La verdad es que no entiendo porque Tique me odia pero ese odio… Me duele.
Hades seguro me diría que soy tonta por dolerme de un tipo tan asqueroso como él pero yo no podía solo repudiarlo con todas mis fuerzas, aunque a veces quisiera, la verdad.
Cuando éramos más pequeños, no nos llevábamos mal, hasta podría decir que mi hermano me protegía, era atento conmigo y me explicaba las cosas que yo no entendía. Incluso me protegía de papá.
—Mientras estemos juntos, estaremos bien— Me decía Tique mientras se reía justo después de haber robado comida de la cocina antes de las horas asignadas— ¿De acuerdo?
Aún recuerdo claramente un día en que me di cuenta que le pagaban y no solo como parte del entrenamiento.
— ¿Puedes ayudarme con esta tarea, hermano?— Pregunté tocando la puerta de su cuarto.
—C-claro, pero dame un rato— Había estado escuchado algunos bruscos movimientos hasta que su hermano abrió la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja, pero un parche improvisado en la mejilla— ¿Qué necesitas que te explique?
—Esa es nueva…
— ¿De qué hablas?— Tique frunció su sonrisa.
—La herida…
—No te preocupes, Ceres— Me acaricio la cabeza con cariño— Fue del entrenamiento…
Pero ella había estado viendo por la ventana y no hubo entrenamiento. Solo vio a su padre salir de casa.
Pero Ceres no lo presiono.
La verdad es que le hubiese gustado insistir más en ese momento, hacer que le contara lo que tenía pero ya era tarde para pensar en el hubiera y enojarme conmigo misma no tenía razón de ser ahora.
Con el tiempo Tique se apartó hasta volverse un extraño, un extraño muy cruel.
—Deja de seguirme, perdedora— Me dijo cuándo trate de mostrarle lo que había logrado. Su arranque al alejarme de él fue tan brusco que me tiro— Tus logros son nada en comparación así que ¿Por qué no vienes a verme cuando consigas que un príncipe se case contigo? Entonces de verdad podre felicitarte, pues habrás servido de algo para nuestra familia.
—Pero, hermano mayor, yo…
—Cierra la boca y apártate de mi camino— Me dijo haciendo una mueca de desagrado mientras pasaba de largo— No te muestres ante mi si no tienes una buena razón. No quieres problemas conmigo.
Lamentablemente viviendo juntos era difícil y aunque jamás me pego, me amenazaba y cuando obtuvo su ser mágico, fue peor. Llegaba a usar su magia cerca de mí sin importarle nada.
—Te dije que te apartaras de mí, mocosa estúpida…
—Lo siento, hermano, de verdad…— Me disculpe con terror mientras estaba en el suelo, abrazándome a mí misma. Mi ropa estaba un poco dañada debido a su magia— Lo siento…
—Qué bueno que lo entiendes…— Su hermano le miro de mala gana, con asco y se fue de ahí.
Al llegar Hades a mi vida, siempre me dijo que era culpa de nuestro padre pero ¿Él como lo sabe? Trate de preguntar pero siempre evitaba el tema e incluso yo trate de hablarlo con mi hermano para confirmarlo, para entenderlo pero solo me gane una mirada de odio y desprecio más que me hizo tirar la toalla con él.
Apreté los labios mientras caminábamos y recordaba aquello.
— ¡Señorita, señorita!— Artemisa me llamo, sujetando mi brazo.
— ¿Eh? ¿Qué pasa?— Salí de mi ensoñación y la contemple.
—El salón esta acá— Dijo la chica, señalando un salón detrás de nuestro camino— ¿Estás bien?
—Claro que estoy bien, no te preocupes— Dije regalándole una sonrisa, como si nada pasara— Vamos, vamos, no podemos hacer esperar a la gente ¡Eso también te ayudar a destacar!
—Ah, gracias— Respondí y Artemisa asintió y ambas regresamos al salón donde Ajax nos esperaba junto con los hermanos Rinaldi— ¿De verdad solo somos los únicos miembros? Comienzo a creer lo de la explotación.
—Tranquila, Ceres— Ajax negó con la cabeza— Todavía estamos organizándonos para el festival escolar y muchos deben ir de allá para acá, lo importante es que hoy me gustaría tomarme el tiempo para conocerlas, ya que serán parte del grupo, las únicas tres de primero.
— ¿Qué más quieres saber? Ceres derroto al príncipe y Artemisa… Bueno, ya sabes, el show de luces— Eneas se encogió de hombros.
Me quede confundida ¿Qué había hecho ella? ¿Un show de luces? Bueno, la habían escogido por algo así que no importaba, lo importante es que me reconocían, aunque no me gustaba mucho el porqué.
Todo había sido culpa de Hades.
Por otro lado al mirar a Artemisa esta solo se mostró avergonzada.
—Como sea ¿Quieren venir al invernadero? Necesitamos asignarles su trabajo ahí— Dijo Ajax poniéndose de pie.