Los misterios de Brett

Capítulo 2: Maldito insensible

                                  KELLY

—Pues a mi tampoco me importa si quieres o no que toquen tus cosas, es tu problema. Ah, y no me digas niñita que no lo soy—me volteó apoyando el cuerpo en la mesa. Me doy cuenta de que todavía sigue hurgando en su maleta, lo peor, semidesnudo. Trato de no pensar en el hecho de que debajo de esa toalla no lleva nada— Además, deberías ponerte ropa, estoy incómoda—comento con una mueca de desagrado.

El pelinegro se voltea con una cara que no me demostraba nada de gracia, ni felicidad, nisiquiera burla. Una pequeña sensación se posó en mi pecho, y no, no era de emoción.
Aquel chico se acercó a mí lentamente con su cara de pocos amigos, tan cerca que podía ver el brillo oscuro de sus ojos. No me agradaban las personas que les gustaba ocupar el espacio personal de otra, como se dice normalmente intimidar. Pero el no sabe con quién trata, yo Kelly Robinson, aunque estubiera súper incómoda nunca lo demostraría ante nadie, soy un hueso duro de roer.

Le seguí la mirada con una ceja enarcada, parece que eso era todo lo que tenía. Me volteé de espaldas a él ignorandolo totalmente, tomé mi maleta y me fuí al armario que aún no estaba ocupado.

—¿Nunca habías visto a un chico desnudo o qué niñita?— lo escuché murmurar a mis espaldas, no sé porqué pude notar aquel tonito de burla en su voz. Me paré en seco suspirando pesadamente. Tenía tantas ganas de pegarle a ese idiota en la cara, veremos si así le quedan ganas de seguir molestándome. Me volteé para darle la cara y como lo sospeché una sonrisita estúpida estaba plasmada en su rostro.

—¿Y si es así qué? Creo que tengo todo el derecho a decidir por mi cuenta cuando ver o no a un chico desnudo, ¿no te parece?— pregunté molesta. El muy idiota tomó su ropa y antes de volver al baño se paró frente a la puerta de espaldas.

—Eres demasiado ingenua, no sé porqué me tocó quedarme contigo— murmuró antes de entrar al baño y cerrar la puerta a sus espaldas. Yo ¿ingenua? pero será idiota el Brett este. Tomé mi maleta y al abrirla comencé a colocar toda mis cosas rápidamente en mi armario, estaba muy enojada, ¿quién se creía el tipo este?

—¡¿Crees que yo quería caer contigo?! pues es obvio que no ¿oíste tonto?— le grité esperando a que me escuchara desde el baño. A mi nadie me molesta. Subí las escaleras de la litera y me acosté en la parte de arriba. Suspiré y cerré los ojos intentando recuperar la calma. Al menos debería tratar de ignorar toda la situación hasta que ese individuo se acueste a dormir y yo pueda darme un baño en paz.

Pasé las manos por la suave sábana de la cama y me acosté de forma tal que mis rodillas tocaban mi pecho mientras mis manos rodeaban mis piernas, esa posición siempre me hacía sentir segura. No sé en que momento fué pero de repente sentí que mis ojos eran más pesados y ya luego caí totalmente en la inconsciencia, estaba súper cansada.

Escuché un fuerte estruendo que me hizo levantarme enseguida con la respiración totalmente agitada por la impresión del momento. Busqué por toda la habitación para encontrar el causante de aquel horrible sonido y casi al momento y atando cabos pude darme cuenta con desagrado que Brett había pateado la puerta del baño y se había acostado como si absolutamente nada hubiera pasado. No lo soporto.

—¿Lo has hecho a propósito?— le pregunté desde mi cama con notable enfado, no escuché respuesta por algunos segundos que me resultaron más parecidos a una eternidad, estaba comenzando a molestarme realmente, ¿Qué mierda le pasa?

—Y sí así fuera ¿qué pasaría?— respondió al fin con otra pregunta. Apreté mis manos en puños y fruncí totalmente el ceño, un dolor molesto en mi mandíbula me indicaba que la apretaba demasiado por lo que me obligué a respirar y expirar varias veces, relajarme y contar hasta diez antes de bajarme de mi cama, tomar mi pillama y mis cosas del armario e irme directamente al baño, todo esto ignorando al idiota olímpicamente.

Puse todo en un lugar, me quité mi ropa sucia, me recogí el cabello en un moño y me metí rápidamente en la ducha. Resultaba bastante curioso que en el medio del bosque existieran tales comodidades como el agua caliente, ¿me pregunto que habrán hecho para que funcione? Mis músculos se relajaban y una sonrisa se posó en mi rostro antes de salir de ahí totalmente renovada, nada como un buen baño recuperador.

Me puse mi ropa interior y por último mi pillama que no consistía en más que en una blusa y un short ambos estampados de pequeños corazones. El short era bastante corto y ajustado a mi cuerpo pero eso no me importaba, total, yo no soy el tipo de Brett y tampoco quiero serlo, además, no voy a cambiar mi pillama favorito por un chico. Y aún pensando esto no pude evitar sentirme incómoda al notar a Brett mirándome de arriba a abajo desde su cama cuando salí del baño. Lo miré por un momento pero aparté la mirada casi al instante, solo llevaba un short negro, nada más, sus brazos estaban detrás de su cabeza y podía sentir aún su mirada en mi, esto era más incómodo de lo que había esperado ¿Porqué me miraba tanto? no soy nada del otro mundo, y por alguna razón creo que ha visto cuerpos mucho mejores que el mío y eso me hace sentir extrañamente molesta.

Caminé nuevamente hasta mi armario y guardé mis cosas como si nada. Mi barriga rugió de hambre y me reprendí mentalmente por no haber ido a comer cuando pude, ahora ya era muy tarde así que no creo que todavía quedara alguien con vida allá afuera. Tomé un chocolate de mi mochila y me apresuré en subir las escaleras directamente a mi cama. Mientras comía mi chocolate pude escuchar a Brett reír por lo bajo, raro si que era.

—Es una tonta hija de papá— murmuró, aún así lo pude escuchar perfectamente y no me gustó nada. Odio el hecho que alguien que nisiquiera sabe absolutamente nada de mi simplemente me ande juzgando, me hace hervir la sangre. No pude evitar dejar mi chocolate a un lado y bajar de la cama, me detuve justo frente a él y lo miré fijamente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.