Robar no fue fácil pero tampoco fue difícil, lo más difícil es llevar un conteiner; el container traía comida lo cual nos sirvió bastante. Era bueno lograr algo y sacar un problema más de los tantos que teníamos. Ya habían pasado 2 días desde el robo del conteiner y todos los que habíamos ido aun estábamos cansados, pero a pesar de eso valió la pena; un día estaba en la oficina tranquila, ya estaba por irme a descansar hasta que me llega un mensaje a través del celular, era del refugió que está en Chile.
– Lydia, necesitamos tu ayuda
– ¿Qué pasa?
– Nos encontraron
– Tranquilos nosotros los ayudaremos
La tranquilidad no dura para siempre y esta era la perfecta prueba de eso, pero no podía pensar en las cosas malas, tenía que seguir arreglando más problemas, tenía que pensar en cómo ayudarlos, en eso estaba cuando Aisha aparece en la oficina.
– Lydia lo siento, pero... ¿Qué pasa? – Aisha apareció y vio mi cara de preocupación, haciendo que la preocupara también.
– Los descubrieron Aisha, tenemos que ayudarlos – le dije levantándome de la silla para acercarme a ella.
– Yo te puedo ayudar y sabes que otros también estarán dispuestos a ayudarte – dijo de forma relajada Aisha, aunque la tranquilidad no era el fuerte de la personalidad de ella, pero se notaba que había mejorado mucho.
– Lo sé, y se quienes me van a ayudar – dije para después salir en busca de las personas que me ayudarían.
Le pedí a Aisha, Zenda, Vice, Tahiel, Catherine, Zigor y a Kara que me ayudaran y ellos aceptaron sin ningún problema, lamentablemente yo no podía ir ya que soy una de las kinesis más buscadas y si iba los podía poner a todos en peligro; luego de que liberáramos a los kinesis que estaban encarcelados yo quedé en la lista negra, yo fui la que entro al recinto y los saque, por lo que estaba en el punto de mira.
Tenían que llegar lo antes posible y salir de ahí rápido, pero necesitaban que Morosov les pasara un barco para ir al continente, ya que ir volando no era una opción porque las únicas que sabíamos volar era yo y mi prima y yo no iba por las razones mencionadas anteriormente, así que volar no era algo que pudiéramos hacer y aparte si fueran volando llegarán muy cansados, el viaje es largo así que la única opción era pedirle a Morosov que nos facilitará un barco para llegar y ayudar a los que quedaron en el refugió en el continente.
Morosov se demoró 3 días en darme el barco, pero era mejor tarde que nunca, apenas llego el barco lo tomaron y se fueron, yo solo me quede en la isla vigilando todo lo posible, mientras ellos fueron a buscar a esas 10 personas que quedaron en Chile yo me dediqué a seguir entrenando y perfeccionando mis habilidades, mientras entreno me quedó con mi celular por cualquier cosa que pasara, pero solo por una vez se me ocurrió dejar el celular en mi oficina y fue lo peor que se me pudo haber ocurrido, cuando llegué a la oficina mi celular tenía varios mensajes del refugió avisando me dé algo que no tenía en mente.
– Lydia todos queríamos saber ¿Cuántas personas vienen?, ya que somos unas 25 personas aquí en el refugió.
– ¿Cómo que 25? ¿De dónde salió tanta gente?
– Nuevos refugiados y nuevos kinesis.
– ¿Porque no me avisaste antes?
– No lo creí necesario.
– Si serás estúpido, sólo mande a 7 personas me debiste haber dicho.
– ¿Usted no viene?
– No puedo.
– ¿Por qué?
– Por matar a unos cuántos policías, por entrar en una propiedad privada y por ayudar en la fuga de una gran cantidad de kinesis.
– Verdad.
– Sólo trata de que no los capturen o maten y no tengan problemas, lleguen lo antes posible.
– Está bien Lydia.
– Espero noticias.
Si será idiota, me debió avisar antes de que mandara a los chicos a esta misión, pero el muy idiota me avisa después. Pasaban los días y aun no me llegaba ningún mensaje de cómo había salido todo, pero lo que me sorprendió es que Morosov llegara a la isla y se preocupara de los que fueron a Chile y los que quedaron en el refugió, me tenía loca ya que en todo momento me preguntaba si sabía algo de ellos, yo estaba mucho más preocupada que él ya que en esta misión fue mi prima y me daba miedo que algo le pasara y yo no poder hacer nada. Ya habían pasado 3 semanas y nada, pero no me podía desesperar tenía que estar tranquila sólo tenía que pensar en que todo estaba bien y llegarían pronto sin ninguna novedad.
– ¿Cuándo van a llegar? – Matilde estaba en mi habitación – se han demorado mucho.
– Aun no me avisan nada y me estoy empezando a preocupar – aunque eso no debí ni decirlo porque mi cara lo decía absolutamente todo.
– Debes estar tranquila Lydia, tu prima es fuerte, Catherine la protegerá, Zigor en un experto en su kinesis al igual que Vice, Aisha es muy poderosa, a las personas que enviaste a esta misión de rescate son las más capacitadas no tienes de que preocuparte – me animaba Matilde lo cual era extraño ya que siempre era quien tenía unos pensamientos tan apocalípticos que podían asustar a cualquiera, la verdad desde que juntas estamos a cargo del refugio nos hemos acercado más, al final del día Matilde si era una buena compañía.
– Lo sé, pero muchas cosas pueden pasar – pero en estos momentos yo era la de los pensamientos apocalípticos.
– Lydia... – había un hombre alto de piel blanca, de pelo negro y ojos grises que apareció en la habitación – ¿Eres tú?
– Sí, ¿Qué pasa? – dije levantándome de la cama.
– Disculpe por interrumpir, mi nombré es Iván y le tengo una buena noticia – me levante y le hice una señal para que siguiera hablando – llegó su prima y los otros – sin esperar salí corriendo y fui a mi oficina pensando que estaría allí, mire mi celular y tenía un mensaje de mi prima que me lo había enviado hace no más de 15 minutos.