que serviría?_ quisiera poder decirte algo que te hiciera sentir mejor_ inconscientemente coloco su mano sobre la de Kilian._ pero no sé cómo hacerlo, no soy buena con esas cosas ¿Cómo podría? Solo soy la hija de Metatron.

El toque de Clío estaba despertando en Kilian una sensación de paz y esperanza que viajaba por su cuerpo como una onda de calor. Era verdaderamente agradable y lo hacía tener confianza en que todo marcharía bien.

_ Creo que eres diferente._ Murmuro Kilian._ Creo que solo naciste en el lugar equivocado.

Pero no era cierto, Clío había nacido en el lugar indicado y en el tiempo correcto.

***

Los Arcángeles se situaron en lo alto de la torre Este, desde ese punto tenían una vista completa del patio de entrenamiento en donde ahora sus hijos y los guerreros de las siete aldeas se encontraban reunidos esperando a que Raziel les abriera un portal de luz que los llevara a sus próximos destinos. Gabriel no apartaba los ojos de su hijo, ya no era un muchacho, se había convertido en un hombre y él apenas lo notaba. Quizás fue el ritual o la manera en que enfrento a Raziel, no, fue mucho antes. Su hijo se convirtió en un hombre frente a sus ojos y él no lo noto hasta este momento en el que estaba a punto de marcharse en una misión de suma importancia y de gran peligro.




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