Enid sonría mientras la bola de energía envolvía a quienes alguna vez habían sido sus amigos, el ataque no los mataría de inmediato pero si los dejaría lo bastante heridos como para que consiguieran intentaran algo en contra de ella cuando comenzara el sacrificio para obtener su inmortalidad.
La cegadora luz de su ataque comenzó a disiparse y fue entonces cuando su sonrisa comenzó a desvanecer. No podía dejar de mirar atónita la barrera que los estaba protegiendo. Miro desconcertada a Dika sabiendo que era imposible que ella hiciese algo como eso, era un Zíngaro de fuego y para ella sería imposible crear una barrera de protección tan fuerte como esa.
Fue en aquel segundo de perplejidad que vio salir de entre la oscuridad del bosque a Kavi, su sonrisa lo delataba.
_ Un zíngaro espiritual._ Murmuro Enid solo para ella.
De pronto de la espesura del bosque también surgieron Aria, Jovanka, Alaric y Gallagher. Ella los miro con un gran odio por haber interferido en sus planes, deseaba convertirlos en ceniza a todos.
Kavi corrió hasta su hermana y la envolvió entre sus brazos, tomo su rostro y la inspecciono asegurándose de que no se encontrara herida.
_ ¿Estás bien?_ Le pregunto con desesperación.
_ Estoy bien._ Le respondió ella mientras se hundía en los brazos de su hermano una vez más.
Enid los miro al mismo tiempo que el odio crecía más y más en su corazón.
_ ¡Lugh! _ escucho a Aria gritar, él se levantó y corrió directo a ella y la abrazo._ ¿Estás bien?
_ Estamos bien, no te preocupes.
_ ¡Basta!_ Grito Enid dejando escapar toda su ira._ ¡Todos ustedes me dan pena! Su amor es nada más que una tontería sin sentido.
_ ¿Cómo puedes decir eso?_ La contraataco Quinn.
La irónica sonrisa de Enid volvió a sus labios.
_ El amor no es más que una estúpida ilusión.
_ ¡Eso no es cierto!_ La enfrento Alaric.
Pero eso solo molesto más a Enid, levanto su mano y con un simple y ligero movimiento lanzo a Alaric por el aire haciéndolo chocar contra un árbol. Quinn grito y corrió directo a él, cayó al suelo con lágrimas bañando su rostro, noto sangre brotando de uno de sus costados y dejo escapar un grito de angustia.
_ Tranquila._ Murmuro Alaric mientras intentaba sonreír._ Estoy bien.
_ ¡Estas sangrando!_ Chillo angustiada._ Eres un tonto.
Alaric rio. Estiro su mano hasta su rostro y la acaricio.
_ Te extrañe muchísimo.
Quinn continúo llorando desconsolada.
_ También yo._ Sollozo con fuerza._ Te eh extrañado cada segundo.
Alaric movió su mano hasta la parte trasera de su cuello y la jalo hacia él. La había extrañado cada minuto que estuvo lejos y ahora por fin estaban juntos una vez más. Sus labios se encontraron y se fusionaron en un beso que solo reafirmaba aún más el gran amor que se guardaban.
_ ¿Está bien?_ Se acercó Gallagher.
_ Estoy bien, amigo._ Alaric hizo una mueca de dolor._ Solo necesito un poco de ayuda para levantarme._ Entre Quinn y Gallagher ayudaron a Alaric a incorporarse nuevamente con todos los demás.
_ Por favor, Enid, detente._ Aria intento acercarse pero Enid la ataco enviándola por los aires y haciéndola estrellar en contra de Kavi.
Mientras todo esto sucedía Cedric observaba desde las sombras esperando el momento indicado para actuar. Se encontraba aturdido al ver en lo que su amada Enid se estaba convirtiendo, casi no quedaba nada de la chica que él solía tomar de la mano. Esa chica ahora solo estaba en sus recuerdos más profundos.
Enid levanto su brazo lentamente y Aria comenzó a elevarse en el aire, su garganta se cerró impidiendo que el oxígeno circulara libremente hacia sus pulmones, sus ojos se agrandaron cuando comenzó a ponerse azul y sus manos se congelaron. Enid la miraba con odio y desprecio mientras sonreía satisfecha por verla sufrir en sus manos, disfrutaba cada segundo del sufrimiento de todos los demás que observaban sin poder hacer nada al respecto.
Aria se obligó a cerrar los ojos, visualizo a su padre en su mente y su sonrisa tan amorosa, luego imagino a Owen y su mirada tan profunda y sincera. La vida es muy corta pensó. Había permitido que mucho de su tiempo con Owen pasara, fue cohibida en relación a sus sentimientos y eso le resto mucho tiempo valioso a su lado. Ahora quizás no le volvería a ver jamás.
La presión en su garganta se intensifico, el poco oxigeno que le quedaba se fue, sus pulmones quemaban y su garganta dolía como si alguien la estuviese ahorcando con sus propias manos. Abrió los ojos y miro directamente a Enid, una lagrima rodo de sus ojos al darse cuenta que ese sería su final y que aquella mujer no era en realidad su amiga. Lo percibió en sus ojos, ahí no había luz, no existía nada.