Siglo XVII
Desde pequeña siempre te enseñan lo que supuestamente está bien y está mal aun que todo es lo que tus padres te dicen, mis padres siempre me inculcaron que las brujas eran seres de oscuridad y que a toda costa había que extinguir su raza, yo tenía 7 años cuando vi a una bruja quemarse por primera vez y no era del aspecto que todos describían, ella se veía igual que yo, era una persona normal de aspecto sin nada que la delatara a primera vista pero solo porque alguien dijo que ella era diferente a los demás la condenaron a morir quemada, desde esa vez que siempre en mis sueños la escucho gritar y pedir auxilio tal y como lo hacía mientras la quemaban ese día, jamás le dije a alguien sobre esas pesadillas que me atormentaban todos mi días y de todas formas no me tomarían en cuenta. Con el tiempo me acostumbre poco a poco, pero siempre se me quedaban grabados los pedidos de auxilio de algunas; a mis padres y hermanos les gustaba mucho ir a ver esas cosas y como yo era la única que no deseaba ver eso tenía que ir igual o quedarme en casa a limpiar y cocinar, a veces me quedaba en casa pero otras solo iba para no tener que hacer nada, lo malo de ir a ese tipo de cosas es que mis hermanos no paraban de hablar de lo genial que había sido la muerte de la bruja en cambio yo solo quería que se callaran; yo si creía que el mal de las brujas debía acabar, pero también sabía que algunos mentían sobre las brujas y terminaban matando a gente inocente, de hecho, cuando tenía 15 años me juntaba mucho con una vecina que vivía justo al lado, solo para hablar de la vida, pero un día alguien dijo que ella era una bruja y solo por decir eso murió, ella no era bruja, pero no podía decir eso ya que a mí también me acusarían de brujería y tal vez también me hubieran matado al igual que ella. No soy una bruja pero tampoco soy una persona que entra en el rango de lo común, soy alguien con habilidades especiales que personas normales no tienen, pero no hago hechizos como las brujas; cuando tenía 9 años mi imaginación voló tan alto que esta se convirtió en realidad; yo a veces soñaba en poder mover objetos sin tener que tomarlos, era una idea descabellada pero para una niña de 9 años es interesante, lo que jamás creí que podría pasar fue que este sueño se volviera en una realidad, un día jugando con mi imaginación logre mover algunos objetos pequeños, al principio me asuste bastante pero después me quedo gustando la sensación de hacer algo diferente a los demás y lo empecé hacer más seguido con tal de poder lograr mejores resultados, con los años logre manipular el aire, el agua, el fuego y la tierra. Como todas las cosas en la vida traen sus consecuencias y esta no era la excepción porque con sentimientos muy fuertes como el dolor, la tristeza, el miedo y la rabia mis habilidades surgían espontáneamente sin poder controlarlas, provocando caos dependiendo de dónde me encontrara al momento de los hechos, de hecho una vez tuve una pelea bastante grave con mis hermanos lo cual por el enojo que sentía mis habilidades se manifestaron provocando un poco de destrucción, cuando paso la pelea con mis hermanos estábamos a la entrada de un bosque que se encontraba cerca del pueblo, ellos estaban ahí ya que habían escuchado que una bruja se encontraba en ese lugar y ellos querían adentrarse en este mientras yo quería volver a casa, me dijeron que era cobarde y que no era digna de ser su hermana solo por el hecho de no querer ir a buscar una bruja y matarla, me altere tanto que provoque un pequeño tornado el cual rompió algunas ramas de los árboles más cercanos, la cual una casi cae encima de mis hermanos, ellos se asustaron porque creyeron que la bruja estaba cerca y les iban hacer algo diabólico pero la verdad fue que yo lo hice. Jamás le conté a alguien sobre mis habilidades porque a cualquiera que le contara sobre lo que podía hacer me matarían por el simple hecho de ser diferente al resto de las personas y como vivía en una época religiosa extremista, por el hecho, de querer exterminar a las brujas que también se les decía engendros del demonio; claro que, si decía que tenía estas increíbles habilidades todos, incluso mi familia me tratarían de bruja y me quemarían en la hoguera, sin importarles que fuera de su propia sangre.
Mi nombre es Johana, hoy en día tengo 17 años y he decidido en dejar mi hogar para buscar respuestas sobre mis habilidades porque sé que no hago brujería pero también sé que lo que hago no es normal, ya no quiero seguir viviendo con esta incertidumbre de no saber las razones por las cuales logre adquirir mis habilidades, pero buscar las respuestas que necesito no iban a ser tan fáciles conseguirlas ya que tendría que buscarlas con personas que sepan y esas eran la brujas ya que ellas, según mi pensamiento, sabían todo con respecto a cosas que no tenían explicación lógica tal y como lo eran mis habilidades, pero para encontrar a una bruja debía adentrarme en un bosque y ese era el otro problema ya que todo el bosque que rodeaba mi pueblo no quedaban brujas ya que según los religiosos decían que ya las habían matado a todas y que estábamos libres de ellas para siempre así que tenía que buscar en otro lugar. Lo peor era que mi familia no me dejaría irme tan fácilmente por lo que me tenía que fugar en medio de la noche cuando todos estuvieran durmiendo o irme en medio del día cuando me encontrara sola en casa y la verdad me gustaba más la segunda opción, así que un día cualquiera cuando mis padres y mis hermanos salieron y yo me quede sola guarde unas pocas cosas en un cesto de mimbre pequeño en donde a veces llevaba la fruta que compraba en el mercado, guarde un poco de ropa, comida y saque dinero del cual escondían mis padres por si habían emergencias, salí de la casa lo más tranquila y rápido posible, no quería levantar sospechas de ninguna persona para que no me hicieran preguntas, sumando que estaba muy nerviosa lo cual podría provocar que mis habilidades salieran a la luz. Tome un carruaje para salir de ese lugar y que este me llevara al pueblo más cercano.