Los Levitantes

Capítulo 2

Desperté sin saber dónde me encontraba al principio pero pasados unos minutos me acordé, mi sueño había sido tan real que creí que había pasado en realidad y en ningún momento pensé que seguía dormida, la mujer de mi sueño me dijo todo lo que tenía que hacer para lograr nuestro objetivo pero yo no estaba muy segura de hacer lo que ella me dijo ya que mucha gente moriría, y todo eso solo para que el mundo nos acepte sin juzgarnos nunca más, lamentablemente era un precio que estaba dispuesta a pagar.

Me levantó de la cama solo para ir a comer y bañarme para sólo después volver sin tener que hablar con alguien, todos sabían que quería mi espacio después de lo acontecido en la isla Mhon claro siempre habían algunos que siempre me querían hablar pero yo nunca les respondía nada, en el refugio yo era como un zombi. Cuando llegue al casino fui en busca de mi comida para volver a la habitación pero estaba recogiendo un café cuando Catherine se acerca a mí y me empieza hablar.

– Yael, necesito hablar contigo pero tiene que ser a solas – dice sería – ¿podríamos hablar en la oficina en 5 minutos más?

– Preferiría hablar en mi habitación – dije, no quería ir a la oficina que alguna vez usó mi hermana o mi prima las cuales estaban muertas – te esperaré ahí.

– Está bien – dijo y después se fue a sentar en una mesa en la cual estaban Zigor, el cual no me miraba, Zenda, Aisha, Elizabeth y Sara los cuales aún me miraban con lástima, me giré tome mis cosas y me fui de vuelta a la habitación sin tener que toparme con alguien más que me hablara ya que después tendría que hablar con Catherine y sabrá quién que es de lo que me quiere hablar ella.

Cuando llegue me volví a acostar para comer, no quería estar ni sentada solo quiero estar acostada sin hacer nada, justo cuando termine de comer llega Catherine, se veía muy seria o más bien enojada.

– ¿Qué pasa? – pregunte sin siquiera levantarme de la cama.

– Eso mismo te queríamos preguntar – dijo en un tono elevado – ¿Qué pensaste cuando te pusiste a gritar en Santiago? ¡Estas loca! – me terminó por gritar.

– No sé de lo que estás hablando.

– No me vengas con eso – dijo aún enojada, luego cerró los ojos y se tranquilizó – mira se que estabas enojada y que estas triste, pero no era necesario decir todo lo que dijiste, mucha gente te vio y mucha más gente te sigue viendo

– Es solo un vídeo – dije quitándole importancia – y eso no provoca nada.

– Sí provocó algo – me miro seria – mucha gente nos está buscando para unirnos y otros solo para destruirnos, este vídeo nos está provocando muchos problemas.

– Pero nadie nos ha encontrado, por ahora no hay nada de qué preocuparse, estamos bien.

– No estamos bien – se notaba que estaba perdiendo la paciencia – si nos encontraron.

– ¡¿Qué?! – me levanté de la cama asustada.

– Encontraron el edificio que está en Chile, y además ya han caído varios refugios de la capital, esa son una de las razones por las cuales nos enteramos que estabas por toda internet ya que buscamos cuál fue la causante de todo y fuiste tú – Catherine me miraban sería pero se veía en sus ojos que me tenía lástima – con los chicos iremos en un par de días a Chile para traernos a los refugiados y los traeremos aún que tu estés en contra...

– No me opondré – la interrumpí, lamentablemente esto era mi culpa y tenía que solucionarlo – yo también iré para ayudarlos – Catherine sonrió al escucharme – esto lo provoque yo ahora me tengo que hacer cargo.

– Muy bien – dijo y luego salió de la habitación volviéndome a dejar sola.

Ahora no podía seguir lamentándome de todo lo que pasó con mi hermana ya que provoque un problema mucho más grande el cual tenga una solución horrible "te seguirán muchas personas, pero a un precio que tú jamás hubieras esperado, ya es momento de que tenga que pasar lo inevitable"

Volví acostarme aún que ya ni quería seguir aquí sin hacer nada, había cometido un error y tenía que solucionarlo, lo peor de dejarse llevar por la rabia y el dolor es que haces cosas de las cuales te arrepientes después y eso era lo que me sucedió, jamás creí que mis decisiones llegarían a provocar tantos problemas, creo que ya es momento de dejar de sufrir y es momento para pararse y seguir luchando por la libertad de todos nosotros.

Decidí levantarme y no para comer, fui en busca de un poco de ropa para ponerme, cuando termine de vestirme me recogí el cabello para poder ir a entrenar, ya estaba por salir cuando escuchó unos gritos por el pasillo y que se acercaban a la habitación, estaba por ver quien era el que gritaba hasta que entra Morosov muy alterado con Sara detrás la cual me ve de pies a cabeza sorprendida ya que no me vestía desde que llegamos a la isla.

– Supongo que ahora tu eres la líder ¿No? – Arthur estaba enojado, pero también se notaba un tanto triste.

– Si – respondí tranquila.

– Tu hermana no me escucho, no, ella debía ir a las islas Mhon, ahora por terca está muerta – Arthur estaba muy alterado, yo estaba en paralizada al escucharlo hablar así – nunca debí aceptar ayudarla.

— Ella hubiera ido igual, aunque usted se lo hubiera negado – no podía entender la actitud de Morosov, vi que se quedó pensando por unos segundos.

– Hubiera ido sola a la muerte – respondió.

– Creo que no entiende – estaba cansada, pero de todas maneras intente mantenerme tranquila – ella no hubiera ido sola, con o sin su ayuda hubiera pasado exactamente lo mismo, así que no la trate como si ella no supiera lo que hacía, al final fue más de lo que usted a hecho estos años.

– Tú no sabes nada de mí – dijo molestó.

– No lo conozco pero sé que solo es un millonario sentado en su trono esperando a que el resto haga todo el trabajo – me estaba molestando con él.

– Tú eres igual que tu hermana una estúpida que hace todo lo que quiere.




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