Recién levantada me preparo para ir al metro con Nick.
Hoy se realizarán las entrevistas a los elegidos. Estoy nerviosa porque quiero causar buenas impresiones, pero es evidente que yo a ellos no les caigo demasiado bien, bueno que tampoco es que me importe mucho.
Mamá sigue sin hablarme y no lo entiendo porque no es culpa mía que me tenga que ir al supuesto entrenamiento de futuros héroes.
- Mamá, me voy ya para pillar el metro - digo esperando a que hubiera una respuesta, pero al final no la hubo.
Miro el reloj, quedan 2 minutos para llegar al metro y yo sigo en mi casa. Nick me va a matar y con razón.
Salgo de mi casa como si fuese el mismísimo Rayo McQueen y estuve así hasta llegar a mi destino.
- Olivia, llegas 3 minutos tarde, ¿Dónde está tu puntualidad?
- Lo siento mucho, estaba en mi mundo.
- Eres muy despistada la próxima vez ponte una alarma.
- Vale, lo siento.
- No pasa nada.
Solo tres minutos tampoco es que me haya retrasado una hora, pero como no quiero problemas mejor me callo.
Ufff estoy bastante agobiada y ansiosa por la entrevista, digamos que soy una mujer de pocas palabras y menos con desconocidos que mataron a tu padre hace años.
Si me matan a mí, madre caerá en depresión, pero si venzo me verá como un monstruo, por eso he decidido intentar no matar a nadie, eso sí, si vienen a matarme yo me voy a defender.
- Oli, hoy tienes el guapo muy subido - ese comentario me hace sonrojar.
- Gracias, Nick, tú también.
- No tanto como tú.
Nick es tan mono, siempre me está diciendo comprimidos y me defiende cuando los malotes de mi clase vienen a por mí. Es un buen chico como dice mi madre.
Nos vamos acercando a la estación de metro y no puedo parar de temblar. Tengo mucho miedo, ¿lo que dijo el director ese día fue un descuido o estaba planeado para darle un poco de vidilla al show? No lo sé, pero si ese era su objetivo lo consiguió.
No quiero ir, no quiero. Me siento obligada a hacerlo, Nick me está dando palmaditas en la espalda para que entre.
- No quiero entrar a la estación - digo con los ojos cristalizados a punto de explotar.
- Ey tranquila, dame tu mano - me dice estirando su brazo para poder agarrar mi mano.
- Vale, gracias - digo dándole un abrazo y un apretón de mano.
Entramos y pasamos todos los controles de seguridad, y en menos de un abrir y cerrar de ojos, estábamos en el metro de camino al entrenamiento para futuros héroes.
Hay dos personas más en nuestra cabina, son de diferentes géneros y parecen mayores de edad. La mujer tiene el pelo negro y liso, tiene una buena figura... El hombre tiene el típico peinado que se lleva en nuestra época, el pelo castaño y mucho músculo...
Están mirando el exterior entre las ventanas.
De vez en cuanto nos miran de reojo y se ponen a murmurar cosas.
- ¿Quiénes son? - le pregunto a Nick en voz baja para que así no me escucharan.
- No tengo ni idea.
Justo en ese momento uno de ellos se gira.
- Soy el Explota tímpanos, somos vuestros mentores y por si acaso no lo habías notado mis superpoderes son escuchar desde grandes distancias y gritar hasta que te peten los tímpanos.
- Yo soy la Creación, mi superpoder es el don de la imaginación, todo lo que imagino puedo hacerlo realidad.
- Me puedes traer a Tom Holland y a Timothée Chalamet - digo con toda la ilusión del mundo.
- Podría hacerlo, pero me da pereza y no estoy para perder el tiempo por un capricho.
Su respuesta me parece muy agresiva si no quieres realizar lo que te he pedido, pues me lo dices, pero no te pongas a hablarme en tono agresivo.
Es la mujer más aburrida del mundo.
"No estoy para perder el tiempo por un capricho" perdona, pero para mí no es un capricho, es un sueño.
Buaaa, el Explota tímpanos mola un huevo, me parece tan fantástico poder escuchar conversaciones a quilómetros. Aunque la parte en la que hace explotar, destruir... Con solo el uso de la potencia de sus cuerdas vocales.
Nick y yo nos miramos e intentamos hacernos preguntas coherentes sobre nuestros mentores.
Lo único que sé de ellos es que tienen poderes a diferencia de mí, que no tengo nada en especial. Me encantaría poder leer las mentes de los seres humanos, en que pueden pensar tantas personas.
- ¿Qué le podemos preguntar? - le pregunto a Nick susurrándole.
- No lo sé, pero seguramente no nos querrán contestar.
- Bueno, depende del tipo de preguntas.
- No te pillo.
- Me refiero a que hagamos preguntas indirectas.
- Aaaa, ya sé a qué te refieres.
Nos dirigimos a nuestros mentores y nos preparamos para aclarar nuestras conclusiones.
- Hola, nos gustaría saber un poco más de la vida de nuestros mentores - dice Nick temblando por miedo a que descubran nuestra hazaña, y con toda la razón del mundo, a mí eso no me parece nada indirecto, de hecho ha sido muy directo.
- Así que queréis sonsacarnos información, buen intento, pero no lo vais a conseguir - responde la Creación.
- Al menos díganos sus nombres - le digo.
- Lo único que os voy a decir es que yo fui una de las elegidas y ahora estoy en esta mierda.
- ¿A qué se refiere con que está metida en esa mierda?
- Nada olvidaos, no tiene importancia.
Ahora me ha dejado con toda la curiosidad, no es justo, se lo voy a volver a preguntar, podrá pensar que soy una cabezona, pesada, etc. Pero al menos no me habré quedado con la intriga.
- He dicho que a que se refiere - le digo exigiéndole una respuesta, que sorprendentemente hubo.