Los objetos en el espejo

Capítulo 15: Cabello blanco impoluto

No se dijo más durante el viaje, supuso que ninguno sentía realmente deseos de hablar con el otro, llegaron a la institución pasado un largo rato, desde que entró al hospital había perdido la consciencia del tiempo, el cual parecía solo pasar sin que él pudiera percibir cuanto había sido, horas, minutos… ¿Qué día era hoy?

Se volteó a preguntarle a Alaric cuando la ambulancia se detuvo y los operarios se bajaron de sus puestos para sacar la camilla, vio como un funcionario se acercaba a su padre y lo guiaba hacia otra zona, mientras que el era empujado en la camilla hacia un consultorio.

Lo desataron y lo ayudaron a bajar, se sentó en una silla frente a un escritorio y espero a que alguien entrara, pasado un rato y de que los hombres que lo habían traído hasta aquí se despidieran, entró una mujer de cabello negro y mirada oscura, la bata de doctora parecía flotar detrás de ella.

—Kaidan Smith, bienvenido. Mi nombre es Mira, soy la directora general y medico investigadora del hogar— mientras hablaba tomo entre sus manos la muñeca izquierda de Kaidan, este sintió el deseo de apartarla, pero el fuerte agarre de la mujer lo detuvo, de su bolsillo sacó brazaletes de diversos colores colocándole el azul y el rojo.

—Te despertaras a las 7:20, tomarás el desayuno con los demás internos, a las 9 se te dará tu medicación, estarás en actividades hasta las 12, tomarás el almuerzo a las 12:30, se te dará tu medicación a las 2 y a partir de las 3:30 habrá visitas— Mira hablaba rápido y era difícil seguirle el ritmo, se limito a asentir y eso pareció ser suficiente. — Vamos a instalarte— dijo poniéndose de pie y estirando su brazo para que él se apoyara, agradeció y con ayuda de la doctora logro que sus débiles piernas se sostuvieran.

A paso lento recorrieron los pasillos de lo que supuso era el área administrativa hasta llegar a lo que parecía ser el área de pacientes. La doctora señaló a una estación y habló — Esa de ahí es la estación de enfermería encargada de esta zona, tu habitación está justo al lado— Mira los guio hacia allá con pasos lentos y seguros, cuando entraron vio a su padre acomodando las cosas que había empacado en la maleta, había un par de camillas por camas y al lado de cada un un pequeño mueble, su padre guardaba en los cajones algunos de sus libros favoritos, comics, golosinas e implementos de aseo…y mucho papel higiénico, volteó a ver hacia el baño y vio que este no tenia nada mas que la ducha, el retrete y un lavamanos.

— Les daré algo de espacio— Habló la doctora antes de retirarse

—El sitio no está tan mal— dijo su padre una vez Mira estaba fuera — Puedo traerte casi cualquier cosa—

Kaidan no respondió, se limitó a sentarse en lo que sería su cama y jugar con sus manillas. — Estas en un lugar rodeado de naturaleza, ¿por qué no sales y exploras? Yo estaré llenando papeleo — estaba demasiado cansado, pero tampoco quería dormir, asintió y lentamente se levantó.

Caminó por los pasillos hasta llegar al área común, había un televisor frente al cual se congregaban algunos hombres para ver el futbol, las mesas de alrededor estaban ocupadas por acianos y niños que jugaban juegos de mesa, había grupos de personas hablando y se sintió terriblemente fuera de lugar, hasta que sintió como alguien envolvía sus hombros con un brazo, se volteo rápidamente y se encontró con una  mujer joven, la más alta que alguna vez había visto. — Apestas a nuevo — dijo con una sonrisa a medias mientras sus ojos viajaban hacia los brazaletes, entonces fue que tuvo la oportunidad de observarla, tenía la piel terriblemente pálida y el cabello blanco impoluto. —¿Rojo y azul? Buena combinación — dijo y levantó su mano izquierda enseñando los brazaletes de todos los colores que había visto en el consultorio de la doctora — yo no pude decidir cuál quería…así que me los llevé todos— dijo con una risa que Kaidan reconoció al instante, su voz estaba cargada de auto desprecio y amargura. Pero de alguna forma seguía sonando… ¿brillante?

— ¿Qué significan estos colores? — preguntó y la mujer se encogió de hombros

— los tuyos, azul es por depresión y rojo es por agresividad, aunque pareces demasiado débil para ser una amenaza— selló sus palabras con una sonrisa a medias.

— arranque psicótico — dijo encogiéndose de hombros

— la psicosis es una perra — dijo la mujer y Kaidan asintió — por cierto, soy Andrómeda—

— ¿es tu nombre real?

— ¿importa?

Kaidan no pudo evitar reír, la chica le agradaba — Soy Kaidan—

— ¿es tu nombre real? — se burló Andrómeda, ganándose un leve golpe en el hombro

— Andy, ¿Qué significan los otros colores? — Andrómeda sonrió con cariño ante el apodo más la sonrisa escapó rápidamente de su rostro

— el amarillo es por intento de suicidio, el verde es por abuso de sustancias, el naranja por riesgo de caída y ya conoces los otros dos— habló con una leve mueca mientras se encogía de hombros.

— vaya que estás jodida — Andy lo miró por unos segundos con amplia confusión en su rostro antes de estallar en una gran carcajada ganándose las miradas de todos en la sala, sus risas seguían a tal punto que tuvo que sujetarse el estomago y sentarse en el suelo.

— maldición, no sabes cómo extrañaba que alguien tuviera los huevos de hablarme así— Kaidan no entendió a que se refería, pero río con ella



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En el texto hay: lgbt, boyslove, psicosis

Editado: 20.12.2021

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