Los objetos en el espejo

Capítulo 18: Antes de que todo se volviera negro

No sabía cuanto tiempo llevaba simplemente sosteniendo las manos de Julian, su toque cálido y sus gentiles dedos acariciando tranquilizadores círculos en el dorso de su mano.

— Parece que te estás adaptando bien — dijo Cassandra mirando entre ambos con una sonrisa genuina.

—pensé que sería más difícil, pero no está tan mal, y Andrómeda y Jorge son muy amables…aunque aún no conozco a mi compañero de habitación y solo llevo unas horas aquí—

—esperemos que sea tan decente como tus nuevos amigos

Julian seguía sin hablar y eso lo ponía algo ansioso. — ¿Todo bien, Jules? —

—Nos están mirando, conozco esas miradas. Papá a veces me mira así— solo entonces sintió el peso de algunas miradas sobre él, Julian soltó sus manos y él sintió que perdía una parte de su felicidad, miró a los ojos a una de las personas que los miraba, Mario, el hombre con el que había reído ahora lo miraba con desagrado, asco.

No supo de donde sacó fuerzas, pero volvió a tomar la mano de Julian y entrelazó sus dedos mientras miraba fijamente a Mario, quien rápidamente aparto la mirada. Cuando devolvió la mirada a los Kane, Cassandra lo miraba sorprendida y Julian estaba en shock, en ese momento le preocupó haber hecho algo mal —Lo siento, yo solo no podía dejar que te mirara así, lo siento…—

Cuando fue a apartar la mano fue detenido por Jules —Está bien, solo no lo esperaba de ti…  ¿Estás seguro de que estás bien? — preguntó con una pequeña risa y Kaidan solo pudo responder con su mejor sonrisa, de nuevo, los hermanos parecían sorprendidos.

Desde que había salido del hospital, desde que Keiden ya no estaba, se sentía libre, como si hubiera vuelto a ser la persona que era antes del accidente, pero no había forma de explicarle eso a los Kane.

—¿No debería Alaric estar aquí? — Preguntó Cassandra observando hacia los costados como buscándolo

— rara vez está donde debería— respondió con un deje de amargura

Un incómodo silencio se apoderó del trío, Jules no le quitaba la mirada de encima, como examinándolo, y Cassandra escaneaba la habitación como buscando algo, pareció haberlo encontrado, se puso de pie excusándose con buscar algo de comer y salió de la habitación hacia la sala donde estaba la máquina expendedora.

— Estás actuando algo extraño, ¿sabes?

Levantó la mirada al escuchar la pregunta del pelinegro, no interrumpió ya que este siguió hablando

— No me quejo, esta nueva confianza es bastante… interesante, pero ¿De dónde salió? — interrogó el de ojos ambarinos con la mirada fija en los ojos de Kaidan

—Jules…yo, hay algunas cosas que no puedo explicar, porque sinceramente ni yo mismo las entiendo, pero desde que desperté de la sedación me siento…diferente, como si hubiera vuelto a ser alguien que no era hace un tiempo, como si me hubieran arrancado el dolor, se siente bien, se siente como en casa— Julian lo miraba con una sonrisa y ternura en los ojos y eso bastó para que el también sonriera.

— Sabes, no voy a mentir y decir que entiendo, a decir verdad, no termino de entender de qué hablas, pero si te sientes bien, está bien para mí — respondió con un leve encogimiento de hombros

Como se moría por contarle a Julian todo, Keiden, sus conversaciones, la sombra que salió del espejo una vez este se rompió en pedazos, pero ¿Por dónde podía empezar a contar aquella historia tan descabellada?

— No sé si sea similar, pero, una vez que me di cuenta de que no era tan hetero como yo pensaba me sentí bastante…liberado— dijo el azabache con una sonrisa y Kaidan no pudo evitar reír —Claro, papá aún espera que algún día vuelva a casa con una chica, pero después del divorcio dudo que lo vea en mucho tiempo, y mamá está bien conmigo así que soy bastante libre aquí…incluso con el tipo que sigue mirándonos —

Julian le indicó con los ojos hacia donde mirar, y siguiendo sus indicaciones vio que Mario los estaba mirando de nuevo.

—Haz lo que yo— le dijo a Jules antes de volverse hacia Mario y mirarlo con una ceja arqueada, Julian disimulando sus ganas de reír imitó el gesto y ambas miradas incomodaron al otro hombre lo suficiente para ponerse de pie e irse, con Mario fuera de la habitación rieron en voz alta y a lo lejos le pareció ver a Andy sonreír.

Escuchó el sonido de un par de tacones acercándose y notó se volvió a ver quien era, Mira, la encargada del recinto se acercaba a él con paso serio y mirada solemne.

— Kaidan, señor Kane — dijo a modo de saludo y volvió su mirada a Julian — ¿Podrías ir a buscar a tu hermana? Los necesito a los tres — el chico asintió, se puso de pie y caminó rápidamente a buscar a la pelirroja.

—¿Qué ocurre? — preguntó mirando a la mujer que se veía algo estresada

— Los tres tienen visita

— Los Kane no son pacientes

— Exacto

Con el regreso de los hermanos Mira los guío a través de los pasillos hacia la sala donde lo habían recibido. Abrió la puerta y dentro de la sal los esperaban dos oficiales de policía junto con su padre.

— Alaric, ¿ahora que carajo hiciste? — Preguntó enojado mirando entre los tres hombres

— El problema no es con él, chico — respondió uno de los hombres —sheriff Jonhson, oficial jones— dijo presentándose a él y a su acompañante — Kaidan, porque no vas a hablar con Alaric por un rato. Necesito hablar con los Kane—

Los hermanos mostraban iguales expresiones entre asombro, duda y una leve pizca de miedo, Alaric se puso de pie y lo agarró por el hombro, acercándose a susurrarle — salgamos, Kaid. Todo estará bien—

Se dejó guiar fuera de la habitación y aun rincón apartado antes de hablar en un susurro molesto — ¿Qué demonios está pasando? —

— Los oficiales dicen que hay metraje de ti en un asesinato, me llevaron al hospital donde vieron pruebas de que eso era imposible, pero insistieron en hablar con los mocosos— respondió el castaño pasándose una mano cansada por el rostro.



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En el texto hay: lgbt, boyslove, psicosis

Editado: 20.12.2021

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