Los Hijos de Anac y las Marcas Sagradas

capitulo 39

El frio que hacía en las galerías de la ciudad subterránea les perforaba los huesos como finas agujas provocándoles un dolor tan intenso que les dificultaba el mantenerse en movimiento. Gideon era el único que lo conseguía soportar ya que su condición de Gurki elevaba su temperatura corporal a niveles sobre naturales.

_ Quisiera estar en tu piel justo ahora._ Comento Owen mientras se frotaba los brazos para conseguir un poco de calor._ Si no salimos de aquí pronto vamos a morir petrificados.

_ Si quieres te puedo abrazar._ Se burló Gideon. Owen puso sus ojos en blanco.

Kilian dejó escapar una risa. Quizás no era el momento ni el lugar para hacer bromas y reírse de los espontaneas ocurrencias de Gideon pero a veces solo esas pequeñas distracciones los hacían olvidar por un breve momento en la catastrófica situación en la que se encontraban atrapados.

_ Vamos, no puede ser tan malo que te abrace.

Owen se detuvo en seco.

_ No te atrevas Gideon._ Le advirtió con el ceño fruncido y una ligera sonrisa de complicidad en los labios.

Los tres comenzaron a reír, necesitaban esa liberación, la distracción que les permitiera aclarar sus cabezas. Entonces el sonido de voces los hizo para de reír de golpe, algo se acercaba a ellos desde el otro extremo de la galería. De inmediato se pusieron alerta y se ocultaron entra las sombras que proporcionaban los pilares que sostenía los túneles. Las voces se acallaron de pronto y la sombra de dos siluetas se comenzó a dibujar en las paredes, en el preciso momento en que Owen tuvo la certeza de que uno de los desconocidos estaba justo a su lado se lanzó sobre él. Forcejearon y rodaron por el suelo asestándose golpe tras golpe, ambos gruñeron mientras luchaban en la oscuridad.

_ ¡Owen, detente! _ La voz de Caeli resonó fuerte y clara.

Owen se detuvo precipitadamente y fue cuando se dio cuenta que a quien estaba apaleando era a Niall. Una sonrisa de suficiencia se dibujó en sus labios, al fin había conseguido desquitarse todos los escarnios de su parte.

_ ¡Te quitas ahora mismo o te mato!_ Le grito Niall enfadado.

_ Tranquila fierecilla, no te irrites.

Niall lo empujo con ambas manos tirándolo hacia un lado, se levantó y comenzó a sacudirse la ropa mientras gruñía una serie de improperios en contra de Owen.

Caeli salto a los brazos de su hermano agradecida por encontrarlo sano y salvo, todas esas horas sin saber cómo se encontraba habían sido eternas y dolorosas.

_ Estoy tan feliz de encontrarte._ Le dijo Caeli sin dejar de abrazarlo._ ¿Dónde está Kayden?

_ Kayden no está con nosotros._ Respondió Kilian de inmediato.

Caeli se alejó de su hermano para poder verle a los ojos, con la mirada le suplicaba que desmintiera lo que Kilian acaba de decir pero Owen simplemente se limitó a asentir afligido.

_ Tiene que estar en alguna parte de esta ciudad subterránea._ Gideon no pensaba perder la esperanza de encontrar a su amigo así como los habían encontrado ellos._ Ustedes están bien, nosotros estamos bien, así que Kayden debes estarlo también.

Caeli asintió mientras suplicaba en su mente para que pudiesen encontrar pronto a Kayden.

_ ¿Dónde está mi hermana?

Todos voltearon ver a Niall.

_ Quizás este con Kayden._ Le respondió Kilian.

Niall estrello su puño contra uno de los muros haciéndose sangrar. Estaba alterado y preocupado por su hermana.

_ ¡Hey, tranquilo!_ Gideon intentó calmarle._ Ella debe estar con Kayden, él cuidara de ella.

_ ¿Y si no?_ Niall se dejó caer de rodillas al suelo, no podía pensar en que se convertiría su vida si llegaba a perder a Clío.

_ Ellos cayeron juntos._ Kilian coloco una mano sobre el hombro de Niall._ No te preocupes, estarán bien. Si hay alguien que puede sobrevivir a todo esto ese es Kayden y te aseguro que está cuidando de ella.

Para Niall eso no era ningún alivio, no confiaba en ellos de la misma manera en la que ellos no se fiaban de él. No estaría tranquilo hasta tener a su hermana entre sus brazos y lejos de todos los hijos de Anac. Se apartó la mano de Kilian y se puso de pie, los miro a todos como queriendo atravesarlos con su espada.

_ Disculpen si no me fio de su supremo y gran amigo Kayden o de cualquiera de ustedes.

***

Kayden jamás volvería a ver a Clío de la misma manera, algo dentro de él se rompió completamente en cuanto vio su dolor, la angustia y todo el miedo por el que había estado atravesando desde que nació. Algo que estaba enterrado en el fondo de su ser salió a flote con su llanto y fragilidad, se identificó con ella y con su deseo de libertad.




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