Los Hijos de Anac y las Marcas Sagradas

capitulo 35

El viento movía las ramas de los árboles, el canto mágico de los animales nocturnos y el silencio de quienes caminan en medio de la noche eran una de la muchas cosas que Quinn amaba de los boscajes, pero en ese preciso momento ninguna de esas cosas podían ser realmente disfrutadas y aunque los bosques de la isla Muraki eran hermosos a ella simplemente le parecían abrumadores.

Quinn mantenía su forma de loba mientras cargaba el cuerpo de Una sobre sus lomos, aún estaba muy débil y no había reaccionado a pesar del gran alboroto que fue su huida. Arwen caminaba a su lado sosteniendo disimuladamente una de sus dagas, cada dos segundos miraba en la dirección de Enid con desconfianza. Aun no comprendía porque no les había ayudado a luchar contra los demonios, ella solo se quedó ahí parada observando todo desde un lugar seguro ¿A caso no le importaba?

Lugh caminaba unos cuantos pasos detrás de Enid con Dika a su lado, no quería darle la espalda a Enid ya que su confianza en ella había desaparecido en cuanto rompió el juramento al cielo. Muy dentro de su corazón quería creer que la dulce joven Sidhe que conoció alguna vez seguía ahí dentro pero cada vez que miraba a sus ojos para buscarla no la encontraba.

_ Descansemos aquí._ Propuso Lugh deteniéndose._ Esperemos a que Una reaccione para continuar.

Arwen asintió en acuerdo con él. Entre los dos bajaron a Una del lomo de Quinn y la loba les dirigió una mirada amigable en cuanto Lugh acaricio su cabeza.

_ Puedes volver a tu forma natural._ Le dijo Lugh sonriendo.

La gran loba blanca bajo la cabeza, Lugh no comprendía la renuencia de Quinn así que miro a Arwen en busca de explicación pero ella tampoco entendía.

_ No tiene ropa._ Comento Dika mientras se acercaba a ellos._ Cuando se transformó llevaba su ropa y se rompió toda.

Lugh miro a Quinn y le sonrió con picardía.

_ Ahora si te da pena._ Dijo burlón a la gran loba._ Te recuerdo que te desnudaste frente a mí, ya lo he visto todo.

La loba le mostro los dientes.

_ Tranquila, tranquila._ Lugh movía sus manos en señal de rendición._ Te daré mi gabán, es grande y bastante caliente así que será suficiente para cubrirte y protegerte del frio.

La loba se alejó unos cuantos pasos y aulló hacia la luna mientras su cuerpo comenzaba a cambiar, en muy poco tiempo el cuerpo desnudo de Quinn fue bañado por la luz de la luna. Esa imagen le pareció a Lugh hermosa, la Gurki tenía un cuerpo bien definido y proporcionado, su piel era tersa y suave y él nunca había visto nada igual, bueno, él nunca había visto a una mujer desnuda.

_ Deja de mirarla y dale el gabán._ Arwen le asesto un golpe en la espalda para sacarlo de su estupor._ Apresúrate o se congelara.

Se quitó el abrigo rápidamente y se lo coloco a Quinn sobre los hombros, se sentía extrañamente nervioso pero no era por la desnudes de Quinn sino por la mirada amenazadora de Dika.

_ Cómo crees que reaccione Alaric cuando se entere de que me has visto desnuda._ Quinn lo miraba maliciosa.

Lugh la miro sobresaltado.

_ No se lo dirás ¿Verdad? Él me matara si se entera.

Arwen y Quinn dejaron escapar una fuerte risa.

_ Lugh, el no solo te matara._ Arwen comenzó a bromear_ Te arrancara cada parte de tu cuerpo y las esparcirá por toda la isla.

_ No es gracioso.

_ Si, si lo es._ Termino de burlarse Quinn.

Los tres jóvenes se miraron unos cuantos segundos en silencio, era extraño estar riendo y bromeando cuando apenas hacían unos segundos estaban en gran peligro de perder sus vidas. Cuando hacia solo unas cuantas horas habían sido traicionados por alguien a quien consideraba su amiga.

Lugh volteo su rostro hacia Dika, permanecía al lado de Una pero lo miraba fijamente a él. Se sintió expuesto a sus profundos ojos grises que lo atravesaban como dagas, no había que ser un sabio para comprender que estaba molesta por la manera en la que había estado mirando a Quinn.

Se acercó donde se encontraba Dika para poder ver a Una y cerciorarse de que aún estaba respirando, se sintió aliviado al ver que ya no lucia pálida, el color estaba regresando a sus mejillas y su respiración era normal.

_ ¿Te gusta ella?_ Lo sorprendió Dika. Lugh frunció el ceño desconcertado y sin saber que responder._ Claro, es hermosa y también es una mujer fuerte, justo el tipo de mujer que les gusta a ustedes los hombres.

Lugh dejó escapar un gran suspiro.

_ Es solo mi amiga._ Respondió mientras la miraba a los ojos.




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