Los Levitantes

Capítulo 13

– ¿Cuántas personas son? – dije tratando de estar lo más calmada posible.

– Tal vez unas 100 – dijo Elizabeth – se que no tenemos espacio para tantas personas pero...

– Tranquila nos podemos arreglar para que todos caigan – dije tratando de buscar una solución a todo – lo primero ¿Sabes si hay personas heridas?

– Si – dijo – pero no son muchos, tal vez deberíamos decirle a Morosov que se contacte de nuevo con las personas que nos dan los suministros para que envíen más. 

– Búscalo y dile eso – dije estando de acuerdo con su idea, a pesar de que Morosov pidió más suministros no serían suficientes y menos con 100 personas más – dile que necesitamos más suministros y que si pueden envíen cosas para cubrir a las personas por las noches cuando allá que dormir – le dije, Elizabeth asintió y antes de que se fuera la llamé – ¿Cuando llegarán? Sabes en cuántos días más o menos.

– Tal vez lleguen en 2 o 3 semanas – dijo mientras pensaba – recuerda que los barcos que tenemos no son de larga distancia lo cual no tiene un motor rápido – se giró para irse otra vez.

– Elizabeth – la llamé por segunda vez, ella se giró y me miró atenta – nadie se tiene que enterar por lo menos no por ahora. 

– Está bien – dijo antes de irse, yo volví a donde estaba Zigor y trate de hacer como si nada malo estaba pasando, cuando me acerque supe que me llenaría de preguntas, la verdad no me gusta mentirle, pero no quería preocuparlo.

– ¿Pasó algo? – dijo bastante preocupado.

– Nada que no se pueda solucionar – trate de bajarle el perfil para que el creyera que todo iba bien – solo hay problemas con los suministros que no son suficientes, pero ya mandamos a pedir más – en cierta parte era verdad solo que omití una parte de la historia.

– Bueno eso no es tan malo – dijo, pude sentir como me creía y se relajaba – deberías ir a dormir se nota que estás cansada.

– Tú también deberías descansar – dije levantándome de la silla.

– ¿Para qué? Si ya dormí un montón de tiempo – dijo con una sonrisa – no necesito dormir más.

– Si lo necesitas – dije, lo abrace unos segundos y cuando me separé se veía sorprendido por mi acción – Adiós.

– Adiós – dijo y me fui, la verdad ahora si necesitaba dormir y descansar porque ahora todo se veía muy complicado.

Había pasado una semana y los suministros extras que habíamos pedidos ya habían llegado, tuve que pedir ayuda para empezar a organizar las habitaciones para que en estas entrarán 100 personas, el resto de las personas del refugio aún no sabían nada de lo que estaba pasando, los únicos que sabíamos éramos Elizabeth, Morosov, Catherine, Aisha y yo, ni habíamos querido contarle nada a Zenda ya que ella le contaría a Zigor y él lo único que tenía que hacer era recuperarse. 

Ya a la semana siguiente después de que Camila nos avisará que ya venían llegando tuve que decirle a todos lo que estaba pasando, todos se reunieron en el comedor, hasta Zigor estaba ahí ya que Mara, la cual era casi nuestra doctora, dijo que ya estaba mucho mejor así que ahora se encontraba escuchando todo, al igual que la otra vez me subí a una mesa para que todas las personas me vieran.

– Bien – dije tratando de tranquilizarme – lo que les tengo que decir no es bueno, la verdad es muy malo – tome aire para volver hablar, la verdad estaba muy nerviosa por que no sabía cómo iban a reaccionar todos – un refugio, más específicamente el de las islas ratas en Estados Unidos, ha sido descubierto y destruido completamente, algunos lograron escapar pero varias personas murieron y...

– ¿Dónde van a ir esas personas? – me interrumpió y preguntó a alguien que no conocía.

– Eso voy a decir ahora – volví a tomar aire – esas personas vienen para acá, ellos se van a quedar aquí – escuché algunas quejas y me decidí en volver hablar pronto – se que nuestro refugio es pequeño y no está hecha para recibir a tanta gente, pero ahora debemos estar más unidos que nunca, el gran problema no es el espacio si no que…– me interrumpí ya que recordé una frase que había aparecido en uno de mis sueños "Falta poco para que los lugares vacíos se llenen hasta rebasar" , ahora sabía a qué se refería, iríamos cayendo y tendríamos que buscar asilo en otros refugios – el gran problema es que si encontraron una isla y su refugio pueden encontrar a las demás y también nos pueden encontrar a nosotros.

– ¿Estas loca? – dijo alguien – estos lugares son seguros ya...

– Ya no son seguros – lo interrumpí – el refugio de las islas ratas era, a mi parecer, el que más seguridad tenia, a nosotros que somos kinesis nos costó semanas enteras entrar y si alguien pudo entrar y destruir un lugar entero no creo que allá lugar seguro – dije, Elizabeth me contó que mi hermana trato de entrar muchas veces, pero en la mayoría habían fracasado hasta que mi misma hermana fue y encontró el refugio – lo que estamos viviendo ahora es una guerra y no nos queda más que enfrentarla, respecto a los nuevos refugiados ellos ya tienen lugar para dormir por eso es que la semana pasada estuvimos cambiando la organización de la habitación, ahora por favor sean amables ellos necesitan nuestra ayuda y nosotros no podemos dejarlos solo ahora – dije, cuando deje de hablar nadie dijo nada solo se limitaban a mirarme y debido a que nadie siguió estando en contra de mi decisión seguí hablando – ahora les voy a pedir otra cosa, necesito que todos guardemos cosas esenciales si es que necesitamos huir de aquí, ahí que guardar armas, ropa y comida, estas se guardaran en los conteiner que se encuentran en el último piso y se llevarán al barco para guardarlas, ahora solo queda esperar – termine de decir, me baje y me fui a mi habitación la cual fue reorganizada para que cayeran el doble de personas en ella lo cual provocaba que las camas estaban literalmente pegadas una al lado de la otra así que me lancé para poder acostarme y descansar.




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