Los juegos de la muerte

Un día antes

¿Cómo que quedan dos? Si yo ya estaba celebrando el que no me hubiese tocado. Bueno, seguramente no me elegirán porque como dije antes no tengo ningún don ni nada por el estilo.

El director se prepara para anunciar a los dos últimos elegidos.
- Hola, disculpen la tardanza. Sé que todos estabais esperando a los dos elegidos, cosa que no entiendo, pero bueno, sigamos. Un fuerte aplauso para Nick Villin y Olivia Edevane. Ahora si demos, como iniciada la etapa de los juegos de la muerte, quiero decir la etapa de entrenamiento para héroes.

Miro a mi madre con preocupación. Todo el mundo escuchó lo que dijo.

- Y ahora que hago joder, vaya mierda. ¿Mamá? Mamá, dime algo por favor.
- Te quiero Olivia.
- ¿Eso es lo único que vas a decir, mamá que te pasa? Estás entrando en shock o algo parecido.

No me responde y decido salir de casa para poder respirar aire puro.

Los vecinos me observan con cara de pena, todo ellos sabían que probablemente este sería el último día que me verían en persona. El entrenamiento para supuestos héroes empezaba a sonar como Los juegos del hambre.

La gente me está parando por las calles para pedirme fotos o para felicitarme por una elegida. Cuando yo sinceramente no me enorgullezco de nada, es como felicitarme por a haber conseguido una oportunidad para morirme.

- Felicidades, Olivia, ojalá estar yo en tu lugar.
- Si quieres nos cambiamos de vida.
- Me encantaría, pero los milagros no existen.

Claro, vaya milagro tener que luchar para poder sobrevivir.

- Fírmame un autógrafo.
- Vale, ahora voy.

La humanidad no me deja ni respirar y mira que salí a fuera solo para eso.
No paro de insistirles, pero a ellos les da igual que me esté agobiando, ellos lo único que quieren es tener una fotografía conmigo o un autógrafo...

Me siento muy incómoda, necesito ir a un lugar relajado, podría ir a casa de Nick.
Me intento alejar de la multitud y cojo el móvil para poder llamarlo.

- Hola, Nick
- Hola, Oli, ¿Nos han pillado?
- Sí, ¿Acaso no lo viste?
- No, es que como según el director no valían la pena, supuse que yo no entraría.
- Que humilde de tu parte, jajajajaja.
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué me has llamado?
- ¿Puedo ir a tu casa, por favor?
- Claro, Oli, aquí te espero.

Me estoy esforzando para poder salir del montón, pero la gente no ponía de su parte, me empujan, me gritan, etc.

........................................................................

Por fin he conseguido salir de ahí, ahora me dirigiré a casa de mi mejor amigo. Intento ir por sitios poco conocidos para que así la gente deje de molestar. Pasaron unos minutos, y ya estoy en casa de Nick.

- Hola - digo, dándole un abrazo.
- Relájate, siéntate como en tu casa.
- Vale gracias - digo mientras me siento en el sofá. Él hace lo mismo para así estar cerca de mí.
- ¿Qué te ha pasado para que vengas tan alterada?
- Nada, no te preocupes.
- Oli por favor me dijiste lo mismo cuando pasó lo del diario entiendo que te duela, pero no estaría mal hablar y sincerarse con alguien.

Sé que tiene razón, pero no quiero dar más explicaciones a la gente de mi alrededor. Siempre te acaban dejando peor de lo que estabas.

Solo de imaginar que algún día me pueda traicionar y comience a contarle todos mis problemas a los demás y que vayan rumoreando cosas sobre mí.

- Lo siento es que no me apetece hablar de ello.
- Vale, perfecto - dice mientras me da un abrazo.
- Podemos cambiar de tema, por favor.
- Si con eso te sientes mejor. ¿Podemos ir al cine?
- Sí, pero, ¿qué vemos?
- No sé, vayamos y miremos la cartelera y vemos la que más nos guste más.

Intento camuflarme para que la gente no nos siga, él también. Lo estamos consiguiendo y nos quedan solo 2 manzanas para llegar.

La misión ha sido todo un éxito, nadie nos ha pillado. No me lo creo, pero si dábamos mucho cante, rollo íbamos con unas chaquetas amarillas, unas gorras de los Milwaukee Bucks y unas zapatillas Nike Air Force 1 reflectantes.

- ¿Cuál película quieres ver? No mejor, dime un número.
- Dos siempre.
- Olivia con el dos hasta la muerte.
No puedo evitar reírme por ese comentario.
Nos acercamos a la taquillera y le pedimos las entradas para ir a la sala número 2.
- En la sala número dos hacen el hombre del saco.

De todas las que nos podrían haber tocado y toca una de terror.
- Uy, creo que alguien se va a cagar encima.
- Por favor es solo una película, sé que nada de eso es real.
- Ya y luego antes de acostarte me llamarás diciéndome que tienes miedo.
- Te equivocas.
- Ya lo veremos.

Nos sentamos en nuestros asientos 14-7  13-7.

Durante la película Nick y yo nos pegábamos algún que otro susto que nos hacían agarrarnos de las manos o hasta darnos abrazos.
Cuando acabó la película estábamos temblando y no fuimos capaces de levantarnos del asiento. Hasta que un guardia vino y nos dijo "levantaos que viene el hombre del saco" en ese momento dimos un brinco que casi tocamos el techo. Con eso no se juega que casi nos da un ataque cardíaco. 

- ¿Vamos al Burger King? - Le pregunté con entusiasmo.
- ¿Hace falta que te responda?

Y ahora estamos aquí comiéndonos una increíble hamburguesa, con patatas, nuggets... 

- Echo de menos a mis King Jr Meal.
- Qué tiempos y te acuerdas cuando de tantos reírnos se nos calló la bebida por la nariz.
- Nick, eso para mí no fue un buen recuerdo, el mejor recuerdo es cuando nos tiramos los dos al mismo tiempo por el tobogán.
- Oli, nos quedamos encallados y tardaron como una hora en sacarnos en serio, ese te parece el mejor recuerdo.
- Pues sí, ¿Qué pasa?
- No, nada, nada.



#5928 en Novela romántica
#2606 en Otros

En el texto hay: accion, amor, losjuegosdelamuerte

Editado: 10.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.