Los secretos de Ariadna.

⚜CAPITULO 9⚜ CONFESIÓN

Ariadna.
Había olvidado la emoción, la adrenalina y la felicidad que me causaba ser animadora. Me encantaba bailar pero ser animadora era más que eso y me fascinaba.

Todo estaba bien hasta el día en que Kleer me entrego el uniforme, me quede congelada al verlo, ni siquiera la primera vez que dispare y lastime a alguien me había causado esa sensación de terror.

Esa tarde me reuní con mi psicóloga por internet, ya que ella estaba en Italia y no quería cambiar a una de por aquí porque sería comenzar de nuevo. Ella me tranquilizo y hizo que pusiera mis buenos sentimientos y recuerdos en ese uniforme, pero sobre todo que recordara el porque lo estaba haciendo.

Adrián, era la razón del porque lo hacía. Debía enfocarme en él para no traer los malos recuerdos.

Al ponerme el uniforme me sentí y veía bien, al menos habían cambiado el diseño, aunque tenía rasgos del anterior, de todas maneras debía apurarme porque iba tarde para el primer partido de la temporada.

Óscar iba acompañarme para no dejarme sola, ya que mi tío tenía trabajo pendiente y mis amigos por lealtad a su escuela no irían al juego del enemigo. Me dio un tranquilizante pero nada servía más como ver a Adrián en uniforme, si que se veía bien.

— Al parecer nos convertimos en el típico cliché — comentó señalándonos.

— Todos formamos parte de un cliché, al menos, una vez en la vida — le respondí.

— Yo iré a las gradas — interrumpió Óscar — Buena suerte, apuesto — le guiño un ojo.

— Por cierto, te traje esto, por si tienes frío durante el partido — me dijo y me entrego una chaqueta con los colores del equipo.

La tomé con gusto — Gracias — me atreví a darle un beso en la mejilla antes de ir a tomar mi lugar para el show.

La psicóloga tenía razón, enfocarme en los buenos momentos ayudaba mucho. No tuve ningún problema hasta que Kleer me pregunto por la chaqueta de Adrián que me había puesto después del medio tiempo y se vio incomoda conmigo el resto del juego.

El equipo había ganado y como parte de la celebración irían a la casa de Kleer y esa era la famosa fiesta de la que hablaban desde hace semanas, que por cierto, Adrián ya me había invitado desde que fingimos ser novios.

Al llegar ahí fue todos gritaron y felicitaron al equipo. Kleer se alejo de mi y fue hacerle la platica a Oscar. Yo solo me quede en un rincón bebiendo lo que espero que fuera una bebida sin alcohol.

— ¿Por qué tan alejada? — me preguntó Óscar muy alegre y sin dejar de bailar.

— No tengo ánimo para fiestas y mi falso novio esta con su amigos, no quiero interrumpir.

Fue cuando comenzó a sonar nuestra canción favorita "footlose". Óscar comenzó aober los hombros demostrando que no podía resistirse a la canción, al igual que yo.

Me extendió su mano — Recuerda nuestra promesa — deje mi vaso de lado y me puse a bailar con él.

De un momento a otro me anime y no deje de bailar hasta que perdí de vista a Adrián, olvide por um momento que era mi responsabilidad y me puse a buscarlo pero lo encontre saliendo del jardín estaba eufórico.

— ¿Qué pasa? — le pregunté preocupada y siguiéndolo casi corriendo porque caminaba muy rápido. — ¡Adrián! — grite para llamar su atención.

— No puedo decírtelo aquí ¿Vienes conmigo? — le dije que si, sin dudarlo, y le avise a Óscar para que no me esperara.

Prácticamente, salimos corriendo de esa fiesta y me llevo a un mirador. Nos quedamos sentados sin decir nada y a veces, eso es lo único que necesita una persona.

— No tienes que decirme nada, si te sirve yo tampoco se hablar cuando algo me afecta — dije al ver que luchaba por decirme algo.

Aplasto un botón que hacía que los asientos de adelante se reclinaran por completo.

— Salí de un problema, para meterme en otro — dijo al estar acostado en su asiento. Solo lo mire y me regreso a ver, también se acomodo poniendo los brazos debajo de su cabeza.

— Me encontré con mi ex y no me importaría si no me hubiera engañado o si no la hubiera querido tanto o si no hubiera sido con mi hermano con quien me engaño.

Yo también me recosté en el asiento y era acogedor, hasta me llego un dulce aroma — ¿Es por eso que no hablas de tu hermano? digo, sabía que tenías hermanos pero nunca lo mencionas.

Suspiro fuerte y con un brazo cubrió sus ojos, supongo que esto le afectaba demasiado — Al igual que Eliz, él es adoptado y hubo un problema antes que eso pero esa es otra historia, sin embargo esa fue la raíz para que nuestra relación se hiciera... complicada.

— ¿Tan complicada como para alterarte al ver de nuevo a esa chica? ¿Acaso es más bonita que la última vez que la viste? ¿O es que... aun... tú... — me regresó a ver al suponer lo que iba a preguntar.

— ¿Si aún siento algo por ella? — no tuve que decir nada pero si, era lo que quería saber porque estaba dispuesta a protegerlo pero nunca he tenido que lidiar con competir por el afecto de alguien.

— Deje de sentir algo por ella desde que la atrape con mi hermano, solo siento ira al verla pero parece que esta arrepentida y quiso intentarlo pero le dije que tenía novia.

Me puse a pensar en lo bien que sentía al escuchar esa palabra, por otro lado, surgieron otras preguntas ¿Acaso sabía que se encontraría con ella y por eso quiso que viniera? ¿Acaso fue por eso que accedió a fingir ser mi novio con tanta facilidad?

— Pensé que te gustaba

Él se enderezó de nuevo y me miro confundido. No me digan que lo dije en voz alta.

Yo también me enderece y trague saliva, sentía como la cara me ardía por la vergüenza que estaba pasando. — Hagamos algo, tu olvida lo que dije, no es nada, tu y yo nos llevamos bien y de verdad...

— Me gustas — me interrumpió y hasta olvide por buen momento como vocalizar las palabras.

— ¿Qué? ¿De verdad?

Acarició mi mejilla y su mano era muy cálida — Parece que olvidaste lo que te dije cuando me pediste este favor.




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