Los Recursos Humanos vistos por un extraterreste

Evaluación 360: o cómo acabar con tu autoestima en una encuesta anónima (!)

Te pedimos feedback para mejorar... pero tú dilo bonito, que si no luego nos enfadamos.

INTRO: HOY TOCA HABLAR DE ESA COSA QUE NOS HACE SUDAR PERIÓDICAMENTE

En este capítulo, amigos y amigas. vamos a tocar hueso. Un hueso corporativo, cubierto de buenas palabras y perfume de "liderazgo auténtico". Sí, hoy hablamos de la evaluación 360º. Ese glorioso invento que prometía revolucionar el desarrollo profesional… y que, en la práctica, es como participar en un talent show donde el jurado son tus compañeros, tu jefe y ese proveedor que aún espera que le pagues una factura.

No, hoy no toca hablar de nuestro amigo el cavernícola Ugg, ni de Sócrates, ni de los monjes copistas o los talleres tayloristas. Hoy el viaje es al presente. A ese presente donde sufrimos igual que antes, pero con gráficos de colores y comentarios anónimos que te dejan temblando como flan corporativo.

EL MUNDO IDEAL VS. EL PLANETA TIERRA

En el esquema de RRHH, la evaluación 360 se presenta como una orquesta bien afinada:

· Feedback desde todas las direcciones

· Visión global del desempeño

· Oportunidades de mejora

· Autoestima con banda sonora de Coldplay

Pero en el planeta Tierra… la realidad no siempre es tan idílica:

  • Tu jefe: te puntúa alto, no por justicia, sino porque os cruzáis en la máquina de café y no quiere miradas incómodas.
  • Tus compañeros: dicen que “colaboras bien”, mientras recuerdan esa reunión que convocaste un viernes a las 15:00 h.
  • Tus subordinados, proveedores y stakeholders en general: te odian en silencio, pero no quieren líos. Te cascan un “4 sobre 5” en liderazgo… porque no hay casilla de “pasivo-agresivo con café en vena”.

Y tú, como buen soldado disciplinado, abres tu informe final como quien abre un test de embarazo emocional: O te reconcilias contigo mismo… …o te haces perfil en InfoJobs.

LOS CLÁSICOS DE LA LITURGIA 360 (Y SUS TRADUCCIONES)

Os resumo los clásicos más frecuentes que aparecen y que muchos/as ya tenéis en mente:

  • Promueve un buen ambiente” – Traducción: No grita. Aún.
  • Da feedback constructivo” – Traducción: Te dice lo que haces mal… disfrazado de chiste.
  • Debe trabajar su escucha activa” – Traducción: Hace que escucha, pero ya ha decidido desde el minuto 1.
  • Gestiona bien el tiempo” – Traducción: Llega tarde pero al menos trae croissants.
  • Tiene margen de mejora en liderazgo” – Traducción: Lidera como puede… cuando no tiene resaca emocional.
  • Muy enfocado a resultados” → Traducción: Pisa cuellos, pero cumple KPIs.
  • Necesita delegar más” → Traducción: Se lo come todo y luego se queja.
  • Genera confianza en su equipo” → Traducción: Les cae bien. Punto.
  • En ocasiones, debería modular su comunicación” → Traducción: Tiene voz de cuñado en Teams.
  • Liderazgo situacional en evolución” → Traducción: Improvisa y reza para que salga bien

LA CARA B (QUE NADIE CUENTA EN LOS CURSOS DE LIDERAZGO)

La evaluación 360 tiene una cara oculta que nadie te cuentas en las presentaciones:

  • Concurso de popularidad encubierto. Aquí no se premia al mejor profesional, sino al que sabe decir “¿te echo un cable?” en el momento justo.
  • Venganza servida en SurveyMonkey. Hay quien guarda rencor desde la última reunión de presupuesto. Y lo suelta aquí.
  • Lenguaje corporativo místico. “Debe mejorar su impacto organizacional”. ¿Eso qué es? ¿Una colleja emocional?

EL ANONIMATO: LA DROGA DURA DE LA CORPORATIVIDAD MODERNA

La joya de la corona del 360 es, supuestamente, el anonimato. Muchos/as ya me entendéis. Ese “escudo” que debería proteger la honestidad… pero que muchas veces lo que hace es desatar los demonios interiores de media plantilla, cuando no un seguidismo insano.

Porque cuando nadie sabe que fuiste tú el que escribió el comentario…

  • La timidez se convierte en sincericidio.
  • La objetividad se emborracha de subjetividad.
  • Y la profesionalidad… se va de after con el rencor.

Así que ahí estás tú, leyendo tu informe con cara de póker, mientras aparecen frases que suenan más a indirecta de ex tóxico/a que a feedback profesional:

  • “No siempre tiene en cuenta otras opiniones”…
  • “A veces prioriza sus intereses”…
  • “Debe fortalecer su empatía emocional transversal de cuarto nivel” (¿Eso es una competencia, un horóscopo o un arte marcial del coaching?).

Todo muy útil. Todo muy claro. Todo muy “ya te llamaré”.

¿ENTONCES… ESTO SIRVE PARA ALGO?

Pues sí. Y no. Y depende de si el universo está alineado con tu equipo de RRHH.

Si se hace con cabeza, contexto, seguimiento y ganas de crecer, puede ser oro. Si se lanza como bomba de humo emocional para quedar bien con Dirección… es solo un exorcismo corporativo de frustraciones ajenas.

Y no, no te va a salir la luz divina después de leerlo.

GUÍA DE SUPERVIVENCIA CORPORATIVA PARA TU PRÓXIMA 360 (Y NO MORIR DE AUTOCRÍTICA)

Algunos consejos válidos para cualquier alma inocente de oficina:

  • ¿No tienes nada bonito que decir? Escribe: “Tiene margen de mejora”. Nadie se ofende y tú sigues pareciendo profesional.
  • ¿Le tienes manía? Suelta un clásico: “Muy orientado a resultados, pero con áreas de mejora en su impacto humano”.
  • ¿No tienes ni idea de quién es? Marca “3” en todo. El Nirvana de la mediocridad encuestada. Paz interior y fuera dramas.




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