Existen gran cantidad de pueblos misteriosos llenos de cuentos, mitos y leyendas. El folklorismo de las diferentes regiones de un pais en particular, ha extendido dichas historias de miedo y ultratumba a todo lo largo y ancho de su extension terriotorial; es por eso que cuando Mr. Robert Hopkins, les planteo a Salomon y Mershy Lyon, la posibilidad de ir a pasar una temporada en la vieja Casona , situada en Tierra Sombria, para tratar de volver a la vida el viejo inmueble, ya que se encontraba bastante deteriorada y a su vez encargarse del cuido de Sir Anthony Hopkins, un viejo veterano retirado de la milicia venezolana, quien se encontraba ya en sus ultimos años de vida y dicho por el mismo "estaba casi muerto"; luego de pensarlo seriemente y analizar bien la situacion, decidieron aceptar la mision y se dispusieron a viajar hasta Tierra Sombria. Aceptadas las condiciones la pareja Lyon llego a la vieja Casona en medio de la turbia noche de abril, el taxi paro en la pequeña entrada que conducia hacia la vieja casona; el clima estaba frio y empañado por la neblina que abundaba. El taxista sintio erizarse los vellos de su piel y en un subito arrebato, dejo las maletas en plena acera y una vez cobrado su servicio, arranco su auto y empredio la partida como si fuera preso de un nerviosismo inexplicable.
La Casona estaba bastante deteriorada, se notaba la soledad frecuente de la misma, a pesar de que no estaba completamente deshabitada, ya que ademas del viejo Sir Anthony Kopkins, su hijo Mr. Robert Kopkins y el hijo de este, el joven Andrew Kopkins Weber, habitan regularmente la casona, pero era evidente que no se hacian del todo cargo de su manutencion y estabilidad de la misma, ya que miles de telarañas, alimañas y sombras tenebrosas cubrian e invadian la oscura Casona.
La Casona era una verdadera ruina pero que aun se mantenia en pie, enclavada en medio de aquel pueblo oscuro y siniestro donde se avistaban muy pocas personas, pues la distancia entre un Casona y otra era considerale, permitiendo de esta manera que sus habitante se vieran muy poco, mucho menos mantener relaciones cercanas. No se avistaba ni siquiera una luz encendida en toda la Casona, pero no fue necesrio llamar a la puerta, ya que una vez que cruzaron el humbral, la puerta principal de la Casona se abrio sin emitir ruido alguno y dejando ver entre sobras al Joven Andrew, quien desde hacia mas de 5 horas los esperaba impaciente.
- Sean bienvenidos Sres.L yon, soy Andrew Kopkins Weber, mi padre Mr. Robert Kopkins me encargo de recibirlos, ya que el tuvo que salir apremiadamente del pais, les pido por favor pasen y traten ponerse lo mas comodo posible.
Ponerse comodos era imposible, la casona no solo presen taba un aspecto ruinos por fuera, sino que por dentro lo era aun mas, miles de objetos sin sentidos esparcidos por todos lados, la plena oscuridad les impedia ver por donde caminar, solo una tenue luz brillaba hacia el fondo de la casona donde se encontraban las habitaciones principales. El joven Andrew los guio hasta la que seria su habitacion mientras estuvieran alli, bastante caliente para ser una noche tan fria, les advirtio que no verian a Sir Antony Hopkins hasta el dia siguiente, ya que el se retiraba aun con la luz del dia a su habitacion y con la luz de la mañana salia de ella; esperarian hasta entonces para hablar con el y hacer las presentaciones.
El joven Andrew parecia ser un muchacho jovial y amable, aunque algo distraido, pero hasta los momentos habia tenido mucha amabilidad hacia los Lyon.
Era La noche mas oscura que nunca habian visto, la Casona guardaba una atmosfera de tenebrosidad jamas sentida, se podian escuchar los silbidos del viento en la parte posterior de la misma, ya que se encontraba enclavada en medio de un pequeño bosque de gran maleza con diferentes, arboles, bejucos, arbustos, plantas y demas, que daban el aspecto de ser el portal hacia una dimension aun mas tenebrosa y misteriosa que la propia Casona. Ya estaban alli, ya debian comenzar a trabajar en la reconstruccion de la vieja casa, pero no se sentian del todo a gusto, pues una mezcla de frio y calor envolvian el ambiente, los incontables ruidos que provenian del bosque posterior, se confundian con el soplar del viento frio de la noche, en fin era hora de descansar, al dia siguiente les esperaba el primer gran dia.