Los Hijos de Anac y las Marcas Sagradas

capitulo 48

Se dice que los secretos que se callan en el silencio de la noche, bajo la tenue luz de la luna que se filtra con gran dificultad entre la bruma son los más profundos y dolorosos. Son secretos que se hunden en las profundidades del corazón y se mantienen entre las sombras de los recuerdos y las luces del futuro. Una lo sabía mejor que nadie, ella mantenía muchos secretos flotando en las profundidades de su espíritu y su corazón.

Un suave suspiro se escapó entre sus labios, encogió las rodillas hasta su pecho y se abrazó a ellas mientras su mirada vagaba en la profunda niebla. Estaba haciendo demasiado frio como para estar sentada en el techo, pero no conseguía conciliar el sueño ya que cada vez que cerraba los ojos podía ver el rostro de Enid desvaneciéndose hasta la muerte.

Jamás aceptaría que la joven y dulce chica que ella había conocido alguna vez se hubiese convertido en la portadora de tanta oscuridad. Era imposible. Debía existir una explicación para lo que le había sucedido a Enid, algo que realmente la convenciera de que ella se había marchado para siempre.

_ ¿Qué haces aquí arriba?

Una salto por la impresión y casi termina deslizándose por el techo, sino hubiese sido por los rápidos y agiles reflejos de Gallagher habría terminado en el suelo.

_ ¡He, mi niña! Deberías tener más cuidado._ Se burló Gallagher mientras la sostenía muy cerca de su cuerpo.

Una frunció el ceño y le dio una fuerte mirada de advertencia.

_ Deberías ser más ruidoso._ Bufo Una._ Casi me matas de un susto.

Entonces la sonrisa de Gallagher desapareció y en su lugar algo parecido a la desolación inundo sus ojos. Paso su mano con mucho cuidado por el rostro de Una, la acaricio con la punta de los dedos y luego sin aviso ninguno, la abrazo.

Una se dejó rodear por los fuertes brazos de Gallagher y hundió su rostro en su pecho, inspiro su aroma y se aferró a él como si fuera su única posibilidad de vida. Cada segundo que estuvo lejos le extraño como nunca habría imaginado y fue solo en ese momento que se dio cuenta de lo mucho que él significaba para ella.

_ Estaba tan preocupado por ti._ Le susurro Gallagher sin apartarse del abrazo._ Casi me vuelvo loco cuando me di cuenta de que no estabas.

Él la apretó con más fuerza.

Una se apartó del abrazo y lo miro fijamente. Sus ojos grises siempre fueron una hermosa ventana a su alma y ella le gustaba pensar que solo ella tenía la habilidad para verla. Sostuvo su rostro con ambas manos mientras él la miraba con expectación.

_ ¿Sabes?_ Le dijo Una muy suavemente._ Amo la sinceridad de tu mirada, la bondad de tu alma, amo cuanto te preocupas por mí, y esa valentía que siempre te acompaña a donde quiera que vallas._ Una sonrió._ Y te amo a ti, tanto que no lo podría explicar jamás.

Gallagher abrió los ojos sorprendido e intento decir algo pero Una lo callo colocando un dedo sobre sus labios.

_ No digas nada, sino me amas prefiero no saberlo. Yo solo…

Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta y desaparecieron completamente cuando los labios de Gallagher presionaron los suyos. Sus corazones latieron con fuerza y se sincronizaron en un mismo ritmo. Un rayo de luz de luna se filtró poderoso a través de la bruma e ilumino a los dos enamorados regalándoles su magia.

_ Te amo._ Le susurro Gallagher al oído. Una sonrió feliz y dichosa._ Aunque me vuelvas loco la mayoría del tiempo.

Una le dio un golpe por el pecho y ambos rieron.

_ Eres un tonto.

Gallagher la levanto sosteniéndola por la cintura y la hizo girara en el aire mientras ella reía sin parar.

_ Dime ¿En qué pensabas?_ Lentamente Gallagher la bajo y la sonrisa de Una se convirtió en una mueca de intranquilidad.

Una se volvió a sentar y Gallagher la siguió. Se sintió preocupado con el cambio tan repentino de humor que la joven había tenido y por su mirada perdida entre la bruma supo que algo realmente le molestaba.

_ Es sobre Enid._ Dijo finalmente Una._ La persona que vimos morir no era ella.

No quería contarle a nadie sobre sus sospechas pero confiaba en Gallagher, si alguien iba a ser capaz de entenderla tenía que ser él.

_ Una, no entiendo a qué te refieres.

_ Ella jamás nos lastimaría, éramos sus amigos y nos quería._ Una dejó escapar un largo suspiro._ La Enid que conozco no habría traicionado a su padre._ La convicción con la que Una hablaba lo tenía desconcertado._ Enid amaba a Cedric, ella realmente lo amaba.




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