Ya en su recamara Serena pateaba todo a su paso y para calmarse, se puso a trabajar un rato, cuando llamaron a la puerta, primero no contesto y cuando volvieron a llamar siguió sin contestar, pero la puerta se abrió y entro Max con su cara de granito y la reprendió.
-¿Qué no la enseñaron a responder?
-Y a usted no le enseñaron a no pasar a la recamara de una mujer sin ser invitado a ella.
-Como a usted, me importan un pepino sus sentimientos
Mientras procedía a revisar la recamara y el balcón que tenía, también se acercó a la chica para ver qué era lo que estaba haciendo, pero Serena fue más rápida y escondió sus papeles y le espeto.
-No tengo nada escondido entre mis papeles que le interese.
-Pues que bueno, pues no puede escribirle a nadie sin que yo revisé su correspondencia.
-Nada mas eso me faltaba, largo de aquí
Le grito Serena y con un encogimiento de hombros Max salió de la habitación sin hacer ruido.
Serena ya no pudo seguir trabajando y decidió ir a la piscina a nadar un poco, así que se acercó al closet y tras tomar su bañador y su bata entro al cuarto de baño a cambiarse; al salir de su habitación se dirigió directamente a la puerta que daba a la terraza y a la piscina, cuando Max le tapo el paso con su enorme cuerpo, el choque dejo a Serena sin aliento y furiosa le grito.
-¿Qué haces?, eres un bruto, ¿Por qué no te fijas por dónde caminas?
-¿A dónde va?
Pregunto sin hacer caso de las palabras de Serena
-Me voy a nadar y no quiero verte en la piscina, ¿me escuchaste?
Y dejándolo parado siguió su camino a la piscina.
Max apretando los labios la siguió al jardín donde se encontraba la piscina, vio como Serena se quitaba la bata de baño y se quedaba enfundada en un pequeño biquini negro, y de inmediato sintió que se le secaba la garganta al ver el magnífico cuerpo de la chica.
-“maldita sea, porque tenían que darme este trabajo a mi”
Se dijo a si mismo mientras ponía en marcha su entrenamiento y revisaba el jardín, a sus ojos no pasaba desapercibido nada.
Serena se subió al trampolín y se tiro un clavado muy bien ejecutado y nadando varios largos de la piscina se acercó jadeando a la escalerilla para salir y cuando pudo quitarse el cabello de la cara vio unos zapatos negros en la orilla y una mano grande que se extendía hacia ella, que con una sonrisa pícara la tomo y dio tal jalón, que tomo a Max desprevenido y callo cuan largo era en la alberca; Serena salió corriendo rumbo a la casa, pero Max fue más rápido que ella, ya que la alcanzo y la sujetó por un hombro con tanta fuerza que Serena pego un grito molesta.
-Suéltame animal, ¿Qué te has creído?
-Si vuelve a hacer una treta como esta, lo va a lamentar.
Y después de decir esto salió rumbo a su coche, llevando los labios apretados por el coraje.
A Serena primero le dio miedo, al ver la cara de piedra y la furia en los ojos del hombre, pero cuando lo vio irse chorreando agua se rio a carcajadas, tanto que hasta las lágrimas se le salieron, esto puso aún más furioso a Max.
Serena no quería bajar a cenar así que pidió por el interfono que le subieran la cena, pidiendo a la doncella que metiera la cena pues ella pensaba tomar un largo baño de burbujas; iba saliendo del cuarto de baño cuando tocaron a la puerta.
-Adelante-
Contesto pensando que era la doncella, pero cuál no sería su sorpresa cuando volteo y se encontró con la cara de piedra de Max.
-¿Así que ahora eres doncella?- se burló.
-No, solo que desde ahora, nadie entrara a tu habitación cuando estés dentro, excepto yo.
Serena solo llevaba sobre el cuerpo mojado una toalla y se puso colorada al ver que Max la recorría con su mirada fría, y enojada le espeto.
- ¿terminaste de revisarme?
- No aun no termino. – contesto con una sonrisa cínica
- busca un lugar donde poner la charola y vete, para que me pueda vestir
-No, tengo que hablar contigo y si me salgo eres capaz de echar llave a la puerta. Por cierto ¿Dónde está?