Narración de Olivia
Ahora que ya sé al cien por cien que Charles Creepingbear es alguien en quien puedo confiar, podemos iniciar "el rescate de Clementine". Al final lo voy a llamar así. Pero tampoco es que sea un rescate en sí, simplemente quiero ver cómo se encuentra y mostrarle que estoy ahí para ella.
Es raro tener empatía por alguien que estuvo a punto de matar a medio grupo, lo sé, pero me da igual; siento que es necesario hablar con ella.
Me acerco a Charles, que sigue en el mismo sitio.
- Hola, princesa, ya no desconfías de mí - dice con el ceño fruncido, claramente molesto, pero con un tono sarcástico que me demuestra que está de buenas.
- Mira, lo siento, pero ¿qué harías tú en mi situación, eh? - respondo con los brazos cruzados.
- No lo sé, a lo mejor habría hecho lo mismo.
- Pues entonces no te quejes.
- Lo que usted diga, princesa.
No me gusta nada ese mote, ¿por qué princesa? ¿Es que no tiene nada mejor que decirme? Podría llamarme ricitos de oro, ojos verdes o incluso pecas, pero no tiene que ser princesa. Bueno, Olivia, céntrate en lo importante: Clementine.
- ¿Me ayudas o no? - pregunto con determinación.
- Claro, acabemos con esto, princesa - responde entre risas.
Si sigue así, voy a cambiar de opinión y hacerlo yo sola, seguro que encuentro la manera.
- Vale, hagámoslo - digo con tono serio.
- Vamos. Recordemos el plan primero. Llegas a donde está Clementine, me avisas de alguna forma, no sé, un silbido, por ejemplo, y en ese momento me acerco a Nick y anulo sus poderes.
- Vale, pues venga, al trabajo.
Empiezo a caminar hacia donde está Clementine con decisión, pero también asustada por su reacción. Voy a paso ligero, aunque no dejo de preguntarme si estoy haciendo lo correcto. Una parte de mí dice que no debería hacerlo, y otra que lo haga. Como dijo mi madre un día: "Nunca evites hacer nada por miedo, porque puede que en un tiempo te preguntes qué habría pasado si lo hubieras hecho". Así que voy a hacerlo.
Miro a mi alrededor con precaución para vigilar el entorno, porque en este punto ningún lugar es seguro. Tengo miedo de que en cualquier momento alguien venga a matarme o que me pillen intentando ayudar a Clementine a superar su duelo.
Sigo caminando con cuidado, alerta a lo que pueda pasar. De repente, unos gemidos dolorosos me ponen en guardia y me doy cuenta de que para llegar a donde está Clementine tengo que pasar por ahí.
Aterrorizada, me asomo a la puerta y veo la escena: un chico corpulento, con el cabello de un oscuro que no consigo identificar, tiene a Henry agarrado del brazo y lo amenaza con partirle el hueso. Junto a él, una chica con una melena hermosa y una sonrisa malévola lo acompaña. Ambos lo están acorralando, llamándolo "niñito de mamá", mientras Henry no hace nada para evitarlo, solo llora y les ruega que no le rompan el brazo.
Sin pensarlo dos veces, intento usar uno de mis poderes, el de hacerme invisible. Con mucha dificultad logro convertirme, ya que aún no lo controlo bien. Me acerco a ellos y comienzo a lanzar cosas al suelo para hacer ruido. Los dos chicos, asustados, se giran y salen corriendo mientras Henry se queda paralizado, apoyado en la pared.
- Tranquilo, soy Olivia - le digo con una sonrisa, aliviada de ver cómo han huido asustados. Le toco el brazo con la intención de calmarlo mientras me hago visible.
- Olivia, joder, qué susto - responde Henry, temblando de miedo, pero su voz refleja cierto alivio al ver que soy yo.
- Lo siento mucho, no era mi intención - digo con culpabilidad por cómo lo he hecho sentir.
- Olivia, no pasa nada - responde con comprensión-. Muchas gracias por ayudarme.
Miro al suelo, pensando en lo que acabo de ver y recordando cómo esos dos se metían con él. Frunzo el ceño de frustración y enfado, tratando de calmarme, pero me resulta imposible. Es muy difícil relajarse después de ver a alguien acosando a un amigo.
- Henry, ¿por qué? ¿Por qué permites que te traten así? Eres una buena persona y no mereces ser tratado de esta manera - le pregunto, enfadada y frustrada por la situación.
Henry baja la mirada y no responde.
- Henry, solo piénsatelo y luego me dices. Tengo un asunto que resolver. Te quiero mucho, amigo - digo con una sonrisa que oculta mi verdadera preocupación por él.
Empiezo a caminar de nuevo hacia donde está Clementine, ahora con seguridad y determinación.
Mientras camino, no puedo dejar de pensar en lo que acaba de suceder con Henry. Me da rabia que no se defienda, pero entiendo que el miedo lo paralice y no le permita afrontarlo como a otros. Sin embargo, no voy a dejar que lo sigan tratando así. Después hablaremos del tema; ahora tengo que enfocarme en Clementine.
A medida que me acerco, no puedo evitar ponerme tensa, así que me detengo, respiro hondo y continúo caminando.
Finalmente la veo, sentada en el suelo, con la mirada perdida, limpiándose las lágrimas con la manga mientras solloza desconsoladamente. En su mano derecha tiene una fotografía de Teddy, que se aprieta contra el pecho con desesperación mientras murmura: "Charles Creepingbear, te odio, cabrón".
Suspiro con tristeza al escucharla, sintiendo un escalofrío recorrerme la espalda y silbo para señalarle a Charles que ya he llegado.
Me quedo escondida en una esquina, esperando a que Charles haga su parte del plan, mientras me esfuerzo por contener las ganas de iniciar una conversación con Clementine y ofrecerle el apoyo que sé que necesita.
Tengo una lucha interna sobre qué decisión tomar, porque una parte de mí me dice que espere a que Charles bloquee los poderes de Nick, pero otra parte me insta a no esperar y hablar con Clementine en este mismo instante.
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Nota de autora
Lo siento mucho por no actualizar la historia, pero lo importante es que ya lo hice y haré bastantes actualizaciones.