Los Kinesis

Capítulo 8

Tengo miedo de no poder cumplir la promesa que le hice a Miranda, estaba dispuesta a dar mi vida por aquellos que no tenían la oportunidad de ser libres o lo más que podíamos, sabía que esta misión era una misión suicida, era claro que los que fuéramos a está no íbamos a volver ni la mitad y los que rescatáramos tal vez no llegarán ni el 30% de ellos, pero era un riesgo que había que correr ya que esas personas eran inocentes y no delincuentes o asesinos.
Después de hablar con Miranda me fui a la habitación para descansar ya que el golpe en la cabeza aun me tenía un poco aturdida y mareada, llegue a la habitación y entré sin más, la única que estaba dentro era Aisha, la cual estaba acostada, moviendo una cuchara, yo pase directo a mi cama sin hablarle pero ella me empezó hablar a mí.

- Te has demorado más de lo normal en volver - me dijo aun moviendo la cuchara sin prestarme atención alguna, estaba ensimismada moviendo la cuchara.

- Tuve unos problemas - le dije para luego sentarme, aun me sentía mareada de hecho a veces sentía nauseas lo que me hacía pensar que tendría que correr al baño muy pronto.

- ¿Cuáles? - se enderezo y me vio -¿Qué te paso en la cabeza? - dijo alarmada por la venda en mi cabeza.

- Un hombre que era un kinesis tuvo problemas en mi trabajo, lo cual lo tuve que ayudar y me provoque esto - apunte a mi cabeza - pero estoy bien.

- Si tú lo dices - se volvió acostar y a mover la cuchara como si nada malo pasara, a veces los cambios repentinos que tiene Aisha me molestaban, pero de a poco me ido acostumbrando.

- ¿En que kinesis te especializaste? - le pregunte acostándome para mirar el techo.

- En la magnokinesis, es mi kinesis favorita y es la que mejor se me da - la magnokinesis consistía en manipular metales y campos magnéticos, era una kinesis muy interesante pero no sé si la practicaría, creo que hay otras kinesis que me interesa aprender antes que esa - y ¿tu?

- La aerokinesis, al igual que tú me gusta y también es la mejor que se me da - me gustaba lo que podía hacer con la aerokinesis, me sentía libre, excepto en ese momento ya que me sentía adolorida.

- ¿Vas a ir a la misión? - pregunto de pronto haciendo que levantara la cabeza para observarla, ella también me miraba, pero aún estaba jugando con la cuchara.

- Sí y ¿tu? - dije sin dejar de mirarla.

- También, puedo desarmar a las personas lo cual me convierte en alguien importante en la misión - no se notaba una superioridad ante su comentario mejor dicho se notaba el orgullo en su voz, estaba orgullosa de lo que podía lograr con su kinesis, era extraño ya que era como si tratara de converse que era buena para algo, que servía para algo.

- Yo no sé qué podría hacer yo, el aire no se para que servirá en una misión de ese estilo - dije dejando de verla y la verdad no sé para que servirá el aire en algo tan complicado como esa misión, no sentía que sirviera de algo.

- Sirve para mucho - dijo con entusiasmo, pero yo no le creo que sirva, sentía que me estaba tratando de animar más que nada.

- Si tú lo dices - estaba cansada, no quería seguir hablando - voy a dormir.

- Claro, con el golpe en tu cabeza debes estar mareada - no le respondió nada, no me cambié de ropa solo me tape y me quede dormida. No desperté por tener pesadillas o porque quisiera sino porque escuché que mi celular sonaba, me habían enviado un mensaje.

- Prima, ¿Cómo estás? - era un mensaje de Kara a las 3 de la mañana.

Bien y ¿tú? - le mentí - ¿No has tenido más problemas? - estaba preocupada por ella, tenía miedo de no poder estar ahí para salvarla, no quería perderla a ella también.

Bien, hasta ahora ninguno, pero estoy siendo igual más precavida - me gustaba poder leer eso, me dejaba levemente más tranquila.

Muy bien, voy a dormir - era tarde y sabía que mañana ella debía ir a la escuela, y yo a trabajar.

Está bien, solo quería saber cómo estabas, adiós.

adiós - aún me preocupaba que mi prima se metiera en problemas y yo no poder salvarla, pero sé que no siempre voy a estar ahí para salvarla.

Cuando volví a despertar ya era de día, a pesar de lo que pasó ayer tendría que ir a trabajar, ya que no me dijeron lo contrario, me levante y me cambié de ropa, iba saliendo hasta que escucho que alguien me grita.

- Lydia - me doy vuelta y veo que es Marcus quien me habla.

- ¿Qué pasa? - le digo sin ánimos de hablar, estaba cansada, no tenía ganas de trabajar y aun me sentía mareada, pero lo último no se lo iba a decir.

- ¿Para dónde vas? - me pregunto bastante amable que eso es extraño en él, aunque ayer también fue bastante amable conmigo, pero es extraño que se comporte dos días seguidos de la misma manera.

- Y eso a ti que te importa, no te tengo que decir para donde voy - dije en un tono molesto aun que no era mi intensión, estaba empezando a tener dolor en donde estaba mi herida.

- Vas a trabajar, no deberías ir - dijo aun tranquilo, normalmente cuando le respondo así a Matías el me responde de la misma forma y no como ahora.

- Si voy a trabajar, no me dijeron que podía faltar - respondí de la mala gana, no quería ir ya que aún me sentía mal, pero nadie me dijo que podía faltar y yo como soy responsable tengo que ir de todos modos, estaba tratando de calmarme un poco, no quería tratarlo mal.

- Yo te acompaño - dijo atento, lamentablemente no podía aceptar su oferta.

- Primero muerta a que me acompañes, cada vez que sales haces un desastre Marcus, no quiero tener que estar cerca de la policía otra vez, voy sola y punto - le dije, me di vuelta y salí del refugió, me sentía horrible, pero si no le decía algo malo me hubiera seguido y no quería que lo hiciera, ahora me sentía un poco incomoda con su presencia luego de nuestra conversación de ayer; camine y fui hacía la parada de autobús y espere, aún tenía la venda y tampoco me la quería sacar, no quería ver como estaba mi herida, llego el bus y me subí.
Cuando llegué al trabajo todos me quedaron viendo y vi como la jefa se acercaba a mí, por un momento creí que habían descubierto quien soy, pero apenas hablo me di cuenta de que no.



#4269 en Joven Adulto

En el texto hay: adolecente rebelde, poder y guerra

Editado: 07.10.2021

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