Alanis sostenía a sus dos hermanos con fuerza de las manos, no tenía idea de lo que les esperaba del otro lado del misterioso y extraño portal que se abría frente a ellos pero de lo que estaba completamente consiente era que sus vidas no volverían a ser iguales. Todo estaba a punto de cambiar radicalmente para ellos y un nuevo mundo estaba a punto de abrirse ante sus ojos.
El primero en cruzar fue Tristán seguido por Nael, después Arif le dio una sonrisa tranquilizadora a Alanis y sus hermanos y les indico que era su turno. Alanis miro a los gemelos y respiro profundamente, los tres levantaron el rostro con valentía y cruzaron a un tiempo por el portal seguidos por Arif.
Lo que Alanis había imaginado que encontraría al otro lado del portal no era ni por asomo parecido a sus ensueños. Estaban en medio de una gran explanada y a su lado un imponente castillo se erguía como un gigante mostrando cuan majestuoso era en toda su extensión. Alanis no podía articular palabra alguna y los gemelos no paraban de exclamar asombrados.
_ Bienvenidos al castillo de Taranis._ Les anuncio Arif con una sonrisa._ El hogar de los hijos de Anac.
Los gemelos se soltaron de la mano de su hermana y comenzaron a correr como animalitos salvajes por todas partes, para ellos aquello era lo más interesante e increíble que les había pasado en años. Después de dar vueltas por toda la explanada corrieron hacia Tristán y se aferraron a sus manos impacientes por conocer más de aquel maravilloso castillo.
Alanis se quedó congela en su lugar admirando cada pequeño detalle de lo que la rodeaba, las únicas palabras que podía encontrar en su cabeza para describir todo aquello era maravilloso y asombroso.
_ ¿Vives aquí?_ Pregunto Alanis sin apartar los ojos del castillo frente a ella.
_ Si, este es mi hogar._ Le respondió Arif. _Bienvenida.
Alanis giro su rostro hacia Arif, sus ojos mostraban sorpresa. Estaba a punto de atacar a Arif con una gran cantidad de preguntas pero en ese preciso momento siete hombres aparecieron en medio de la explanada llamando su atención.
_ Tristán, amigo._ Saludo el que dirigía al grupo._ Cuanto nos alegra que estén de regreso.
Tristán palmeo las cabezas de los gemelos y luego camino hasta el grupo de hombres, primero inclino su cabeza ante ellos y después los saludo a todos con un abrazo fraterno. Alanis podía verles hablar pero se encontraba demasiado lejos para poder escuchar bien lo que estaban diciendo.
_ Ellos son los Arcángeles._ Le susurro Nael al oído.
Alanis trago con dificultad y de pronto comenzó a sentirse nerviosa, fue entonces cuando dos de los hombres que se suponían eran parte de los Arcángeles se apartaron del grupo y comenzaron a caminar en su dirección. Alanis sintió como sus piernas comenzaban a temblarle, le sudaban las manos y la frente, aquellos hombres eran tan imponentes que no podía evitar sentirse cohibida ante ellos. Cuando los hombres estuvieron a unos cuantos pasos Arif y Nael se alejaron de su lado y caminaron directo a los Arcángeles y los abrazaron con tanta familiaridad que Alanis se sintió extraña.
Después de unos momentos Arif se dirigió a ella.
_ Alanis, él es mi padre, Chamuel.
Luego Nael sonrió con diversión y se acercó a ella, la tomo de la mano y la jalo más cerca de ellos.
_ Él es mi padre Jophiel.
Alanis no sabía que decir, estaba tan impresionada que había olvidado como hablar.
_ Entonces, eres Alanis._ Chamuel le sonrió con amabilidad._ La nueva hija de Tristán.
_ Nos da mucho placer conocerte y a tus hermanos._ Jophiel coloco una mano en su hombro._ No tienes que sentirte apenada, aquí todos somos familia.
Esas últimas palabras del Arcángel terminaron por ahuyentar las inseguridades de Alanis, levanto el rostro y les sonrió a ambos hombres con genuina gratitud.
_ Vengan, los otros están a punto de regresar. _ Anuncio Chamuel.
_ ¿Los otros?_ Pregunto Alanis muy bajito cerca del oído de Arif.
_ Nuestros amigos.
La respuesta de Arif no había servido para aclarar sus dudas pero no tuvo tiempo para decírselo ya que Arif la tomo de la mano y la arrastro hacia el centro de la explanada donde ahora se abría un nuevo portal exactamente igual al que ellos habían utilizado.
***
Mientras el portal comenzaba a crecer Alanis noto como la explanada comenzaba a llenarse de más gente, muchas persona estaban aguardando la llegada de aquellas extrañas personas. Podía notar la impaciencia en los rostros de todos, lo que la hacía pensar que eran personas muy importantes las que estaban a punto de cruzar aquel umbral de luz.